Anthony Joshua vs. Oleksandr Usyk, Tyson Fury vs. Deontay Wilder 3: la división de peso pesado en el centro de atención

Cuatro boxeadores, cuatro títulos, dos peleas, una división. La categoría de peso pesado, la más famosa en la historia del boxeo, toma el centro de atención en las próximas semanas mientras busca aclarar su panorama en busca, posiblemente, de su primer monarca indiscutido en la era de los cuatro cinturones desde 1988.

La división no ha parado de generar titulares y acaparar las primeras planas a través del último año, a pesar de la pandemia de Covid que detuvo la acción por un tiempo y estropeo muchos planes. No obstante, la acción sobre el ring no es equitativa a las palabras pronunciadas sobre la división.

Hasta ahora.

Las peleas Anthony Joshua vs. Oleksandr Usyk este sábado 25 de septiembre y Tyson Fury vs. Deontay Wilder el 9 de octubre por fin ponen la acción en marcha en el tope de los pesos completos, y las expectativas son enormes. Más de 60,000 personas se esperan para el combate con sabor europeo entre Joshua y Usyk en el Tottenham Hotspur Stadium, mientras que Fury-Wilder 3 debe poner fin a la rivalidad entre el monarca británico y el artista del KO estadounidense que se extiende a finales de 2018.

Para Joshua (24-1, 22 KOs), quien expone sus cetros AMB/FIB/OMB vs. Usyk, es su segunda pelea en la era de Covid. AJ lució dominante cuando noqueó a Kubrat Pulev en el noveno asalto en su pelea más reciente a finales de 2020, y luce lejos de ser el boxeador desencantado que fue sorprendido por Andy Ruiz Jr. en el verano de 2019.

Con Joshua luciendo en forma, el reto de Usyk parece mayor, a pesar de los logros obtenidos y la reputación excelente que tiene el boxeador ucraniano. Usyk (18-0, 13 KO) es un exmedallista de oro olímpico que unificó las cuatro correas en el peso crucero antes de subir a la división de peso pesado, donde siempre tuvo a Joshua en la mira. Tiene su oportunidad tras solo dos peleas en la división, victorias por decisión sobre Chazz Witherspoon en octubre de 2019 y Dereck Chisora un año más tarde.

Aunque Usyk es un desvalido ante Joshua, el ucraniano tiene la habilidad y técnica para complicar al monarca británico, aunque la diferencia en tamaño y fuerza claramente le dan una ventaja al campeón. Sin embargo, no hay duda de que Usyk presenta un reto único y de nombre que le suma valor al curriculum de Joshua.

Eso es en Europa. En Las Vegas, dos semanas después de que Joshua y Usyk resuelvan su disputa, Fury y Wilder se vuelven a ver para ponerle fin a su trilogía involucrando el título del CMB.

Decir que el camino a Fury-Wilder 3 ha sido complicado seria minimizar el logro de que la pelea se materialice. Tras un empate emocionante en su primera pelea en diciembre de 2018 que dejó en claro el boxeo superior de Fury y el poder de Wilder, la revancha en febrero de 2020 confirmó esas distinciones con Fury logrando detener a Wilder con un TKO en el séptimo asalto; ninguno de los dos ha peleado desde entonces.

El dominio de Fury en esa pelea dejó al descubierto las debilidades de Wilder en su boxeo, y un posible estado mental inestable a raíz de la paliza recibida. También le robó importancia y atracción a la pelea de trilogía, lo cual le abrió la puerta a Fury para considerar sus opciones como monarca del CMB. Esa puerta tuvo a Joshua del otro lado, y por un tiempo en medio de la pandemia, pareció que tendríamos el combate entre los boxeadores ingleses para definir un campeón de peso pesado indiscutido, el primero con las cuatro correas en la era de los cuatro cinturones (desde 1986).

Ese enfrentamiento Joshua-Fury habría sido la pelea más grande de 2021 y una de las más grandes en el peso y en el boxeo en general en mucho tiempo. Y aunque no se pudo materializar gracias en parte a la demanda presentada por Wilder que le aseguró una oportunidad más contra Fury, la expectativa es que si ambos monarcas ganan, tendremos la tan ansiada batalla por el campeonato indiscutido en algún momento de 2022; mucho del trabajo para hacer realidad el pareo de ensueño entre las partes involucradas ya se hizo, y está en Eddie Hearn de Matchroom y Bob Arum de Top Rank, entre otros, para hacerlo realidad.

Claro, Usyk y Wilder podrían arruinar esos planes de lograr sorprender en sus combates respectivos, lo que causaría caos e incertidumbre en una división que no cuenta con un campeón indiscutido desde el británico Lennox Lewis en el 2000. No cabe duda de que los ingleses Joshua y Fury son el lado A en sus peleas, y la esperanza (y expectativas) es que sean ellos dos los que batellen por las cuatro correas eventualmente; cualquier otro pareo, aunque interesenta en papel, se quedaría corto al lado del posible encuentro de boxeadores británicos, aunque la posibilidad de las cuatro fajas en juego agrega interés.

De cualquier forma, para eso todavía falta. Primero tendremos una semifinal de facto en la división más histórica del boxeo, y aunque quizás tengamos que cruzar los dedos para obtener un campeonato indiscutido eventualmente, por ahora podemos contentarnos con tener a los cuatro pesos pesados de mayor nombre en el mundo de vuelta en el ring, con la mirada puesta fija entre ellos a ver quien parpadea primero.

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