Braian Suárez liquidó a Palacio en una batalla; noquearon José Rosa y Pablo Corzo en el Luna Park
La noche en el mítico escenario porteño estuvo plagada de nocauts. El campeón latino mediopesado de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), el invicto noqueador Braian Suárez, liquidó a Durval Palacio, por nocaut técnico en el séptimo asalto, y así conquistó el título latino plata mediopesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que se encuentra vacante, en uno de los combates estelares de la velada desarrollada el sábado por la noche en el estadio Luna Park, en la ciudad de Buenos Aires, televisada en vivo a través de TyC Sports y TyC Sports Play en su ciclo Boxeo de Primera.
En los restantes combates titulares, el invicto noqueador Pablo Corzo despachó al ecuatoriano Roger Guerrero, por nocaut técnico en el tercer round, y así obtuvo el título fedelatin supermediano de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), que se encontraba vacante. Y el también imbatido pegador José Rosa dio cuenta de Santiago Sánchez, por nocaut técnico en el tercer round, y así se quedó con el título fedelatin welter AMB, que se encontraba vacante.
La pelea fue una verdadera batalla. Suárez (79,350 kg. y 17-0, 16 KOs),actual N° 15 del ranking mundial mediopesado OMB y N° 1 del ranking argentino, que fuera campeón argentino mediopesado, además de doble monarca fedebol AMB, debió reponerse a un inicio adverso para sacarse de encima a Palacio (78,650 kg. y 9-2, 6 KOs), que terminó duramente lastimado. En el mismo primer round, el invicto y favorito se fue a la lona. Tras ello, se repuso en los siguientes pero en cada capítulo ambos conectaban con claridad. La diferencia estaba en la potencia y justeza de los envíos de Suárez. No obstante, el ritmo era cambiante, y el apodado “Bombardero” aún complicaba con sus boleados y cruzados arriba. Dentro de esa paridad, la mayor línea técnica del bonaerense se hizo sentir. Ya en el cuarto, la resistencia del salteño mermó. Seguro, Suárez seguía avanzando. Combinaba sus jabs, cruzados y ascendentes al rostro, con sus ganchos al cuerpo. Tan es así que en el quinto round, se lo llevó por delante y sobre las cuerdas a puro gancho al cuerpo y ascendente al rostro, enviándolo a la lona. Si bien en el sexto recibió el descuento de un punto por un golpe en la nuca, la victoria parecía ir encaminándose para el bonaerense. Y en el séptimo, lo puso contra las sogas donde castigó a placer a un rival conmovido y con su rostro visiblemente inflamado, por lo que el árbitro Gerardo Poggi señaló correctamente el final a los 54 segundos del episodio.
La primera sorpresa llegó en el round inicial. Cuando se cruzaban en la corta distancia, Palacio anticipó un cruce y filtró su cross diestro prácticamente al oído, con que envió a Suárez a la lona. Repuesto, en el segundo el invicto combinó sus potentes cruzados y uppercuts diestros al mentón, pero seguía recibiendo. En el tercero Palacio reapareció. Sus boleados y cruzados de contragolpe encontraban destino en el favorito.
Ya en el cuarto, el ritmo de Palacio parecía mermar. Sin embargo, se las seguía ingeniando para responder de afuera con ráfagas de cross y boleado arriba. Pero Suárez estaba más sólido. En el quinto, el invicto se lo llevó por delante y con una intensa combinación al cuerpo y rostro, lo envió duramente contra las cuerdas, haciéndolo rebotar y prácticamente caer, por lo que llegó la cuenta. El resultado se veía venir. Más allá del descuento de punto en el sexto por golpear en la nuca, el bonaerense lastimaba al salteño.
Con todo a su favor, Suárez lo castigó a placer en el séptimo. Lo puso contra las cuerdas y a pura potencia lo conectó cuanto quiso sobre el rostro y cuerpo de un Palacio que se caía solo entre las cuerdas, por lo que Poggi se interpuso y decretó correctamente el fuera de combate.
A los 30 años, Suárez, que se deshizo de nombres como Hernán Pérez, Walter Sequeira y César Reynoso, y llegaba del 20 de noviembre despachar al colombiano Juan Boada en tres rounds para conquistar su título latino OMB en la reapertura del Luna Park. Y hoy, volvió a noquear.
El invicto pegador José Rosa (66,650 kg. y 13-0, 11 KOs) fulminó a Santiago Sánchez (65,850 kg. y 8-4, 4 KOs), por nocaut técnico en el tercer asalto, y así conquistó el título fedelatin welter AMB, que se encontraba vacante.
Rosa, actual campeón título latino superligero CMB y N° 8 del ranking argentino superligero, fue sumamente superior a Sánchez, que hizo lo que pudo. Desde la primera campana, el invicto riojano tomó el centro del ring. Con su mayor alcance de brazos y velocidad, filtró contundentes envíos rectos y cruzados al rostro. Su potencia se hacía sentir sobre el rostro del bonaerense.
Seguro, con la frescura que lo caracteriza, el apodado “Sansón” aceleró en el tercer round. Con determinación, distribuyó el castigo al cuerpo con sus ganchos y al rostro con profundas derechas e izquierdas cruzadas y ascendentes al mentón de su maltrecho oponente. Cada embate, acusaba marcado recibo en Sánchez. Por eso, tras una nueva ráfaga que dejó conmovido al bonaerense, el árbitro Hernán Guajardo señaló el final a los 2’:40” del episodio.
Con 22 años, Rosa es una de las jóvenes sensaciones del boxeo nacional. Vencedor de cada rival desde su debut en 2021, se afirma como un nombre con proyección a seguir.
El invicto noqueador Pablo Corzo (75,650 kg. y 10-0, 10 KOs) liquidó al ecuatoriano Roger Guerrero (76,150 kg. y 17-3-1, 10 KOs), y conquistó el título fedelatin supermediano AMB, que se encontraba vacante.
Rápidamente Corzo, N° 2 del ranking argentino mediopesado, se adueñó del ring. Tomó la iniciativa y filtró largas combinaciones de jab zurdo seguido de cross diestro al mentón. Mientras Guerrero rehuía de los cruces, el joven catamarqueño acortaba las distancias y lo corría por el ring. Por momentos, tenía más desgaste de piernas que de brazos. Hasta que lo alcanzaba, y lo lastimaba.
Sumamente superior, el apodado “Pacman” aceleró el ritmo en el tercero. Sus profundas derechas cruzadas y ascendentes al mentón eran una pesadilla para el ecuatoriano. Todo impacto lanzado encontraba claro destino. Incluso por momentos, Guerrero miraba a su rincón en clara señal de dudas sobre su continuidad. Con todo a su favor, Corzo fue por la definición y tras una nueva ráfaga de cross y uppercut a la mejilla, la esquina ecuatoriana arrojó la toalla, obligando al árbitro Gustavo Tomas a señalar el final, al 1’:38” del capítulo.
Con solo 21 años, noqueó a cada rival desde su debut en 2021. Y ahora, apuesta por más.