Murió Jorge Fernández, contemporáneo de Monzón y dueño de un notable récord

Jorge Fernández, más conocido como el Toro de Pompeya, fue una gran figura del boxeo nacional. Tenía 82 años, sufrió una descompensación, y según informaron familiares cercanos al deportista, falleció a causa de un paro cardiorespiratorio. El velatorio fue en la casa de sepelios Bonavena y su cuerpo fue sepultado en el Cementerio de Chacarita.

Hijo de padres españoles, Fernández nació en Capital Federal, el 28 de septiembre de 1935. Su carrera profesional duró 20 años: comenzó en 1953 y finalizó en 1973, uno de los períodos más ricos de la brillante historia del pugilismo argentino.

Durante su extensa trayectoria, compartió su actividad en el cuadrilátero con grandes exponentes como Carlos Monzón, Goyo Peralta, Ringo Bonavena, Atilio Caraune, Eduardo Lausse, Nicolino Locche, Federico Thompson, entre otros.

El Toro era un luchador de baja estatura pero muy aguerrido. El récord que logró Fernández fue abrumador: 130 peleas disputadas; con 117 triunfos, 3 empates, y solamente 10 derrotas. Y del total de peleas en la que resultó vencedor, 84 fueron por KO (64,63%). Sin embargo, entre las peleas que perdió, dos de ellas fueron con Monzón: el título sudamericano y el argentino.

Además, entre sus pergaminos está el de haber sido número 1 en el ranking mundial de tres divisiones: Welter, Mediano Junior y Mediano.

 Además fue campeón argentino, sudamericano y, casi al retirarse, español. En 1962, no pudo consagrarse campeón mundial por errores del árbitro en su pelea por la corona contra Emile Griffith. En ese duelo, Jorge recibió un golpe bajo, pero el juez no lo reconoció. Y en lugar de declarar ganador a Fernández por descalificación, proclamó al estadounidense por K.O. técnico.

Sobresaliente boxeador y especialista en knock out, fue uno de los más completos púgiles argentinos. Desde el comienzo de su trayectoria profesional, Fernández estuvo invicto en 50 peleas consecutivas, con un empate y 34 KO.

Desde su retiro, colaboró durante muchos años con la mutual de boxeadores en Argentina, donde fue presidente. Igualmente conservaba un perfil bajo, alejado de la prensa. Siempre recordó con respeto y afecto a sus rivales, como a los amigos. Conservó intactas las cualidades morales y la capacidad intelectual que lo hicieron un indiscutido campeón, en el ring y en la vida.

Por Agustin Zanivan | clarin.com

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