Mike Tyson-Roy Jones: una parodia de boxeo que le reportó US$ 10.000.000 al viejito bueno

Por Andrés Vazquez – La Nación

Los mejores tiempos de boxeador. Tampoco se esmeró mucho en hacer un show a la altura de su controversial historia. El regreso de Mike Tyson a un ring quedó reducido a un gran negocio que añoró reverdecer su iracundia pero desnudó, una vez más, la falta de figuras atractivas en el boxeo actual capaces de generar la excitación que “el hombre más malo del mundo” -así se lo consideraba- supo producir a fines de los años ochentas y principios de los noventas, cuando a fuerza de pegada y fiereza despachaba rivales en segundos.

A los 54 años, en una forma física extraordinaria (bajó 45 kilos), Tyson mostró, luego de 15 años retirado del boxeo profesional, lo necesaria y cautivante que sigue resultando su figura para los popes de la industria. La exhibición que sostuvo con el cuádruple ex campeón mundial Roy Jones Jr., de 51 años y dueño de un registro de 66 triunfos (47 KO) y 9 derrotas, fue pensada directamente para el morboso público estadounidense, ávido de combinar excentricidades.

Tyson y Jones boxeando después de los 50

La parodia boxística que protagonizaron Tyson y Jones en el célebre Staples Center, de Los Ángeles, sirvió para saldar un desafío trunco hace 17 años, cuando ambos gozaban de vigencia boxística y ansiaban enfrentarse por el título mundial de la categoría pesado. Por aquellos años, Roy Jones era monarca unificado medio pesado próximo a subir a pesado, y Tyson, cerca de lo último de su carrera, se ofreció para recapturar la corona que había perdido el 28 de junio de 1997 ante Evander Holyfield.

Mike Tyson castiga a Roy Jones Jr. durante una exhibición Fuente: AP

Lo que se vio en la madrugada argentina de este domingo a lo largo de los ocho rounds, de dos minutos cada uno, poco tuvo del carácter amistoso que supone una exhibición de boxeo. El poder de fuego y la vehemencia con que disputaron cada asalto corrompieron el compromiso firmado de boxear a media máquina. Fiel a su estilo furibundo y su personalidad incontrolable, Tyson intentó incesantemente terminar la pelea antes del límite. Sin embargo, el gran tamaño de los guantes (12 onzas) y la falta de puntería se lo impidieron. A la vista de los hechos, si Tyson y Roy Jones Jr. se hubiesen enfrentado en su mejor momento, a fines de 2002, habrían protagonizado una gran pelea; hoy suman 105 años.

Los guantes de Jones en homanaje a Kobe Bryant en el Staples Center

Para dar un marco de seriedad al híbrido combate, el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) puso en juego un cinturón de honor y nombró una terna de jurados a distancia, compuesta por los excampeones Cristy Martin, Chad Dawson y Vinny Pazienza, que emitieron un veredicto por redes sociales y sin reconocimiento oficial: empate. En contraste, la tarjeta de los periodistas de ESPN que participaron en la transmisión dio ganador a Tyson por 79 a 73. Todo fue supervisado por Andy Foster, director de la Comisión Atlética de California, que se encargó de que se cumplieran las reglas establecidas para la ocasión.

El show le reportó a Mike Tyson una ganancia de más de 10 millones de dólares y sirvió como estimulante para aumentar la intensidad combativa de esta exhibición académica. Sin embargo, por más que publicitariamente se haya intentado vender la pelea como el gran regreso del boxeador nacido en Brooklyn, la pelea no constará en los registros oficiales ni se agregará a su registro profesional de 50 triunfos (44 KO) y 6 derrotas. De hecho, los otros cuatro organismos oficiales que rigen mundialmente esta disciplina (Federación, Asociación y Organización Mundial de Boxeo) no consideraron al espectáculo como un match legítimo.

Las reacciones de ambos al extraño empate de las tarjetas

Tyson fue uno de los pocos deportistas en la historia capaces de captar la atención del planeta entero. Sus presentaciones en los rings tuvieron un impacto pocas veces visto y lo convirtieron, hasta la aparición de Floyd Mayweather, en el púgil mejor pago de la historia. Sin embargo, los constantes escándalos que conformaron su vida y las malas compañías lo llevaron a dilapidar en poco tiempo los más de 300 millones de dólares que había ganado sobre los cuadriláteros. Ahora, devenido pujante empresario de cannabis, quien supo ser considerado “el hombre más malo del planeta” volvió a probar sus aptitudes boxísticas y a generar millones transformado en un viejito bueno.

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