Carlos Cuadras vs Gallito Estrada, clásico mexicano de ida y vuelta

En la triple cartelera del “Superfly” que viviremos este sábado en Carson City, California, la eliminatoria de título entre Juan Francisco Estrada (35-2 con 25 KOs) y Carlos Cuadras (36-1-1 con 27 KOs) no será la batalla estelar, pero el combate es aguardado con expectativas de una batalla estelar. No es para menos. Se enfrentan los dos ex campeones que, a nivel de los pesos llamados pequeños del boxeo mexicano, han dominado tanto la escena boxística como la escena mediática en los últimos años.

Por Bernardo Pilatti | ESPN Digital

Cuadras y Estrada van a protagonizar una suerte de clásico mexicano, que divide a la afición azteca y por sobre todas las cosas huele a secuencia, a trilogía o por lo menos – como regla clásica – a pleito con ida y vuelta. Y por esa línea se va nuestro primer análisis previo. El equilibrio, quizás, establezca la necesidad de un segundo combate para dirimir la supremacía.

LA RAZON PARA QUE HAYA IDA Y TAMBIEN VUELTA

No siempre lo que se presume antes es lo que efectivamente termina luego ocurriendo. Esta pelea, en principio, es una eliminatoria donde el ganador será inmediatamente el retador mandatorio al título CMB de las 115 libras. Ese cinturón, hoy en poder de Srisaket Sor Rungvisai, será defendido por el tailandés en el pleito estelar del “Superfly” ante el ex campeón Román “Chocolatito” González. La teoría, establece que esta eliminatoria compensa la ansiedad de los dos mexicanos por lograr sus reclamadas revanchas contra el nicaragüense.

Pero hay muchos factores que esta vez conspiran contra lo obvio. Ni Chocolatito es campeón, ni hay garantías totales de que lo vuelva a ser luego de la revancha contra Rungvisai. A las dificultades que plantea ganar ese combate, se suma otro factor: Naoya Inoue, el tercero en discordia. Ya Chocolatito dejó saber su intención de ir contra el japonés luego de esta pelea y nadie dude que así será: pierda o gane. Naoya pertenece a la misma promotora y es campeón OMB en las 115 libras.

Si González pierde ante Rungvisai, enfrentar luego a Inoue significa una nueva oportunidad de título para el nicaragüense, mientras que para el japonés la consecuencia de una posible victoria sobre Chocolatito significaría llegar de inmediato a la escena mayor del primer nivel boxístico mundial. Ahora, si el nicaragüense gana la revancha ante Rungvisai, ir de inmediato contra Inoue tendría un premio mayor, ya que sería una unificación en 115 libras.

Esas ecuaciones dejan, al menos en lo inmediato, poco margen a la certeza de que el ganador de Cuadras-Estrada será el siguiente rival del vencedor de González – Rungvisai. ¿Mala noticia? ¿Decepcionante vaticinio? Nada de eso, por el contrario. Desde todo punto de vista, hoy no debe existir nada más atractivo que imaginar una guerra de emociones en la batalla de los dos mexicanos y una expectativa mayor que esa emoción se traslade hacia una revancha inmediata, con la esperanza de que ellos repitan alguna de las gloriosas trilogías del boxeo mexicano.

LA PELEA POSIBLE

Estrada es un francotirador, experto en combinaciones de tres golpes, de desplazamientos cortos y siempre bajo una perspectiva ofensiva, o sea, si retrocede es para ajustar el avance. Entrar golpear y salir es parte de su estrategia. Estrada golpea y jala al rival para lastimarlo de contragolpe. Su defensa es alta y hermética, baja los codos, cierra los antebrazos y logra esconderse detrás de ese muro que nunca le impide la visión perfecta para responder en medio del fuego enemigo. Su mejor golpe es el gancho y es al gancho con las dos manos que tanto recurre en la pelea corta como en aquellos momentos en que ve lastimado a su rival y parte con para terminarlo.

Carlos Cuadras, por su parte, es dueño de un boxeo práctico, de mucha inteligencia táctica, que ha encontrado su estilo a partir de la distancia y el manejo de los tiempos de pelea mediante los desplazamientos largos y en círculos. Su cualidad es el contragolpe y la velocidad de sus combinaciones cuando decide sorprender adentro. Entrar, golpear y salir, es la herramienta esencial de su plan de pelea, aunque Cuadras tiene otras cualidades que lo hacen diferente, como por ejemplo, el golpe sorpresivo con cualquiera de las dos manos a la salida del cuerpeo.

Estrada es consistente y aplicado a su boxeo ofensivo. Cuadras es rápido y astuto. Una mezcla explosiva que necesariamente debe provocar una pelea inolvidable. Y no hay muchas dudas sobre lo que veremos al comienzo: los dos rivales intentando imponer su estilo. El que lo consiga tendrá mayores posibilidades de llevarse la victoria, por ello luego del cuarto o quinto asalto el escenario será difícil de predecir.

Por lo pronto, desde el primer episodio veremos a Juan Francisco Estrada trabajando con un pie adelante, buscando los huecos por los cuales encontrar la humanidad de Carlos Cuadras e intentando que su estilo ofensivo sea el que prevalezca en la marcha del combate. Estrada se lo permitirá, pero no será un blanco fijo. Se moverá hacia laterales, lo contendrá con el jab y entrara a golpear desde laterales. La idea, seguramente, será fastidiarlo, la concentración defensiva a Estrada y sorprenderlo en medio de algún error para llegarle con sus combinaciones rápidas, las que hacen daño.

En ese tramo de pelea no habrá misterios, será una lucha de estilos. Después, el rumbo de la batalla dependerá de la inteligencia en los ajustes de cada uno, alguna carta guardada bajo la manga para mudar los planes de pelea y por sobre todas las cosas, la resistencia física. En este rubro, el que podría tener problemas en la pelea larga es Carlos Cuadras por sus dificultades a la hora de hacer el peso. En su último combate no se vio bien y ese problema fue una de sus causas.

Estrada se ve más sólido en 115 libras y su mejor boxeo parece estar regresando, por más que las lesiones en la mano derecha que obligaron a una intervención quirúrgica, siempre despierten dudas y generen incógnitas sobre los límites de su rendimiento, especialmente en el poder de su golpeo.

Como sea, este combate es sumamente equilibrado en lo previo, atractivo por el tipo de boxeo que ambos practican, emotivo por su condición de mexicanos y las sensaciones que ese solo detalle va a generar en la participación de la platea, además de todo lo que significa para sus carreras ganar esta batalla. Es difícil pronosticar un resultado posible, por más que Juan Francisco Estrada asoma ligeramente como el favorito, debido más que nada al resultado de la comparación de los últimos desempeños. Sin duda, será una batalla para disfrutar de principio a fin.

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