Parte de guerra: Kiko, doce puntos de sutura, Warrington, fractura de mandíbula

El gran campeón Kiko Martínez perdió ayer su título mundial con una desafortunada actuación arbitral que no impidió los irregulares cabezazos y acciones antirreglamentarias de Josh Warrington, el nuevo campeón, que venció por parada arbitral en el séptimo asalto.

Kiko terminó abatido, decepcionado, triste, porque sabía que podía ser su último combate y hubiera preferido despedirse de otra manera.

Han sido unos últimos minutos en un ring muy desagradables, terminó con doce puntos de sutura de varios cabezazos recibidos, el primero de ellos en el primer asalto, que le dejó muy tocado e incluso se fue a la lona posteriormente tras el empuje del inglés.

Pero Kiko dejó su huella, el inglés Josh Warrington tuvo que acudir al hospital al final del combate ya que el español le fracturó la mandíbula. ¿Qué habría pasado si el árbitro hubiera controlado las acciones sancionables del británico? Si Kiko Martínez hubiera combatido a su ritmo, sin una visión mermada por el manar de la sangre, la pelea se podría haber desarrollado de otra manera.

Un púgil herido rompió la mandíbula del nuevo campeón. ¿Nos imaginamos a un Kiko limpio y sin cortes lo que hubiera podido castigar a Warrington, seriamente dañado con una fractura? Pero esa es otra película, que desgraciadamente ya no veremos. Warrington ganó, enhorabuena, pero no fue una pelea limpia como merece este deporte.

Radiografía realizada anoche de la mandíbula de Josh Warrington
Radiografía realizada anoche de la mandíbula de Josh WarringtonMatchroom

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