Canelo donó un millón de dólares a damnificados por el terremoto
El boxeador tapatío, Saúl “Canelo” Álvarez, dona un millón de dólares a los afectados por el terremoto que ha asolado la capital mexicana. El donativo lo hará “Canelo” en especie, con materiales para la construcción, material de curación y lo que le vayan recomendado las autoridades.
El vencedor… Las Vegas
Mientras los actores enviaban sus mejores repertorios, Las Vegas decidían por su tradición, el negocio. Un empate aumentaría cualquier ganancia histórica en una segunda edición. Que ganara el favorito, el taquillero, sería convertirlo en boxeador gigante, mero romanticismo. Que ganara el campeón mediano, sentenciaría lo inimaginable en millones de dólares para los casinos. El desempate en 2018 en Las Vegas, lo tenían decidido, el griterío del público que abarrotó las gradas de la T-Mobile Arena el sábado, corroboró a los financieros que la fría decisión siempre les ha funcionado, el taquillero iniciará en histórico el próximo año. Un producto que ha sido dirigido a la perfección, una copia de Óscar de la Hoya a imagen y semejanza a la que construyó Bob Arum, el filipino Manny Pacquiao.
Enésima decisión descabellada la que emitió el jurado de la Comisión Atlética de Nevada, con el empate atracó al tapatío Saúl “Canelo” Álvarez, y permitió que el oriundo de Kazajistan, Gennady “GGG” Golovkin, conservara sus cinturones mundiales de peso mediano CMB, AMB y FIB. En nuestra tarjeta, “Canelo” ganó 115-113. Se llevó los rounds 2, 3, 8, 9, 10, 11 y 12. Muchos de quienes siguieron la pelea en vivo o por televisión, vieron ganar a Golovkin sólo porque les molesta que a “Canelo” lo han enfrentado a bultos, regalado victorias y convertido sus dirigentes en un hablador antipático. “Canelo” siempre ha bajado su rendimiento entre los rounds cuatro a siete, los que perdió con Golovkin.
Alguna vez le preguntamos al ex presidente del CMB, José Sulaimán, por qué el Consejo y otros organismos prestigiosos que rigen al boxeo en el mundo, no vetaban a Las Vegas por sus constantes atracos. Sulaimán soltó una carcajada, y respondió: “En Las Vegas hay mucho dinero”.
La estrategia que presentó “Canelo”, con su natural velocidad y contragolpe, boxeando y caminando hacia atrás, usando las cuerdas como siempre, como valioso recurso, con estilo pica-huye también, dio los mejores resultados, desdibujó los ataques de Golovkin, quien siempre caminó hacia el frente, el kazajo lució desordenado en otros tantos pasajes del encuentro.
Boxeando y caminando hacia atrás también se gana, es boxeo cerebral, no hay necesidad de ir al choque, al boxeo rupestre o cavernícola, para demostrar quién es el más macho, grita el anunciador de las peleas en Estados Unidos. El boxeo estilo mexicano es el de los “Kid Azteca”, “Púas” Olivares, Carlos Zárate, Salvador Sánchez, Gilberto Román o Marco Antonio Barrera, por ejemplo, de técnica, con pegada, vasto repertorio, elegante. Estilistas que también son fajadores, como el boxeo de Juan Francisco “Gallo” Estrada, o el que exhibió en los años 1980 Raúl “Jíbaro” Pérez, nada que ver con Golovkin. Algo de la prestigiosa escuela boxística mexicana ha aprendido “Canelo”.
Para la segunda edición, “Canelo” reúne lo necesario para repetirle la dosis a Golovkin, aunque debe sumar algunos golpes más para que no permita dudas en el jurado de la Comisión Atlética de Nevada; el tapatío sabe que ya no es noqueador de un solo golpe en esta División.
Al público mexicano no le gusta que el jalisciense sea hablador, los boxeadores mexicanos, históricamente han sido serios abajo y arriba del ring. Aunque si continúa hablador, como lo fueron los puertorriqueños “Macho” Camacho y Wilfredo Gómez, y bailador echándole estilo en los cuadriláteros, como el “Maromero” Jorge Páez, los tres monstruos sagrados de todos los tiempos, está bien, sólo que crezca como boxeador efectivo y gane los combates históricos. Lo contrario, terminará como un boxeador popular, pero también hablador y antipático, que llenó arenas en Estados Unidos para el público hispano.
Por opinion.informador.com.mx