Manny Rodriguez buscará el nocaut en Inglaterra

Si de algo no se puede culpar a Manny Rodríguez y a su grupo de trabajo es de falta de confianza.

Después de sufrir una larga espera por su ansiada oportunidad titular, Manny (de 25 años y marca de 17-0 y 12 nocauts) viajará este lunes a Inglaterra, donde, el sábado 5 de mayo, se enfrentará con el británico Paul Butler (26-1 y 14, de 29 años) por el vacante cetro gallo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).

La pelea formará parte de una cartelera del promotor británicoEddie Hearn en la 02 Arena (Millenium Dome) de Londres, que incluirá la revancha entre los pesos completos David Haye y Tony Bellew.

“Vamos a buscar el nocaut, round por round”, dijo recientemente Víctor ‘Cano’ Ortiz, su entrenador.
Y su manejador, Juan ‘Yomi’ Orengo, dijo a su vez: “Vamos a atacar desde el primer round, a implantar respeto sobre el ring pronto”.

Valga decir que en el boxeo no es usual que se afirme que se va a buscar el nocaut -igual que en el béisbol los bateadores casi nunca dicen que van a tratar de dar un jonrón-, y la razón parece ser la misma en ambos casos: no solo que suena como un reto a la mala suerte, sino que de la misma manera que en el béisbol se teme que alguien que se pase buscando el jonrón en vez de ‘irse con el lanzamiento’, solo consiga poncharse todo el tiempo y ver cómo se le desploma el promedio, en boxeo el temor es que el peleador deje de acumular puntos y pierda todos los asaltos mientras espera conectar ese golpe decisivo que puede no llegar nunca.
Pero en este caso parece ser una estrategia incuestionable.
Para empezar, a Manny se le reconoce su gran pegada, tanto en el profesionalismo como en su larga carrera amateur anterior, la cual incluye el haber ganado la medalla oro en las Primeras Olimpiadas Mundiales Juveniles, celebradas en 2010.

En segundo lugar, aunque Butler le aventaja en experiencia como profesional, y estará buscando reconquistar el cetro de la FIB que ganó por primera vez cuando derrotó por decisión dividida su compatriota Stuart Hall en 2014, no se le considera un peleador de gran pegada, pero sí uno que tira muchos golpes y cuenta con gran estámina.

Es decir, uno al que debe convenirle que la pelea se alargue bastante.

Butler, de paso, no parece tener problemas para hacer el peso: incluso después de ganar el campeonato de las 118 libras ante Hall, su siguiente paso fue bajar a los supermoscas (115) para retar por el cetro de la FIB al mismo sudafricano Zolani Tete que ahora reina como peso gallo de la OMB y el sábado antepasado tiró una blanqueada de 12 asaltos frente al veterano excampeón argentino Omar Narváez.

Sí, el mismo Omar Narváez que en marzo de 2017 tenؙía pendiente enfrentarse al boricua aquí en una eliminatoria de la FIB que iba a presentarse en Fajardo y sencillamente no se montó en el avión que le traería a la Isla.

Pero esa fue apenas una de las múltiples vicisitudes que Manny ha tenido que sortear mientras esperaba por la FIB, incluyendo la súbita decisión del británico Ryan Burnett, el entonces campeón, de renunciar a su corona días antes de que fuera a subasta su defensa obligatoria ante el boricua.

Finalmente, luego de meses de negociaciones y de par de aplazamientos de subasta, cuando el promotor Hearn parecía estar confrontando más problemas para convencer a su peleador que al retador boricua, la pelea apenas pudo oficializarse hace par de semanas.

“Paul debe estar deseoso por pelear”, llegó a decir Hearn cuando, al parecer, se sentía frustrado debido a que, al parecer, su peleador estaba exigiendo más dinero. “Después de todo, va a estar peleando en su casa”.

Pero esa es precisamente otra razón por la cual tal vez Manny deba insistir en el nocaut: el temor de que, en una decisión, los jueces -dos norteamericanos y un inglés, más un árbitro también británico-, tal vez no vayan a ser tan imparciales como siempre deberían ser.

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