Video: El día que La Mole Moli terminó a las patadas en el ring

Imágenes de un catch demasiado mal ensayado, de vergüenzas enfundadas en guantes y sostenidas sobre un ring. Un todo vale patético que tuvo forma de pelea de boxeo, en el club General Paz Juniors, de esta ciudad. Fabio La “Mole” Moli (118,750 kg) defendía el título argentino de los pesados ante Walter Masseroni (104,300), con antecedentes de ofensas cruzadas y palabras picantes que habían servido para condimentar el show. Aunque, visto ahora a la distancia, tal vez actuaron como detonante del bochorno.

Poco había sucedido en términos de vértigo boxístico. Demasiado estudio, algún que otro estiletazo tímido para medir reacciones. Hay un claro cabezazo de Masseroni, pero el árbitro Raúl Ilvento ni se da por enterado cuando correspondía quitarle un punto al infractor.

Ya se habían superado los cinco minutos de pelea y apenas una serie de jabs de izquierda de Moli hallaban la falta de reacción de Masseroni.

Arreció un ataque del campeón que pareció conmover a su rival. Pero el desorden de Moli lo llevó a un descontrol insólito: con una mano imprecisa, a modo de empujón, envió a Masseroni a la lona y, tras golpearlo ilícitamente -en el suelo-, cerró el absurdo con una torpe patada. Ahogado en su propia lentitud, el árbitro quedó como testigo lejano del bochorno.

Inmediatamente, todo se tiñó de imágenes surrealistas. A saber, los segundos de Masseroni irrumpen en el ring e intentan golpear a Moli; los segundos de Moli también suben e increpan a los colaboradores del bonaerense; Moli y Masseroni vuelven a trenzarse ya con patadas y golpes ajenos a los libros que rigen esta actividad; el ring parece no poder soportar el peso de tanta gente, de tanta furia descontrolada…

Separan a los dos boxeadores devenidos peleadores callejeros. Siguen los insultos cruzados entre los pugilistas y los amagos de volver a los golpes son frenados con mucho esfuerzo por gente de seguridad, de la organización y algún que otro curioso.

Vuelan objetos al ring, los 4000 cordobeses presentes están enardecidos por el curso que tomó la noche. Llega el fallo: pelea sin decisión, le indica el referí al anunciador. Determinación inapropiada, si se tiene en cuenta que fue Moli el primero que incursionó en una grave falta, la cual debió ser penada con la descalificación.

Mientras cada uno elegía un blanco para lanzar las culpas, Moli se mostraba casi abstraído de los incidentes. “Demostré que pude, estaba ganando bien esta pelea. Ahora espero que no me suspendan porque eso me quitaría la posibilidad de ir a combatir a los Estados Unidos, que es mi objetivo”, señaló el gigante de Villa del Rosario.

Vaya tarea para el Tribunal de Disciplina de la Federación Argentina de Box (FAB), que tendrá que determinar qué pena les va a caber a los responsables. Aunque el bochorno no tiene más sanción que el repudio.

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