¿Por qué se celebra el día del Boxeador Argentino?

El 14 de septiembre de 1923, en el Polo Ground de Nueva York, el argentino de Junín, Luis Ángel Firpo, enfrentó al campeón mundial de los pesos pesados Jack Dempsey, uno de los más fuertes pegadores de la historia del boxeo.

El boxeo en Argentina todavía no era un deporte popular, e incluso en muchas partes del país estaba prohibido. Firpo era un púgil limitado técnicamente, pero fuerte y muy inteligente. En una pelea vibrante, que hasta el día de hoy está considerada entre las 10 mejores de todos los tiempos, Firpo cayó 7 veces en 2 rounds, pero también arrojó afuera del ring al campeón, con una tremenda derecha. El tiempo que tardó Dempsey en volver al ring todavía hoy se discute. Los expertos dicen que la filmación fue cortada y editada, pero que en realidad los segundos que pasaron fueron muchos más.

Faltaban todavía 30 años para que haya televisión, y la radio era una tecnología nueva que casi nadie tenía. Por eso en Buenos Aires muchas personas se juntaron en las afueras del diario La Prensa, en donde por telégrafo se recibían reportes de la pelea.

Cuando se informó que Firpo había tirado del ring a Dempsey, muchos se fueron de fiesta, y se enteraron recién al día siguiente del resultado final del combate.

Firpo, antes de volver a Argentina, compró los derechos de la pelea, y una vez en su país se la vendió a los cines. Se calcula que ganó mucho más dinero con esto que lo que había cobrado como bolsa por el combate. El “toro salvaje de las pampas” compró campos en su zona natal, y luego de su retiro del boxeo vivió en la riqueza hasta su muerte en 1960.

Hasta el día de hoy, ningún argentino estuvo tan cerca de alzarse con el Título Mundial Pesado.

Por la gesta de Firpo, por su coraje y su inteligencia, hoy se celebra el día del boxeador argentino.

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