Miguel Barrionuevo, un campeón con bases en la guardia vieja del boxeo

Por Osvaldo Prinicipi | La Nación

El catamarqueño Miguel Barrionuevo, campeón argentino welter y sexto en el ranking del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) habla poco y hace mucho. No es muy conocido en nuestro país pero su crecimiento deportivo es firme y creíble. Aprendió a observar con mucha atención todo lo atractivo que presenta este oficio y vivió, desde muy cerca, el último período del quilmeño Sergio “Maravilla” Martinez , en Estados Unidos. Compartió sus entrenamientos y también formó parte del equipo del tucumano Luis Abregú, ex campeón nacional, en aquellas jornadas de trabajo duro en el gimnasio Bobby Gleason, bajo el puente de Brooklyn, en Nueva York. Recibió – allí- los primeros consejos del astuto Sampson Lewkowicz, que se convirtió, con el paso del tiempo, en su representante internacional.

Barrionuevo, de 29 años y un récord de 34 victorias (24 KO), 3 derrotas y 2 empates, entendió rápidamente que un boxeador profesional debe vivir con tres necesidades básicas al día: un pasaporte actualizado; una óptima preparación física y un grado de confianza absoluto en aquellos que dirigen su carrera. Fusionó todo esto y le dio resultado.

Después de protagonizar un atractivo clásico local con el patagónico Adrián Verón, a quién noqueó en dos ocasiones, se convirtió en un púgil de buena reputación. Ascendió en las clasificaciones y fue contratado por el poderoso Al Haymon, director de una empresa promotora respaldada por los capitales de Floyd Mayweather , para pelear en Las Vegas. Sin embargo, a horas de su combate con el texano Abel Ramos, el vértigo de este negocio pugilístico lo excluyó de tal cartelera habilitándolo para una contienda eliminatoria al título mundial a desarrollarse el 8 de septiembre próximo. Desafiará, en caso de ganar, al vencedor del pleito entre los norteamericanos Danny García y Shawn Porter, postulantes a la corona que Keith Thurman dejó vacante.

El catamarqueño debutará en el majestuoso estadio Barclays Center de Nueva York y en la selecta pantalla de Fox Premium. Lo espera el cubano Yordenis Ugas, de 32 años, medalla de bronce en los Juegos olímpicos de Pekín 2008, octavo en el escalafón (CMB) y con un récord de 22 victorias (11 KO) y 3 reveses. Batió al puertorriqueño Tomas Dulorme y al estadounidense James James, noqueador del bonaerense Diego Chaves. Nombres importantes pero no impactantes.

Barrionuevo gestó su ascenso al estilo de la “vieja guardia”. Dejó Catamarca para instalarse en Salta. Fue sparring , testigo silencioso y finalmente protagonista. No hay grandes oponentes en su campaña. Las victorias sobre el panameño Azael Cosio y el mexicano Oscar Meza, en hoteles lujosos de México y Punta del Este, no impresionan. Sin embargo, su estilo elaborado de zurdo prolijo y de pegada justa, lo proyectó con mucho prudencia hacia este sitial importante y cotizado. Creció, pasó a paso, y ante los rivales adecuados.

A Miguel Barrionuevo le llegó su hora de la verdad. Deberá dar el “gran salto de calidad” con una actuación infalible. Tiene base para lograrlo. Ya se instaló en Miami, junto a Pablo Martinez, su manager, y el entrenador colombiano German Caicedo, incorporado a su equipo para potenciar su preparación.

Es una de las nuevas cartas del boxeo argentino; supo esperar su turno después de diez años bien trajinados en el profesionalismo y sumó experiencias valiosas, que le serán claves en esta etapa decisiva.

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