Silva dominó a Ramírez, retuvo el título y ganó el torneo Superwelter
Fue indiscutible. Alejandro Silva se impuso sobre Diego Ramírez, por puntos, en fallo unánime, tras diez asaltos, y así defendió por tercera ocasión su título argentino superwelter, en el combate estelar de la velada desarrollada el viernes por la noche en el el Centro de Actividades Roberto De Vicenzo, en Berazategui, Buenos Aires, que fue televisada en vivo a través de TyC Sports y TyC Sports Play en su ciclo Boxeo de Primera.
En un encuentro intenso, Silva (ahora 16-0-1, 11 KOs) se repuso a un mejor inicio de Ramírez (23-5-1, 6 KOs) y con autoridad, edificó una amplia victoria. A pesar de que el retador entró mejor boxeando de contragolpe, el apodado “Cuervo” se tomó dos rounds para encontrarle las distancias y la vuelta a la pelea. Siempre tomando la iniciativa y exhibiendo un muy buen estado físico, el campeón sacó la chapa de favorito y llevó permanentemente sobre las cuerdas a su rival, donde combinó sus izquierdas y derechas cruzadas al rostro y en gancho al cuerpo. Con el transcurso del combate fue ganando cada vez más confianza y firmeza. Si bien Ramírez, N° 2 del ranking argentino y que supo ganar en el exterior, buscaba responder desde afuera, no lo encontraba. La mentalidad ganadora, continuidad y contundencia de los impactos fueron la clave para que Silva lo doblegara, y así se llevara la merecida victoria.
Las tarjetas de los jueces expresaron la diferencia, al decretar: Jorge Gorini 96½-94½, Javier Giedo 97-93, y Ángel Gorreri 98-92, todas para Silva, que además se consagró en el torneo de los superwelter y se quedó con la Copa Miguel Castellini.
Luego de un comienzo de estudio, Ramírez sacó ventajas boxeando desde afuera. Con correctos desplazamientos laterales, desde la media y larga distancia eludió los envíos del campeón y filtró sus rápidos y largos jabs diestros seguidos de cross y ascendentes zurdos al mentón. Así, mantenía lejos al invicto que avanzaba agresivo, tomando la iniciativa.
A partir del tercero, y más aún en el cuarto round, Silva encontró la distancia y desde la corta con el retador sobre las cuerdas conectó su derecha cruzada y directa a la mandíbula, emparejando el duelo. Mucho más activo, “El Cuervo” aceleró en el quinto, lo desgastó con ganchos a las costillas, y remató con su cross diestro al rostro de un desafiante que había mermado en su accionar.
Seguro y más afirmado, el campeón lo llevaba contra las sogas. Firme en su ataque, del quinto en adelante repitió su cross diestro y sus ganchos al cuerpo de un “Chacarero” que lo invitaba, pero ya no lo encontraba de contragolpe. Y en varias oportunidades, Silva lo castigó contra una esquina con ráfagas de cross y uppercuts al mentón. Con el correr de los capítulos, la tónica se mantuvo. El campeón tomaba siempre la iniciativa sobre un retador que esperaba responder desde la larga distancia. Pero siempre era Silva quien conectaba los mejores impactos y extendía diferencias. Con Ramírez muy pasivo, “El Cuervo” conservó el ritmo hasta el final y así se llevó un tan amplio como merecedor triunfo.
Así, Silva, que pesó 69,500 kg., defendió por tercera vez el cetro que conquistó el 15 de febrero de 2020 sobre Emiliano Pucheta en fallo unánime, y tras un triunfo sobre Javier Maciel, lo retuvo ante Gabriel Díaz quien lo mordió en el tercer round, motivo por el que fue descalificado, y el 23 de abril al liquidar a Jonathan Sánchez por nocaut técnico en el cuarto en las semifinales. Con la victoria sobre Ramírez (69,800 kg.), que fuera campeón internacional welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ganado en Inglaterra y había dejado en el camino a Nicolás Luques Palacios y a Maico Sommariva, “El Cuervo” se quedó con el torneo, y va por más.
Más allá del duelo estelar, una cartelera con jóvenes valores completo la noche. En el combate semiestelar, desarrollado en categoría mediopesado, Ezequiel Matthysse (79,200 kg. y 3-1, 2 KOs) doblegó a Sergio Carabajal (77,500 kg. y 2-17-4, 1 KO), por puntos, en un amplio fallo unánime, tras seis asaltos, luego de enviarlo al suelo en el tercero. Las tarjetas de los jueces fueron: Javier Geido 59-55, Jorge Gorini 59-54, y Maximiliano Dolce 60-53.
En un encuentro enredado, Matthysse sacó diferencias lógicas gracias a su mejor boxeo, mayor potencia y envergadura física. Con un estilo más pulcro, desde la media y larga distancia conectó sus jabs diestros y cross zurdos que impactaban con claridad en el rostro de su oponente. Carabajal, en tanto, apelaba a constantes agarres y abrazos buscando cortarle continuidad. Y por momentos lo conseguía.
Sin embargo, los golpes plenos eran siempre del joven chubutense. Su poderío físico dejó al desnudo las diferencias tanto técnicas como físicas con un adversario que poco podía hacer para contrarrestarlo, más allá de ensuciar la pelea. Luego de una acción confusa en el segundo round donde el árbitro le contó a Carabajal pero luego rectificó la cuenta -al considerarlo golpe bajo de Matthysse-, en el tercero el joven prospecto descargó dos izquierdas al mentón que lo hicieron poner rodilla en suelo, ahora sí con cuenta de Antonio Zaragoza.
A pesar de su amplia superioridad, las artimañas de su rival no le permitían construir ni sentirse cómodo. Más allá de las desprolijidades, y yerros de ambos, Matthysse fue siempre el único que proponía. Cuando encontró la distancia, su punzante izquierda llegó siempre plena al rostro rival. Por eso, al sonar la campana definitiva, no había dudas del ganador, a pesar de que el perdedor celebró llegar de pie al final.
En categoría pluma, el debutante Agustín Vergara (57,100 kg. y 1-0, 1 KO), ex integrante de la selección nacional, despachó a Ricardo Chávez (56,200 kg. y 1-1), por nocaut técnico en el tercer round, luego de ocasionarle una cuenta de pie en el segundo, hasta que el árbitro Carlos Gómez decretó el final en el tercero.
En división supermediano, Santiago Fernández (73,600 kg. y 2-0-1, 2 KOs) se deshizo del debutante Walter Ramírez (73,600 kg. y 0-1), por nocaut técnico en el segundo round, luego de enviarlo al suelo en el primero y nuevamente en el segundo, hasta que el árbitro Antonio Zaragoza detuvo el pleito.
Finalmente, en peso superpluma, Laureano Sciuto (58,900 kg. y 3-0, 2 KOs) dio cuenta de Daniel Zabala (58,600 kg. y 0-3), por nocaut técnico en el cuarto capítulo, luego de ocasionarle una cuenta de pie en el segundo, otra en el cuarto, y que en la acción siguiente el árbitro Adrián Ayunta señalara el final.