Katie Taylor se centra en Serrano, pero luego quiere a McCaskill y Cameron
Katie Taylor puede estar más cerca de la jubilación que lejos de ella en este momento de su carrera condecorada, pero eso no significa que tenga planes de marcharse.
La campeona indiscutible de peso ligero femenino está completamente enfocada en Serrano, quien ganó el título en siete divisiones, ya que están programadas para enfrentarse en abril en el Madison Square Garden en la ciudad de Nueva York. La pelea se anuncia como la pelea de boxeo de mujeres más grande en una generación y sería copromovida por Eddie Hearn, el promotor de Taylor, y Jake Paul, el asesor comercial de Serrano.
Taylor (20-0, 6 KOs) dice que no estará satisfecha con una victoria sobre Serrano (42-1-1, 30 KOs) y agradecería peleas de unificación en 140 y 147 a finales de este año.
“Fuera de Serrano, tienes a [la campeona indiscutible de peso welter] Jessica McCaskill o [la titular de las 140 libras del CMB/FIB] Chantelle Cameron, si pelea contra [la titular de las 140 libras de la AMB/OMB] Kali Reis y se vuelve indiscutible en el peso welter junior”, Taylor le dijo a ESPN. “Estos son los tipos de nombres que podrían generar peleas enormes, enormes. Estas son súper peleas, no solo en el boxeo femenino sino en el boxeo en general.
“La atención que peleas como esas podrían atraer al deporte sería irreal, así que creo que este podría ser un año muy histórico para mí”.
Taylor, Bray, Irlanda, ha sido una especie de ícono para el boxeo femenino desde que ganó el oro olímpico en 2012 y se convirtió en profesional en 2016. Ahora, a los 35 años, Taylor admite que su ventana para competir en el nivel más elitista del deporte se está cerrando. Pero no está de acuerdo con quienes la siguen molestando con preguntas sobre la jubilación.
“Sin embargo, tengo 35 años y sé que esta es una carrera corta”, dijo Taylor. “Pero quiero aprovecharlo al máximo, y realmente siento que la gente no ha visto lo mejor de mí. Siento que estos próximos años de mi carrera serán los mejores hasta ahora.
“Definitivamente entiendo que no puedo hacer esto para siempre, desafortunadamente, por mucho que me encantaría. Mucha gente ha hablado de mi jubilación en los últimos meses. Cuando me preguntan al respecto, solo respondo cortésmente, supongo, pero por dentro se me revuelve el estómago”.