Narváez: Con la cabeza puesta solamente en Teté

Omar Andrés Narváez reconoció que la pelea con Jesús Vargas solamente le sumó rounds con algún “suspenso” por un eventual accidente y ratificó que “su” principal objetivo radica en la pelea frente al sudafricano Zolani Teté. Temió por la posibilidad de sufrir un corte que le impide continuar con su preparación. Además expresó que “sabía que cuando Lucas metiera la mano, la iba a hacer sentir”, dijo sobre la coronación de “La Máquina” Matthysse en California.

En diálogo con “Ring Side en el Aire” en AM 910 La Red el “Huracán” se refirió a su presentación del último fin de semana en Puerto Madryn y a los detalles de una pelea que tuvo carácter de preparatoria y que se organizó teniendo como único fin, mantener actividad ante la suspensión de la pelea mundialista en Londres. “Fue un entrenamiento, una especie de exhibición para nosotros. No quisimos tomar riesgos de ponernos a trabajar al cuerpo o tratar de sacarlo antes por el tema de que se hacía peligroso con la cabeza o por ahí, cuando metía el codo. La verdad es que teníamos la cabeza puesta en Zolani Teté y el título mundial gallo”, admitió Narváez sobre su amplio triunfo ante el venezolano.

“Sinceramente, lo único que me preocupaba de él era la cabeza. En todo momento pensaba que me podía cortar. Eso equivaldría a estar un mes sin hacer spárring y me perjudicaría en mi preparación para llegar impecable para el título mundial que suponemos será en abril. No queda nada y era innecesario arriesgar. Si hubiera sido una pelea por título, seguramente me hubiese jugado a sacarlo antes del límite ya que sabía que era muy superior a él”.

“Un poco de bronca”

“Cuando recibí- destacó Omar- la noticia de la lesión de Teté, me causó un poco de bronca y risa a la vez. Se supone que el que podría lesionarse sería yo, por la edad. Y no él, que es más joven, favorito y local. Más allá de mi trayectoria debo reconocer que me causó un poco de bronca. Uno trata con la experiencia a sobrellevar todo, se acostumbra a vivir estas cosas, a sospechar y creer que es parte verdad y parte mentira”.

Y destacó la intención de pelear para no perder nada del entrenamiento realizado, con pocas opciones disponibles en cuanto a oponentes. “No quería estar un mes más parado y esperando respuestas, quería aprovechar el entrenamiento y pelear. Buscamos un zurdo, ninguno dio el okey; apareció Jesús Vargas que me iba a complicar pero que boxísticamente no nos iba a causar problemas. Con su cabeza podía causar una lesión. Tomamos el riesgo y por suerte, salió todo bien”.

Narváez celebró su vigencia en el ring y reconoció la ambición por alcanzar una marca récord en el boxeo argentino; el estímulo que le representa el apoyo de su familia y el grado de profesionalismo que ha sido el sello distintivo de su extensa carrera. “A los 42 años hablar de otra chance mundialista y en una categoría diferente y además ganándome el derecho es un orgullo grande y no es normal. Soy conciente de que puedo hacer historia y estoy muy enfocado para esta pelea”.

“Ganas de triunfar”

Y puso al boxeo como inspiración junto al desafío de seguir combatiendo en el máximo nivel. “Cuesta entrenar pero el amor a este deporte y las ganas de triunfar, el hambre de gloria me sostienen. Quiero mostrarle a mi familia, a mis hijos y a la nueva generación de boxeadores todo lo que se puede hacer con dedicación. Pasan muchas cosas por mi cabeza. Tengo fuerzas para seguir demostrando y luchando por lo que uno quiere. Quizás cuesta más que cuando tenía 25 años pero el amor lo supera todo”, resumió el púgil nacido en Trelew, ex campeón del mundo mosca y supermosca de la OMB.#

Feliz por Lucas Matthysse

“Lo de Lucas me pareció impecable. Volver después de más de un año y medio de inactividad, hacer solamente una pelea y después pelear por un título mundial subiendo una categoría y coronarse ganando por nocaut. Todo eso me pareció muy bueno. Me puso contento. Lo viví más que como argentino, parte como amigo y parte como familia porque mi hermano es su cuñado y estaba en su rincón. Más allá de que en algún pasaje de la pelea, el tailandés lo complicó por el hecho de que no salió a trabajar y a buscar la pelea. Cuando los rivales salen a tratar de aguantar y ensuciarte, no es lo mismo que cuando salen a jugársela. Yo como colega lo entiendo. Sabía que cuando Lucas metiera la mano, la iba a hacer sentir. Era lo que esperábamos todos y gracias a Dios, se dio”.

Por diariojornada.com.ar

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