Los Medianos se preparan para el después de Golovkin

Por Bernardo Pilatti | ESPN Digital

Como los productos en los estantes de los supermercados, el triple campeonato de Gennady Golovkin parece tener fecha de expiración. Es posible que suba a las 168 libras para realizar alguna pelea antes de retirarse, lo veamos protagonizando una mega cartelera en Japón o tal vez los organismos se decidan por echarlo a un lado a punta de interinatos o simplemente las reglas del negocio lo expulsarán de la división. La presente semana a esos efectos, nos está educando a todos sobre las reglas no escritas de un negocio tan disperso como el boxeo. Dos eventos tan dispares, como el realizado este domingo en Tokio y el que ocurrirá el sábado próximo en Brookly, NY, son esa luz amarilla encendida en la ruta de GGG.

Ninguna figura, por más elevado sea su protagonismo, tiene el cielo comprado. Ni siquiera un triple campeón mundial como el kazajo. Las decisiones e indecisiones tomadas a la sombra de la suspensión de su pelea contra Canelo Álvarez, junto a todo lo que no se sabe y quizás nunca se sabrá de ese contrato, han logrado convencernos a todos que a esta altura su carrera, los intereses de GGG no van más allá de los económicos ante lo inminente de su jubilación. Y eso le está agotando la paciencia a todos.

GOLOVKIN, CANELO Y EL 5 DE MAYO

El PPV del 5 de mayo fue cancelado con la renuncia de Saúl “Canelo” Álvarez, antes de su audiencia con la Comisión Atlética de Nevada prevista para este miércoles 18 de abril. O sea, antes de que le dijeran si podía o no podía pelear contra GGG debido a sus dos positivos de Clembuterol, el mexicano renunció.

Tampoco se sabe si estará presente en esa audiencia. Sorpresivamente decidió someterse a una intervención en una rodilla, “primero cosmética según GBP”, luego desmentida por parte del propio boxeador, que informó haberse sometido a una “cirugía artroscópica en la rodilla derecha”. Esa ya sería una buena excusa para no asistir a la audiencia en Nevada.

Mientras se procesaban las consecuencias del positivo de Canelo, el equipo de Golovkin primero pidió y consiguió autorización para pelear el 5 de mayo en Las Vegas. Sin embargo no consiguió que le aprobaran los rivales elegidos. Nevada no autorizó a Jaime Munguía y Golden Boy Promotions se llevó al segundo candidato, el irlandés Gary O’Sullivan para su cartelera del 4 de mayo. Por ello decidieron mover la cartelera a Los Ángeles y allí enfrentar a Vanes Martirosyan. Pero surgió otro problema, la Federación Internacional de Boxeo, Lou DiBella mediante, le exige que enfrente a su rival mandatorio, el ruso Sergiy Derevyanchenko. A tan pocos días del 5 de mayo, ya suena absurdo pretender encontrar un oponente. El tiempo de esa pelea se pasó. Pero aquí la pregunta no es si habrá pelea pese a todo. La pregunta es una sola: ¿Cuál es la razón verdadera para esa obsesión por pelear si o si el 5 de mayo?

La respuesta también parece una sola: “la letra chica en el contrato de su pelea con Canelo”. Evidentemente en ese documento debe existir alguna cláusula que obligue a GGG a entrar a un cuadrilátero ese día (5 de mayo). Tal vez, las pérdidas que arrojará ese evento serán el factor que active una cláusula de resarcimiento o quizás la bolsa garantizada en el contrato dependerá de esa exigencia. No hay otra manera de entender esa alucinada búsqueda de una pelea que a esta altura se ha convertido poco menos que en una función de circo.

Aún la movida hacia Los Ángeles crea esa sospecha de que hay por detrás un interés asociado al contrato incumplido. No olvidemos que allí no rigen las decisiones de la Comisión de Nevada. O sea, allí perfectamente se puede alegar que Canelo podía subir a pelear y cumplir con el contrato. Claro, si esa exigencia le fuera hecha, Canelo tampoco podría presentarse, debido a su “cirugía artroscópica” y a la hora de responder a cualquier reclamo judicial de Golovkin, ese será un atenuante perfectamente válido.

La pelea del 5 de mayo, aunque se confirme esta semana o dos días antes de la fecha, ya es un fracaso desde lo deportivo. Y si bien el evento podría servir para que el equipo del kazajo haga valer sus derechos a ser resarcido por las pérdidas, este culebrón le colmó la paciencia a mucha gente. Si a ello le sumamos los 36 años de Gennady Golovkin, celebrados el pasado 8 de abril, es posible que su tiempo en el primer nivel se haya agotado definitivamente.

MURATA, CHARLO, ANDRADE Y CIA.

La división de los medianos es la más emblemática de todas las divisiones, la del eterno glamour deportivo y la que atesora mayor historia en este deporte. La llegada arrolladora de GGG, alguna vez, nos entusiasmó que sus buenos tiempos habían regresado. Pero no fue así. Los años de esplendor del kazajo fenecieron bajo el peso de su éxito. Lo evitó Sergio “Maravilla” Martínez, lo evitó Miguel Ángel Cotto y lo evitó Saúl “Canelo” Álvarez.

En el 2017 finalmente el mexicano decidió subir al ring con GGG y dio una buena pelea, que terminó en un polémico empate. Lo demás es historia conocida y no tan conocida. El clembuterol descubierto en los exámenes de febrero a Canelo, puede tener todo tipo de lecturas. Pudo ser una cosa (carne contaminada) o pudo ser la otra (dopaje). El mundo del boxeo se ha dividido entre quienes lo justifican y quienes abiertamente lo condenan. Peor que eso es que la honestidad de su pasado reciente está siendo puesta en duda, por sus propios ex rivales como Liam Smith o el mismísimo Miguel Ángel Cotto que sobre Canelo dijo que “su entrenamiento es en EEUU donde la carne no está contaminada”, en una indirecta acusación al mexicano. Y no olvidemos que Cotto es socio de Golden Boy Promotions, que a su vez trabaja en sociedad con Canelo Promotions. ¿Terminó acaso la armonía interna por causa del clembuterol o las pérdidas que todo esto está ocasionando?

Si tenemos en cuenta que sobre la cirugía en la rodilla a Canelo, el propio pugilista salió a desmentir a GBP, la sensación reinante es que el clima alrededor del boxeador tapatío, previo a la audiencia de Nevada, no es el mejor. ¿Cómo será ese clima en caso se confirme la suspensión y tampoco pueda pelear el 15 de septiembre?, no lo sabemos. Pero, tanto Canelo como GGG por razones asociadas están saliendo del mapa del boxeo del primer nivel y esta semana vimos ese despegue.

El domingo a la mañana, la pelea que transmitió ESPN desde Tokio, Japón, donde el campeón regular AMB de los medianos, Ryota Murata, defendió por primera vez su título fue una buena prueba. Enfrentaba a un rival que difícilmente pondría en riesgo su victoria, sin embargo el evento cobró una dimensión mayor de sus propias expectativas. A la presencia en Japón del propio presidente de la AMB, Gilberto Mendoza, se sumó la del presidente de Top Rank, Bob Arum. Este último ya externó los ambiciosos planes para el futuro del campeón japonés, que incluyen una pelea próxima en Las Vegas contra Esquiva Falcão, el brasileño al cual Murata le ganó la medalla de oro en Londres 2012 y luego Arum planea organizar una mega pelea en Tokyo contra GGG en el 2019.

A ese recibimiento oficial de Murata a las Grandes Ligas del boxeo, se suma la decisión del Consejo Mundial de Boxeo, de otorgar el cinturón interino del peso mediano al vencedor de la pelea entre Jermall Charlo y Jaime Centeno Jr. de este sábado en el Barclays Center de Brooklyn, NY. Otro campeón mediano con un cinturón paralelo al de Golovkin.

GGG, esta jugado a una gran pelea contra Canelo, pero difícilmente ese combate ocurra en septiembre a la luz de la casi segura suspensión de Nevada. Tampoco creo que a esta altura, al kazajo le interese enfrentar a cualquier oponente peligroso. Por ello, parecería que todo se va alineando para que en septiembre lo veamos ante cualquier rival accesible, tal vez, en una misma función con los otros campeones en fila y que llegan para el relevo generacional.

Jermall Charlo que ya será campeón interino CMB, Demetrius Andrade que tiene prioridades en la AMB por subir como campeón desde las 154 libras, Murata que es el monarca regular de la AMB y Sergiy Derevyanchenko que se ganó el derecho a disputar el título de la FIB. Esos nombres están listos para entrar en escena y el culebrón de Canelo-GGG les dio ese combustible. El kazajo va de salida y ya demostró que solo quiere el cheque de la jubilación, mientras que el futuro de Canelo aún es una historia por conocerse.

Lo que sea, ya le abrió el camino a los nuevos medianos y ellos son los dueños del futuro en esta división.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *