JC Chávez consumió cocaína en el baño de Juan Pablo II
Julio César Chávez, uno de los deportistas mexicanos más destacados en la historia tuvo su mejor etapa en la década de los 90s; sin embargo, como en todos los deportes llegó el día en el que la victoria dejó de sonreírle, un suceso que le cambió la vida y lo habría llevado incluso a drogarse en las instalaciones del Vaticano.
El 29 de enero de 1994 el pugilista mexicano llegaba al MGM de Las Vegas con un récord invicto de 89 victorias para enfrentar a Frankie Randall, quien ‘arruinó’ la noche de Chávez al vencerlo y propiciarle su primera derrota, un hecho que marcó al multicampeón mundial.
Ese acontecimiento llevó a Chávez a tomar una pausa en su carrera y un año después decidió hacer un viaje por Europa, en donde se sintió conmovido al llegar a Roma. En la capital italiana, el boxeador azteca pidió a la comitiva que le acompañaba conocer al entonces Pontífice Juan Pablo II en una reunión privada.
Su deseo se cumplió y Chávez asistió al Vaticano para charlar con Juan Pablo II, durante esa visita, el pugilista mexicano le pidió al Papa que le mostrara su recamara, y dentro, le solicitó permiso para pasar al baño, en donde según se relata en “Julio César Chávez: La verdadera historia”, una biografía de César hecha por su hermano Rodolfo, el boxeador habría inhalado cocaína.
“Discúlpame, Diosito -se dijo entre dientes- perdóname”, habrían sido las palabras de Chávez antes de drogarse.
“Mi hermano sacó de su pantalón un papel que envolvía cocaína, la distribuyó sobre el mármol del lavado para después inhalarlo, dejando completamente limpia el área del lavamanos. Julio jaló la palanca del excusado para que pensaran que entró al baño por otra cosa. Volvió con Juan Pablo II y pasaron a otro recinto del Vaticano”, reproduce el libro.
Por marca.com