Klitschko, alcalde de Kiev, tomará las armas: “No queda otra opción”

En el año 2005, todavía siendo campeón mundial de boxeo, Vitali Klitschko (50 años) se involucró de manera activa en la política de Ucrania. En el año 2010 fundó su propio partido, Alianza Democrática Ucraniana para la Reforma (UDAR) y en 2012 dejó el deporte profesional al pasar a formar parte del parlamento de su país. Desde el año 2014, dejó ese cargo para ser el alcalde de Kiev (lee la entrevistas a Klitschko que AS le hizo antes de la final de la Champions de 2018). Vitali, sin duda, está viviendo sus peores horas como político. Él su hermano menor, Wladimir (45 años), se han mostrado muy activos en redes sociales desde el ataque de Rusia a su país y este jueves por la tarde, Vitali anunció que tomará las armas: “Esto ya es una guerra sangrienta. No me queda otra opción”, apuntó en ITV.

De Vitali no se habían visto imágenes, pero Wladimir (que también fue campeón mundial de boxeo) había aparecido en sus redes sociales mostrando como estaba aprendiendo a utilizar armamento de guerra por si era necesario. Antes de esas declaraciones, ambos utilizaron sus redes sociales para intentar implicar a otros países y mandar un mensaje a la población. “Hago un llamamiento a todos los socios internacionales para que vean la tragedia que está ocurriendo. Esta guerra sin sentido no tendrá ganadores, solo perdedores. Debemos permanecer unidos contra esta agresión. No dejes que sigan pasando en Ucrania, no dejes que pase en Europa. Apoya a Ucrania“, apuntaron en un vídeo.

Vitali y Wladimir fueron los grandes dominadores del peso pesado durante los primeros años de este siglo. Vitali alzó su primer Mundial en 1999 y lo perdió un año después. En 2002 le pasó lo mismo, pero desde 2004 hasta su retirada en 2012 fue campeón y nunca perdió (tuvo un parón competitivo de 2004 a 2008). Por su parte, Wladimir logró una machada mayor: fue monarca de 2005 a 2015 (se retiró en 2017 tras perder contra Joshua). Más de una década de dominio de los Klitschko, quienes se repartieron los cinturones y fueron acabando con todos los retadores que salían. El combate entre ambos hermanos siempre fue soñado por la afición, pero en ningún momento los púgiles se lo plantearon.

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