El argentino que peleó en Tailandia con una rodilla rota y ganó por nocaut

Por Fabrizio Soza | Diario Clarín

Los peleadores, sea de la disciplina que sea, tanto profesionales como amateurs, no sienten miedo en su actividad. Esa es una máxima que cabe para todos. Se entrenan y se preparan para ello. Tratan siempre de llegar al 100%, pero muchas veces, se sabe, el calendario, los viajes y las incidencias hacen que esto no pase. Tal fue el caso del argentino Gonzalo Puca, quien peleó en Tailandia, la meca del muay thai, contra un local y con la pierna rota: ganó por un impactante nocaut en el tercero.

Puca es un polirrubro del golpeo. De familia de boxeadores, es púgil de la Federación Argentina de Boxeo y peleó también profesionalmente en kick boxing. Comenzó su carrera en la categoría pluma (57 kilos) y desde hace un tiempo que es mediano (70 kilos). En Argentina se entrena con su padre, boxeador de la vieja guardia del boxeo en la época de esplendor del Luna Park, y también da clases en Neto Boxing Club. En Asia tiene su campamento en la WMC Muaythai Lamai, a donde se presentó en enero por cuarta vez en su carrera.

En el evento fiscalizado por el WMC (World Muaythai Council) Puca le ganó al local Kitipong (del Taling Ngam Muaythai) en el tercer asalto. “Tengo la rodilla rota hace años, el ligamento anterior. Lo que pasa es que antes la podía zafar con kinesiología. La última pelea de Brasil era un buen contrato y buena plata y me sirvió. Nunca me había pasado nada, pero en esa pelea se me salió de lugar y no respondió. En un mes había bajado 10 kilos, creo que hice un mal trabajo y quedé muy débil“, le contaba Puca a Clarín, tras su victoria del pasado 31 de enero en el Samui International Muay Thai Stadium de Ko Samui.

En mayo de 2018 fue el primer argentino en pelear en una de las ligas de muay thai más importantes de Latinoamérica, el Fight Pro de Brasil. El choque principal frente al local Thiago Porto (también peleador de la franquicia WGP de kick boxing) no fue como esperaba y esa vez sí, la rodilla le jugó una mala pasada.

Venía haciendo buenas peleas a pesar de la pierna, pero en Brasil salió mal. Después de esa pelea me quedó como un estigma y me lo quería sacar. Se me había quedado la pierna dormida y no podía hacer nada. No es que me dolía, sino que se sale y no se puede volver a meter. Para el viaje a Tailandia sabía que comiendo y entrenando bien la rodilla me iba a responder. Lo hizo en los entrenamientos y después”, explicó el peleador.

Todo iba bien hasta que en el segundo round (era una pelea pactada a cinco de tres minutos cada uno) “se me salió y se volvió a acomodar“, detalló, aunque eso no lo detuvo en busca de su victoria. “Sentí como un pinchazo, pero como eran cinco rounds, en los primeros dos probé. En el tercero fui a apurar, y se me dio. Lo tiré dos veces pero se seguía parando. Era duro, pero al final cedió y el árbitro tuvo que parar la pelea. Salí rengueando y a la gente le re gustó, sacó fotos y todo“, detalló.

Según contó, lo próximo será operarse de la rodilla. Durante la recuperación se capacitará en su carrera de higiene y seguridad, pero en cuanto pueda salir al ruedo allí estará de nuevo. “Voy a tratar de curarme y poder continuar sin dar más ventaja. Estoy haciendo trabajo de hormiga para tener un cinturón de WMC. Después quiero volver y pelear acá (por Argentina)”, concluyó.

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