Mike Tyson recordó sus combates callejeros a los 12 años: “Peleaba con los niños y luego con sus padres”

Mike Tyson supo ser uno de los boxeadores más temidos del mundo. Pero antes de subirse al ring, ya era uno de los jóvenes más temidos de las calles de Brooklyn durante la década del 70. Allí solía pasar sus tardes rodeado de pandillas que lo incentivaban a cometer delitos y a pelear para deleitar al insipiente público que se acercaba a ver a este joven que no superaba los 12 años y ya noqueaba a cualquier oponente.

“Nunca soñé con salir de Nueva York, era imposible. Soñaba con vivir ahí, robar y morir en la misma cuadra en donde nací”, comentó en una entrevista realizada por Valuetainment. El ex campeón mundial que marcó el boxeo a finales de los 80 y principios de los 90 recordó cómo fue su infancia, en donde las malas influencias estaban en cada rincón y él parecía ser una clase de esponja que las absorbía todos.

Entre los 9 y los 12 años se dedicaba a patear las veredas del barrio de Brownsville buscando problemas y para ese entonces su físico ya era mucho más grande que el de los jóvenes de su edad: “Me di cuenta que era más fuerte que el resto cuando los tipos más duros y los criminales del barrio querían estar conmigo. Me unían a sus pandillas. Siempre me decían “ve por él, sácale el reloj, o el bolso, esto o aquello” y de eso se trataba”.

Así, antes de ser un luchador en el cuadrilátero, supo ser un luchador de la calle: “Siempre por dinero. Tenía tres o cuatro peleas por día”, contó sobre aquella etapa y agregó: “Esto era a los 9, 10 y 11 años. Esto era natural. Yo estaba hecho para eso, para pelear”.

En noviembre Mike Tyson fue protagonista de un combate de exhibición ante Roy Jones, Jr. (USA TODAY Sports)En noviembre Mike Tyson fue protagonista de un combate de exhibición ante Roy Jones, Jr. (USA TODAY Sports)

Aparentemente su talento para noquear lo llevaba desde niño: “Tenía este tamaño a los 12 años, pesaba 90 kilos a los 12 años”. En la charla recordó también un episodio que le sucedió una vez y que denota la potencia que tenía en sus puños: “Peleaba con unos niños y luego con sus padres. Lo digo en serio. Alguna vez los golpeé demasiado fuerte, estaban llorando, se fueron a casa y buscaron a su padre. Entonces peleé con su padre”. Ante la sorpresa del entrevistador, sostuvo: “Mi familia era violenta, yo soy violento. Es así”.

Por aquel entonces, junto a las pandillas de la zona Tyson robaba a los peatones pero a veces también casas, hasta que un día fue detenido y su vida cambió: “Estaba en una especie de correccional y estábamos viendo la película The Greatest (la biografía de Muhammad Ali), era el año 77 o 78 y cuando se encendieron las luces apareció Muhammad Ali. Estaba allí. Por alguna razón dije: ‘Quiero ser como él’. De allí fui a otro lugar, para chicos más malos, en donde había un sujeto que hacía boxeo y me enseñó cómo boxear. Un día le rompí la nariz y se enojó. Su esposa no quería que boxee más. Así que me llevó a conocer a un gran entrenador, Cus D’Amato. Y por eso estoy aquí ahora”.

La vida de Tyson dio un giro al incursionar en el boxeo y se convirtió en el campeón mundial más joven de la historia. Además, se transformó en uno de los púgiles más temidos de todos los tiempos y el propio Ali llegó a nombrarlo como su “heredero”.

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