La solidez de Yordenis Ugás pudo más que la experiencia de Manny Pacquiao
Manny Pacquiao tenía un sueño: convertirse en el primer boxeador en consagrarse campeón en cuatro décadas distintas. A los 42 años, el filipino buscaba anotarse en un tomo inédito de los libros más importantes de este deporte. Pero su deseo no prosperó.
En Las Vegas, la solidez de Yordenis Ugás pesó más que la experiencia del apodado Pac Man y la victoria, por puntos, quedó en manos del cubano, quien conservó el título de supercampeón welter de la Asociación Mundial de Boxeo.
Fue un combate a todas luces cerrado el que se llevó a cabo en la madrugada de este domingo en el T-Mobile Arena de Las Vegas. Con sus modos y sus armas, ambos intentaron lastimar hasta donde su rival los dejó. Finalmente, prevaleció el cubano. Las tarjetas dieron vencedor a Ugás, en fallo unánime, por 115-113, 116-112 y 116-112.
La diferencia entre ambos fue mínima, quizás menor a la que marcaron las tarjetas de una pelea que contó con distintos matices. Pasó del entusiasmo de Pacquiao al comienzo, al avance progresivo de la confianza de Ugás. En medio, se vieron momentos muy buenos. Con ausencia de manos potentes y de caídas, pero grandiosos al fin.
“Siento mucho respeto por Pacquiao, pero vine a demostrar quién es el campeón de la WBA (AMB, por sus siglas en español)”, afirmó el vencedor al finalizar la pelea.
El filipino dijo que ahora “será tiempo de relajarse”, por lo que continúan las dudas sobre su futuro deportivo. De hecho, sostuvo que en breve hará un anuncio sobre la carrera política que comenzó en los últimos años en su país.
El combate fue parejo en Las Vegas (Foto: EFE/EPA/ETIENNE LAURENT)
Pacquiao salió decidido a atacar a un rival con mayor estatura y alcance de brazos, mientras el cubano intentaba conservar la distancia. Sin embargo, el filipino, escurridizo, se filtró en varias oportunidades con buenas combinaciones y, sin ser contundente, impuso las condiciones en el inicio.
En el segundo el combate se niveló. Pac Man no estuvo tan certero como el apodado “54 Milagros”, quien afinó la puntería, acertó al cuerpo y a la cabeza de su rival en dosis similares, y se quedó con el asalto.
Con las cartas sobre la mesa, la cautela invadió el ring durante los dos primeros minutos del tercer round. Hasta que Pacquiao hizo estallar su mano izquierda sobre la humanidad del cubano, quien sorteó bien la situación con una buena defensa.
El cuarto capítulo mostró a un Ugás muy activo, encontrando espacios con cierta comodidad y conectando con frecuencia, con manos directas y punzantes. Pacquiao lució un tanto desconcertado hasta el cierre del quinto round, cuando se prendió en un intenso y emotivo golpe por golpe con su rival. Al llegar a la mitad de la contienda, quedó claro que la paridad iba a ser una constante.
La segunda mitad
La distancia continuó siendo el problema del filipino. Ugás le cerró todos los caminos con una postura sólida. Así, gran parte de los intentos de Pacquiao se diluyeron en el aire. El séptimo, el octavo y el noveno asalto tuvieron un panorama similar, pero con una leve supremacía del cubano, quien acertó los golpes más claros.
A partir del décimo round, ante la necesidad de comenzar a descontar puntos en las tarjetas, Manny se puso a la obra, pero pese al intento final, no le alcanzó. Y el que celebró fue Ugás.
El cubano alcanzó así la victoria número 27 de su trayectoria (12 fueron por KO). Su récord se completa con 4 derrotas, ninguna de ellas por la vía rápida. Pacquiao, por su parte, sumó la octava derrota de su campaña (3 de ellas fueron por KO). Su registro personal también comprende 62 victorias (39 KOs) y 2 empates.
El centroamericano conservó su corona welter AMB (Foto: AP Photo/John Locher)
Rivales inesperados
Los caminos profesionales de Pacquiao y Ugás estaban entrelazados en la previa de esta contienda, pero no debían cruzarse en la noche de este domingo.
Es que el rival del filipino debía ser Errol Spence Jr, dueño de los cinturones welter de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Sin embargo, el boxeador estadounidense se bajó de la contienda porque tuvo que ser operado a causa de un desprendimiento de retina en su ojo izquierdo.
Allí apareció la figura de Ugas, quien poseía el título de la Asociación Mundial de Boxeo que Pacquiao dejó vacante por no presentarse durante los últimos dos años. El cubano, a su vez, tenía previsto enfrentar en esta velada a Fabián “TNT” Maidana, pero el hermano de Marcos Chino Maidana sufrió un corte en un entrenamiento y también tuvo que desistir de pelear.
Llegaban con idéntica racha
Tanto Pacquiao como Ugás arribaron a esta pelea con el mismo récord positivo de tres victorias consecutivas, aunque a favor del centroamericano podía contarse que su actividad fue más reciente que la del filipino, quien no peleaba desde el 20 de julio de 2019, cuando le ganó por puntos al estadounidense Keith Thuran, también en las Vegas.
Previamente, Pac Man había vencido al invicto estadounidense Adrien Broner, por puntos, en Las Vegas, el 19 de enero de 2019, y al argentino Lucas Matthysse, por nocaut técnico, el 15 de julio de 2018, en Malasia.
La racha positiva de Pacquiao comenzó ante Matthyse en Malasia (Foto AP)
Luego, Pacquiao profundizó su carrera política. Después de ser elegido como como senador nacional, fue designado también presidente del partido gobernante filipino PDP-Lanban. Además, es un potencial candidato a la presidencia de su país, en mayo de 2022.
Su última derrota dentro de un cuadrilátero se produjo el 2 de julio de 2017 frente al australiano Jeff Horn, por puntos, en Brisbane.
Por el lado de Ugás, su racha positiva incluyó a pugilistas estadounidenses. Después de caer con Shawn Porter en Carlson, el 9 de marzo de 2019, el cubano derrotó a Víctor Figueroa Jr, también el 20 de julio de ese año. En 2020, en tanto, venció a Mike Dallas y Abel Ramos, ante quien se calzó el cinturón que puso en juego esta noche en Las Vegas.