“Mi pelea más difícil fue contra las drogas”: Óscar de la Hoya se sincera sobre sus adicciones

Así como llegó a la cúspide con el boxeo, el mexicano Óscar de la Hoya se vio envuelto en el ocaso de su carrera en la adicción a las drogas y los excesos.

Tal fue su adicción al alcohol y la cocaína que tuvo pensamientos suicidas antes de internarse en una clínica en donde comenzó su tratamiento de recuperación, motivado por su familia: “En una de esas noches en que estaba borracho, me pregunté: ‘¿Vale la pena seguir viviendo?’”, aseguró en 2019.

En conversación con el también pugilista retirado Erick ‘Terrible’ Morales, el todavía llamado ‘Golden Boy’ contó que durante toda su vida ha tenido que enfrentar diferentes gigantes, pero el más difícil ha sido hasta ahora su adicción a las drogas, que pudieron haberlo dejado fuera de su promotora.

“Empecé a juntarme con gente mala, encontré drogas, mi vida se estaba yendo para abajo (…) me costó un chingo de tiempo. Mi pelea más difícil fue contra las drogas”

Óscar de la Hoya

En el podcast Un Round Más, De la Hoya explicó que lo motivó a tomar sustancias ilegales luego de haberse retirado del deporte: la soledad.

“Cuando me retiré sentí que algo de mí se fue, mi alma, no sé. Siempre me sentí vacío, solo. El boxeo era mi amor (…) pensaba que si no tenía el boxeo no tenía nada“, admitió.

Óscar de la Hoya pudo haber perdido Golden Boy Promotions

Con toda su experiencia de más de 20 años en pleitos, De la Hoya funda en 2002 la promotora Golden Boy Promotions, ocho años antes que se retirara del boxeo. Uno de sus socios, Richard Schaefer aparentemente trató de arrebatarle la compañía por muy poco dinero, asegura Óscar.

El retirado pugilista le aseguró al Terrible Morales que fue su esposa quien lo hizo entrar en razón para que ingresara a una clínica de rehabilitación. Pasado un día en ese lugar, y tras los efectos de los medicamentos que le recetaron que lo tenía muy dopado, Schaefer lo visitó con unos documentos que quería fueran firmados.

“Me dijo que el boxeo no era lo mío, que pensara en mi familia y lo dejara. Que había un comprador de la compañía por $100 millones. Yo en ese momento estaba casi muerto, como un zombi, no podía pensar bien e iba a firmar”, cuenta De la Hoya.

Pero cuando ya estaba preparado para firmar se detuvo y le dijo a su socio que quería que esos papeles fueran revisados por su equipo legal, a lo que éste no reaccionó de la mejor manera.

Luego que sus abogados revisaron los documentos, le comunicaron que solo iba a percibir $3 millones de la venta, algo que el estadounidense -de padres mexicanos- consideró un insulto.

Finalmente la relación se rompió y Schaefer se fue de Golden Boy Promotions en 2014 con varios de los talentos del boxeo que estaban en la promotora.

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