“Vino para ensuciarme la pelea”: Deontay Wilder criticó la estrategia usada por Tyson Fury

Por Sebastian Acosta – Minuto D

Luego de tanta espera, finalmente la trilogía con Deontay Wilder ha desembocado en la confirmación de Tyson Fury como monarca de la máxima categoría del Consejo Mundial de Boxeo y de la revista “The Ring”. El estadounidense no pudo someter al campeón a pesar de haberlo enviado a la lona en dos ocasiones y sucumbió en el undécimo round con un nocaut que lo hizo pasar por la revisación médica en lugar de presentarse a la conferencia.

Y es que “The Bronze Bomber” recibió impactos de mucha potencia por parte de “Gipsy King” que lo hicieron caer en repetidas veces. Incluso no parecía que el combate fuera a llegar casi hasta el final. No obstante, no fue solo esto lo que influyó en su derrota, sino también la manera en la que Tyson Fury hizo uso de su diferencia de pesaje para cansarlo.

La estrategia del boxeador inglés fue simplemente lanzar todo el peso de su cuerpo sobre el retador, que, poco a poco, comenzó a perder la energía de sus piernas y, por consiguiente, movilidad. Por ello, el medallista olímpico de Pekín 2008, que tiene actualmente 238 libras, criticó al británico minutos después de finalizada la pelea.

“Sé que no llegó en 277 libras para ser un bailarín de ballet. Vino para recargarse en mí, ensuciarme la pelea, y tuvo éxito”.

El siguiente objetivo del Rey de los gitanos

El espectáculo que dio Tyson Fury en la T-Mobile Arena de Nevada fue muy bueno. Tanto que incluso él mismo lo celebró con una canción y adelantó su próximo desafío. Como era de esperarse, el ganador del combate iba a tener a Oleksandr Usyk en la mira debido a que el ucraniano ostenta los otros tres títulos de la categoría.

No obstante, el campeón de la AMB (súper), FIB y OMB tiene otras responsabilidades antes de ir por la completa unificación del peso pesado. Su plan sería respetar su promesa y tener su primera defensa contra “AJ, por lo que le daría la revancha –ya lo había vencido por decisión unánime el 25 de septiembre en el Tottenham Hotspur Stadium de Londres–.

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