(VIDEO) La historia del boxeador que mató a su rival tras llamarlo maricón

El boxeador estadounidense Emile Griffith no soportó las burlas de Bernardo “Benny Kid” Paret y acabó literalmente con él, convirtiéndose en una de las peleas más trágicas en la historia de este violento deporte.

Emile Griffith nació en las Islas Vírgenes y en su juventud trabajó como diseñador de sombreros para mujeres pero luego decidió incursionar al boxeo profesional en el año de 1958 hasta convertirse en campeón mundial de peso welter y mediano.

Griffith tuvo un récord impresionante de 85 victorias, 24 derrotas y un empate, incluyendo un nocaut que le cambió la vida por completo. Por su parte “Benny” Paret, quien nació en Santa Clara, Cuba, ganó 35 peleas, con tres empates y 12 derrotas, incluyendo su última presentación en el ring.

El combate se realizó un 24 de Marzo del año 1962 en el Madison Square Garden y era transmitido en vivo por la cadena televisiva ABC hasta que tuvo en desenlace fatal en el sexto round.

El problema fue que el cubano le gritó “Eres un maricón” mirándolo directamente a los ojos y tocándole el trasero. Algo que ocasionó la risa burlona de todos los presentes. Y por si fuera poco la novia de Griffith le reclamó diciéndole “No estaba al tanto de que fueras así“, tras el revuelo mediático e inmediatamente lo abandonó.

La pelea transcurría normalmente pero justo en el sexo asalto el estadounidense cayó a la lona pero la campana lo salvó, entonces su entrenador una vez que llegó a la esquina le dijo estas lapidarias palabras “Cuando vuelvas a la pelea, quiero que no dejes de pegarle hasta que caiga sobre tu hombro o el árbitro te frene. Sigue pegando hasta que te paren“.

A partir de ahi Emile se llenó de furia y no paró de castigar al cubano desde el séptimo hasta el décimo segundo round. En un punto le propinó 28 puñetazos seguidos, 18 en apenas 6 segundos hasta que el cubano quedó inerte sobre las cuerdas.

La masacre se detuvo cuando el árbitro Rudy Goldstein, quien jamás volvió a dirigir otro combate debido a su negligencia, consideró que no daba para más. El derrotado fue llevado en camilla a un hospital cercano donde permaneció diez días en estado de coma hasta que falleció debido a una hemorragia cerebral masiva.

Nunca estuve tras las rejas pero si preso toda mi vida

“Nunca fui el mismo boxeador después de esa noche. Tenía miedo de lastimar. Hacía lo suficiente para ganar. Usaba jabs y no cruzaba golpes. Me hubiese retirado, pero no sabía hacer otra cosa”, declaró el boxeador estadounidense en una biografía publicada en el año 2008.

Tres años antes de esa biografía el norteamericano confesó a la revista Sports Illustrated“Me gustan tanto los hombres como las mujeres. Pero no me gusta la palabra homosexual, gay o maricón. No sé lo que soy. Amo por igual a ambos, pero si me preguntas cuál es mejor… prefiero las mujeres”.

“Me cansé de que me llamara marica. Yo no quería matar a Paret, pero lo que me dijo me afectó”, reconoció Griffith a The New York Times en una entrevista publicada el 14 de abril en 2005.

El perdón

“Mi padre nunca quiso ofenderlo. Estoy seguro que se lo dijo como parte de una guerra psicológica. Sabía que Griffith era diseñador de sombreros para dama, y en el deporte se aprovecha cualquier circunstancia para tratar de sacar ventaja sobre el rival”, explicó Benny Jr, el hijo del boxeador fallecido.

“Uno no puede decir que Griffith cometió un crimen. Ellos estaban sobre el ring para ganar el título mundial. Yo no sé odiar, no guardo rencor en mi corazón”, concluyó el joven que años más tarde perdonó al ex deportista, quien falleció en 2013, a los 75 años, producto de una encefalopatía, causada por los golpes que recibió en su carrera boxística.

Por nuevaya.com.ni

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