Brian Castaño demolió a Cedric Vitu en París

De principio a fin. Con una autoridad soberbia. Con una supremacía abrumadora. Y una constancia impresionante para no claudicar en su idea y seguir pegando. Una y otra vez. Golpe a golpe, con combinaciones interminables. Hasta que en el final tuvo su premio. El broche de oro. Cuando parecía que el francés Cedric Vitu lograba lo que parecía imposible al llegar de pie hasta el cierre del combate, llegó el golpe de gracia de Brian Castaño.

Brian campeón. Fue una máquina de pegar contra el retador local. Es norma en el boxeo: cuando la velada es de visitante no hay que dejar dudas. Y eso fue lo que hizo el hombre de Isidro Casanova. Destrozó al francés. Lo trituró. Demostró una supremacía total y en varios asaltos estuvo a punto de concretar el nocaut que se demoró hasta el duodécimo y último round.

No caía Vitu, un rival dignísimo pero que se vio superado desde que subió al cuadrilátero e intentó sin suerte amedrentar al argentino. A la hora de la acción quedó claro desde el inicio quién iba a ser el que dueño del ring.

La tarea del argentino fue constante. A excepción de un pequeño descanso en el noveno round, dominó de principio a fin. Llevó contra las cuerdas al francés que sólo recibía golpes. El zurdo local llegaba con un récord de 46 triunfos en 48 combates (19 antes del límite) y con el título de campeón europeo superwelter.

En su última presentación había derrotado por nocaut técnico al italiano Marcello Matano.

Contra Castaño, Vitu sorprendió por su resistencia. Por algo nunca en su carrera había perdido por nocaut. De manera increíble lograba terminar de pie los asaltos en los que el argentino combinaba una serie de ocho, diez golpes cortos. Así fue todo el combate.

Con el local resistiendo y el argentino pegando, sólo restaba saber si ganaría por puntos (con diferencia cómoda) o si podría tirarlo y coronar una actuación memorable.

Lo hizo en el último asalto. Un gancho al hígado con su zurda terminó con la energía de un Vitu que parecía imposible de voltear. Sólo quedarían un para más de las combinaciones cortas y rápidas de Castaño. Izquierda y derecha de lleno contra el rostro golpeado del francés, quien por momentos parecía un partenaire.

A 30 segundos del final el juez del combate Gustavo Padilla se dignó a frenar la pelea y consagrar a Castaño.

Fue una victoria redonda del argentino que así retiene el cinturón de campeón superwelter de la AMB. A sus 28 años hace pata ancha fuera del país y sueña con el salto final en una velada más trascendente. Su récord ahora es de 15 triunfos en igual cantidad de presentaciones y 11 de ellos antes del límite.

Su anterior victoria también había sido en Francia, el 1 de julio del año pasado en Evian, en un combate que pareció una película de suspenso con final feliz: derrotó por puntos y en fallo dividido al marfileño Michel Soro en un combate que había dominado claramente.

Y allí fue su primera defensa del título que había conquistado en noviembre de 2016 ante el puertorriqueño Emmanuel de Jesús en González Catán.

Por clarin.com

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