Es Oficial: Deontay Wilder vs Luis Ortiz por el Titulo Mundial Pesado

Ya es oficial. No debe haber marcha atrás. Lo que tanto se ha hablado finalmente tendrá lugar. Luis “King Kong” Ortiz intentará arrebatarle la faja mundial a Deontay Wilder el 3 de marzo en en Brooklyn, Nueva York, en lo que se antoja como la pelea más esperada del primer trimeste del 2018.

Este choque debió tener lugar hace tiempo, para empezar el 4 de enero del año pasado antes de que un descuido de Ortiz y su campamento lo metiera en problemas de dopaje que luego serían desechados por el Consejo Mundial del Boxeo (CMB) que sanciona la faja de Wilder.

Por un momento pareció que la carrera de Ortiz iba a ninguna parte, que ese error de mencionar una medicina para la presión arterial pondría fin a su trayectoria profesional, pero cuando Wilder vino a Hialeah en diciembre quedó claro que existían esperanzas para una nueva cita.

Nada, o casi nada, en esta vida sucede por casualidad, aunque la vida se empeñe en demostrar lo contrario. Si Wilder vino a Miami fue porque sabía que la posibilidad de un choque contra Ortiz se estaba reviviendo en las oficinas de Premier Boxing Champions, bajo las órdenes y directrices del fantasma.

¿Quién es ese personaje al que pocos han visto y tanto poder conlleva? Al Haymon, el consejero y promotor que mueve los hilos de algunas de las figuras más importantes del boxeo, que domina gran parte de la programación de SHOWTIME y FOX Sports, el que ha convertido en multimillonario a Floyd Mayweather.

Lo que quiere Haymon, se da. Y Haymon quiere esta pelea, porque es la única que realmente interesa por ahora en la división pesada. Dudo mucho que Anthony Joshua desee medirse ahora mismo con uno de estos dos nombres, ni va a abandonar la seguridad de las costas inglesas.

Joshua, que debe vencer en su próxima cita al inferior Joseph Parker, pudiera verse contra Ortiz o Wilder más adelante, en un futuro difuso como extraño, dejando primero que estos se descuarticen entre sí para contemplar lo que deja la marea del 3 de marzo en el Barclays Center.

Salvo el inglés, no existen otros dos guerreros más importantes como Wilder y Ortiz. La pelea se vende por el morbo de lo sucedido, por la bocaza del Bombardero de Bronce, por lo imponente del cubano. Se vende, sobre todo, porque existen expectativas y la promesa de un nocaut. La pegada aquí será fundamental. Un golpe lo puede cambiar todo. Uno solo.

Wilder encuentra en Ortiz la posibilidad de sacudirse las críticas de quienes le acusan de no haber enfrentado a nadie, de ser un campeón de papel; Ortiz halla en Wilder el vehículo para cumplir su sueño de convertirse en el primer cubano con una corona en esta división, especialmente ahora que no hay marcha atrás, que es oficial y comienzan a venderse los boletos. Ojalá que no pase nada.

Por elnuevoherald.com

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