Bengala, la reinvención artística de Sergio ‘Maravilla’ Martínez

Por Infobae

Madrid, 8 oct (EFE).- “La tentación es más grande que la lealtad”. Esta frase que resuena en la voz de Sergio ‘Maravilla’ Martínez sobre el escenario resume a la perfección lo que supone ‘Bengala’, una exhibición de boxeo sobre el escenario convertida en pieza teatral en la reinvención artística del deportista argentino.
Sergio Martínez (Quilmes, Buenos Aires; 1975) es una leyenda del boxeo. Varios campeonatos mundiales así lo acreditan. También peleas legendarias, como aquella ante el irlandés Matthew Macklin en el Madison Square de Nueva York o frente al mexicano Julio César Chávez Júnior en Las Vegas.
Con una parte de la mente puesta en el ring, y con el objetivo en 2022 de volver a ser campeón del mundo, la otra vida de ‘Maravilla’ Martínez reside sobre las tablas. En los Teatros Luchana de Madrid representa, como único actor sobre el escenario, ‘Bengala’.
“Es una exhibición de boxeo muy buena y una pieza teatral con un trabajo muy fino por parte de la dirección. Es una obra dura, dolorosa, que tiene toques de humor, comedia y de drama, como la vida de cualquier persona. Está centrado en la cabeza de un boxeador con muchos inconvenientes en su vida, adicciones y violencia”, confiesa a EFE el actor y deportista argentino.
“Es un hombre que lucha contra sus fantasmas boxeando y, de hecho, interpreto a ocho personajes a lo largo de la obra. Es todo ficción. Dista mucho de mi vida, ambiciones y sueños, pero es muy atractivo porque como actor interpreto una vida que no se parece en nada a la que llevo”, confiesa.
Con la dirección de Adrián Navarro, uno de los grandes actores de Argentina, la obra escrita por Alfredo Megna narra el paso de la vida de un boxeador que ve transcurrir los asaltos de una pelea que le acerca a un final inesperado.
“No está muy lejos el actor del boxeador. Si uno sabe actuar sabe boxear. Cuando estás boxeando estás trabajando para machacar a tu rival y uno no mide si el rival cae desvanecido o no. Cuando termina el combate hay un abrazo de por medio. Todo lo que parecía en la previa y durante el combate se olvida. Fue todo fingido. Hay mucho de mentira y de actuación. No estamos tan lejos los boxeadores de los actores”, subraya.
Sergio ‘Maravilla’ Martínez se formó en Argentina, entre otros, con Laila Duschatzky, a quien reconoce como una de sus mentoras. Con ella aprendió el lenguaje de la dramatización para salir a un escenario y saber transmitir las sensaciones de manera creíble. Su punto de partida y el amor por este nuevo oficio llegó con los monólogos de la Paramount Comedy.
“Impone mucho más el teatro que el ring porque el público te mira en silencio como una lupa, como si te estuvieran analizando. Trato de que no se noten los errores y es más difícil porque en el boxeo se puede enmascarar con dos puñetazos. Cada obra es un desafío personal y hay que saber medirlo siempre con el público”, apunta.
Sergio ‘Maravilla’ Martínez ahora actúa en el centro de Madrid, ciudad donde con una cultura muy marcada de teatro dramático, musicales y salas de entretenimiento y monólogos. En el futuro, a corto plazo, sueña con llevar este ‘Bengala’ a Buenos Aires, a algunas salas de la calle Corrientes.
“Es muy difícil sacar adelante un proyecto teatral pero se compensa con otras cosas. La felicidad que te da el escenario no tiene precio”, confiesa el deportista argentino, al que no le llama la atención dirigir ni estar detrás de la cámara.
“Sí me gusta estar delante. De hecho ahora voy a hacer un cortometraje en Madrid y una película en Argentina. Ser actor es una enorme responsabilidad y si además eres conocido más. Las cosas que hago mucha gente las mira y algunos jóvenes quieren seguir mis pasos, por eso si meto la pata otros pueden hacerlo también. Yo siempre pienso en una frase de José Larralde: “Para que el barro no salpique anda despacio”, declara citando al poeta y cantautor argentino.
Sergio, consciente del camino que le queda por recorrer como actor, sabe que su condición de leyenda del boxeo no vale sobre el escenario. Su discurso es humilde y su respeto a la profesión enorme. En cada función de ‘Bengala’ lo da todo. “Llego a perder cerca de dos kilos en cada representación”, afirma. Del boxeo a la interpretación, una reinvención maravillosa siempre en busca del aplauso del respetable.
David Ramiro

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