El día que Canelo Álvarez fue sparring de Golovkin y se plantó con solo 20 años

Saúl Álvarez y Gennady Golovkin tuvieron una pelea antes de su primera y recordada velada de 2017 en Las Vegas. Incluso hasta entablaron una buena relación el mes que entrenaron juntos en Big Bear Lake, cuando GGG preparaba su combate con Kassin Ouma (ganó TKO10) y Canelo entrenaba para enfrentarse a Ryan Rhodes (ganó por TKO12).

Doug Fischer, de la revista The Ring, fue uno de los presentes en el gimnasio de Big Bear Lake, en San Bernardino, California, donde Golovkin -recién llegado de su experiencia en Alemania- se entrenaba bajo las órdenes de Abel SánchezGGG y Saúl Álvarez hicieron guantes juntos. Fue el 25 de mayo de 2011, seis años antes del mencionado primer enfrentamiento en el T-Mobile de Las Vegas que terminaría en empate y comenzaría con una rivalidad que en septiembre de este año, y si el mexicano derrota a Dmitry Bivol, debería cerrar la trilogía.

El periodista especializado narró con lujo de detalles cómo fue aquel guanteo: ambos peleadores tenían protección completa y guantes de 10 onzas, y la contienda duró seis vueltas tres minutos cada una. El mexicano empezó con todo y, antes del cierre del primer episodio, conectó un cruzado de derecha que sacudió la cabeza de GGG, que se fue a la esquina sonriendo y aprobando la potencia del joven Canelo.

Golovkin devolvió la “atención” en el segundo asalto y envió al mexicano al rincón con un potente gancho al hígado que hizo sentir un hormigueo en su pierna.

Canelo-Golovkin

El tercer asalto fue de intensidad pura. El experimentado Golovkin, de 29 años, le hizo pagar caro la juventud a Canelo, de solo 20 años. El mexicano salió a tirar con todo, el kazajo esquivó e interceptó la totalidad de los golpes y contraatacó. En la cuarta vuelta el mexicano intentó lo mismo y lo obligó a defender a GGG.

Pero en el quinto round Canelo debía descansar, volvió al jab y a los pasos laterales, se recostó sobre las cuerdas y Golovkin lo acosó con ganchos al hígado. En la última vuelta, el tapatío recuperó un poco de aire y buscó combinar una serie de golpes. Un upper y un cruzado de derecha llevaron dirección y potencia. De nuevo la sonrisa del kazajo aprobaban la determinación y el poder del mexicano. Antes que la campana sonara se tiraron fuerte. Muy fuerte.

Doug Fischer escribió sobre Canelo“Álvarez es un peleador versátil que se puede plantar y mover, o acosar y golear efectivamente. Se siente cómodo en el ring (y bajo presión), pero si lo lastiman o se siente abrumado durante una pelea, tengo la sensación de que podría salirse o romperse en lugar de intentar sobrevivir”. 

Acerca de la performance de GGG, dijo“Golovkin es un atleta muy fuerte y muy durable con aptitudes muy completas y excelente técnica, lo que incluye destreza defensiva. Tiene buen trabajo de pies. Pivotea bien. Usa fintas. Es brutal pero también tiene oficio. Si puede aguantar golpes, será muy difícil de vencer”.

El entrenamiento de Canelo en el campamento de GGG duró un mes. Si bien no se forjó una amistad, la relación parecía ser muy buena.

Pero la vida profesional de Canelo, a medida que crecía en el negocio, lo cambiaría todo. Para el primer combate ante GGG decidió renunciar al título mediano del CMB en desacuerdo de los plazos que proponía el Consejo y bajo las sugerencias de su promotora por aquel entonces, Golden Boy Promotions. Cinco años después, siendo rey absoluto de los súper medianos, ya no pertenece a la promotora de Óscar De la Hoya, rompieron su vínculo en noviembre de 2020, y es el peleador franquicia de la entidad presidida por Mauricio Sulaimán.

El resultado del primer combate entre ambos, en 2017, comenzó a abrir la grieta. Fue un empate polémico. Para la revancha, Canelo dio positivo en un control antidoping y la pelea tuvo que ser pospuesta por seis meses. Para colmo, las tarjetas (victoria para el mexicano en fallo dividido) volvieron a sembrar dudas. Desde entonces, lo que había comenzado como una buena relación se tornó en una de las rivalidades más importantes de los últimos tiempos.

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