Mike Tyson, salvado por los hongos alucinógenos

Mike Tyson, salvado por los hongos alucinógenos, puede que para muchos, la sola mención de los hongos sea escandalosa, pero para otros como el famoso boxeador “Iron Mike”, representaron la salvación de su vida.

Al menos así lo aseguró el ex campeón de los pesados en la década de los noventas, quien en una entrevista con la agencia Reuters, confesó que vivió una crisis que estuvo a punto de llevarlo a la muerte, y los hongos lo salvaron.

Tyson, señaló que durante gran parte de su vida estuvo “en lucha consigo mismo”, tratando de sobrellevar un malestar psicológico que lo llevó al borde del suicidio, pero que desde que comenzó a ingerir hongos alucinógenos “se ha curado”.

El ex campeón de los pesados, que ya tiene 54 años y el pasado noviembre volvió al ring para una pelea de exhibición contra el también veterano del boxeo Roy Jones, aseguró que está experimentando un renacimiento profesional.

Y que, en su opinión, es el resultado de la exploración mental y espiritual impulsada por los hongos psilocibios, popularmente conocidos como “hongos mágicos” o “alucinógenos”.

“Todos pensaron que estaba loco [cuando] le mordí la oreja a ese tipo”, dijo Tyson, en referencia a la pelea de 1997 en la que le arrancó de un mordisco una sección de la oreja a su contrincante, Evander Holyfield. “Hice todas esas cosas, y una vez que descubrí los hongos… toda mi vida cambió”.

La psilocibina (sustancia que se encuentra en los “hongos mágicos”) produce cambios en la percepción sensorial y desata desinhibición y euforia en algunas personas, en otras puede causar experiencias negativas, como alucinaciones perturbadoras, ansiedad y pánico.

Los efectos varían enormemente en dependencia del individuo, y están influenciados por factores como el estado de ánimo y el metabolismo. Es por ese motivo que los profesionales de la salud no recomiendan su uso fuera de un entorno controlado.

Tyson reconoce que se automedica con esa sustancia y asegura que nunca antes se había sentido mejor.

“Estoy curado”, afirma. “Y pensar dónde estaba antes, casi suicida, comparado con esto de ahora. ¿No es la vida un viaje, hombre? Es una medicina asombrosa, y la gente no lo ve desde esa perspectiva”.

Quizás a manera de justificación, el gran Mike subraya que los seres humanos han estado ingiriendo psicodélicos desde tiempos inmemoriales y que ahora, a medida que los estigmas se disuelven, están empezando a tomarlos en serio como medicina psiquiátrica.

Pero Tyson, no es sólo un asiduo consumidor, con el objetivo de promover su uso, también se asoció con la compañía Wesana Health, que se dedica al estudio de lesiones cerebrales traumáticas en atletas e investiga si la psilocibina impacta de forma positiva en la salud cerebral de los boxeadores.

“Creo que esto es bueno para el mundo”, concluye Tyson. “Tiene que estar disponible para todos”.

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