‘Maravilla’ Martínez: Para mí el boxeo nunca fue un sacricio

Cuatro años después de colgar los guantes, Sergio “Maravilla” Martínez anuncia que vuelve al boxeo para enfrentarse a Julio César Chávez Jr., retomando aquella gran pelea de 2012. El campeonísimo argentino desmenuza en una entrevista qué le lleva a ponerse de nuevo los guantes, además de otros proyectos que tiene en sus variadas facetas como escritor, actor y
entrenador personal.

La última vez que Sergio “Maravilla” Martínez (Quilmes, 21 de febrero de 1975) se subió a un cuadrilátero fue el 7 de junio de 2014, en su enfrentamiento fallido contra el puertorriqueño Miguel Cotto.
Cuatro años después, el púgil argentino, campeón mundial en doce ocasiones en dos categorías diferentes (superwelter y mediano), anuncia que vuelve al boxeo, a sus 43 años, aceptando el desafío que le ha lanzado el mexicano Julio César Chávez Jr. “La pelea se va a dar, será el año que viene”.

El combate se retrasará hasta principios de 2019, porque Chávez no ha podido cuadrar su agenda para intercambiar goles con el argentino el 17 de noviembre, primera fecha barajada para la
pelea.

En medio del enfrentamiento entre Boca Juniors y River Plate en la final de la Copa Libertadores, la entrevista de Efe con “Maravilla” en Madrid, ciudad en la que vive desde 2002, debe comenzar por su afición al fútbol y su reconocida pasión por River.

“De chiquito quería ser del `Millonario´ (apodo de los aficionados de River Plate). Desde que nací fui de River, por más que fuera de Quilmes, cuyo club tiene una gran influencia en la ciudad”.

¿Usted jugó al fútbol?.

Cuando era chico soñaba con ser futbolista. Cuando me dicen: ¿cómo te presento, como boxeador campeón, excampeón…? a veces digo, preséntame como futbolista frustrado.

¿Por qué lo dejó?…

Porque no tenía las condiciones ideales y porque encontré en el boxeo lo que se necesitaba para empezar en este deporte. Muy pronto descubrí que mi identidad estaba con un par de guantes en
las manos.

¿De qué jugaba?.
De delantero, por la derecha.

“CADA DÍA ESTOY MÁS JOVEN”.

En las últimas semana saltaba la noticia de que Sergio “Maravilla” Martínez volvía a los cuadriláteros, para enfrentarse a Julio César Chávez Jr, el 17 de noviembre. Al final, la pelea fue aplazada…

Aclárenos si vuelve a los cuadriláteros, si peleará con Julio César Chávez Jr, y por qué no lo hará en la fecha prevista. Al final, Chávez tenía sus problemas para dar el peso el 17 de noviembre y decidió no pelear conmigo y posponer el combate. Pero se va a hacer, se va a tener que hacer y, probablemente, sea el primer trimestre de 2019, en Estados Unidos.

¿Cómo está para pelear?

Estoy estupendo, cada día más joven, mire lo que le digo. Sobre todo con mucha alegría. Descubrí que la recompensa está en el camino. Mi alegría no va a ser hacer un combate con Chávez, sino
estar entrenando como lo estoy haciendo y vivir lo que estoy viviendo. Si hay combate, genial, y si no hay, también genial.

¿No es demasiado reto esta pelea después de cuatro años retirado?

Sí, por eso lo hago. Porque me gustan los desafíos, las empresas difíciles. Calzarse los guantes, entrenar cada día ya es un reto grande, pero lo que estoy llevando con alegría.

¿Qué ha sido de usted estos últimos cuatro años?

Publiqué un libro (“Corazón de rey”), actúe en una película (“Pistoleros”) que está a punto de estrenarse; protagonice varias series, escribí cuatro obras de teatro, dos monólogos, actué en dos
monólogos que yo escribí, hice también televisión, charlas motivacionales… bastante intensos estos años. Me pongo a pensar e hice muchas cosas.

¿Y sobre todo echar de menos el boxeo, parece?.

No llegué a echar de menos el boxeo, lo que ocurría es que tenía muchos dolores en la rodilla derecha. Lo pase muy mal durante mucho tiempo. Estuvieron a punto, a punto, a punto (lo repite tres veces) de amputarme la pierna, estuve a punto, a punto, a punto (vuelve a repetirlo tres veces) de perder la vida, porque tenía una gran infección fruto de una operación. Eso hizo que mi cabeza diera un giro y empecé a comprender otras cosas. A veces necesitamos recibir un golpe para comprender el significado de la vida. Siempre le di mucho valor a la vida, pero el enfoque era distinto. Vivía en una vorágine, muy acelerado cuando era boxeador. Cuando eres
campeón dejas de lado los problemas de salud y, al final, te das cuenta que lo más importante es la salud.

“NO ME ARREPIENTO DE NADA”.

¿Cuál es su mejor recuerdo en el boxeo?.

El 21 de julio de 2003, en Manchester, cuando gané el primer título mundial (contra Richard Williams). El mejor de lejos.

¿Y aquella pelea contra Julio César Chávez Jr, en 2012, tras la que fue considerado el mejor boxeador de aquel año?

El segundo y más bonito de los recuerdos que tengo.

¿Cómo se le gana a Julio César Chávez Jr.?

Entrenando día a día, haciendo las cosas bien antes del combate. La pelea que sea el lazo final, en Argentina decimos el moño, el lazo del regalo.

¿Se arrepiente de algo en su carrera como boxeador?

No, para nada, no me arrepiento. Incluso las cosas que hice mal desembocaron en algo positivo. Entrenar con lesiones muy delicadas hicieron, en su momento, el hombre que soy ahora.

¿Quizá no debía haber peleado con Miguel Cotto en 2014, cuando sus rodillas estaban maltrechas?

Debía hacerlo. Es un combate que tenía que hacer. Hay veces que tienes que hacer un sacrificio.

¿Con quién le hubiera gustado pelear que lo no lo hizo?

Con ninguno. Combatí con todos, quizás con Floyd Mayweather en su momento, pero tampoco perdía el sueño por pelear con él. Quizá sea el mejor boxeador de los últimos treinta años. Por eso, por tener delante de mí a uno de los mejores.

¿Qué boxeador de los actuales le recuerda a “Maravilla” Martínez?

Seguramente hay mucha gente. Cuando me miro por dentro veo a un tipo que lucha, trabaja y se esfuerza. Para mí el boxeo nunca fue un sacrificio. A veces escucho a boxeadores que dicen que es un gran esfuerzo, pero no es un sacrificio, con esos me siento identificado.

¿En el boxeo se hacen más amigo o enemigos?

Más amigos

¿Tienes muchos?

Bastantes.

¿Cómo ve el boxeo actual?

Lo veo bien, más o menos como siempre, con cierta evolución como pasa en otros deportes. Se van fusionando combates, como por ejemplo Floyd Mayweather-Connor McGregor. Son variantes que ya se han instalado en el boxeo y tenemos que ir haciéndonos idea.

¿Cómo se imagina el boxeo dentro de 50 años, superado por otras disciplinas como las artes marciales mixtas?

Dentro de cincuenta años no veo el boxeo. Creo que el boxeo con el tiempo se va a extinguir, el ser humano no va a necesitar boxear. Quizá las otras disciplinas también desaparecerán, pero es una opinión mía.

¿Usted probaría con otras disciplinas como el caso de Mayweather?

No probaría porque soy un enamorado del boxeo. No nací para hacer esos otros deportes.

POR: JUAN A. MEDINA  | revistaq.mx

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