Taylor vs Serrano: el combate del cambio en el boxeo femenino

“Es la pelea que he querido disputar siempre, desde que con diez años me puse unos guantes”, espeta sin titubeos, a AS, Katie Taylor. La irlandesa, de 35 años, fue oro olímpico y abanderada de su país en Londres 2012 y es campeona indiscutida (tiene los cuatro títulos) del peso ligero, pero está “emocionada” por enfrentarse a Amanda Serrano (Puerto Rico, 33), quien ha sido campeona del mundo en siete divisiones, en la madrugada del sábado al domingo (01:30, DAZN). El pleito debería haberse disputado hace dos años, pero la pandemia lo impidió.

Ahora, ambas se verán las caras y será más especial todavía. Cerrará una gala de boxeo en el Madison Square Garden de Nueva York, algo que no había sucedido nunca (los cuatro recintos que han llevado este icónico nombre acumulan 143 años de historia). Sin duda, es el combate que cambiará la historia del pugilismo femenino. Un paso mas hacia la ansiada igualdad. “La ganadora será la mejor de la historia. Por eso necesitamos pelear”, afirma Amanda Serranoo.

Se trata de dos leyendas vivas del noble arte, pero solo una pasará a la historia como la mejor. “Es algo subjetivo, pero este combate me pondrá en una posición de privilegio en el libra por libra histórico”, replica Taylor. Ambas púgiles hicieron el pasado febrero una rueda de prensa de presentación en Nueva York y otra en Londres. La primera pelea que lo logra tras el COVID. Cada hecho demuestra la importancia del pleito. Matchroom, que promueve a Taylor, ha hecho un esfuerzo muy grande para organizarla y por el otro lado, Jake Paul (youtuber, boxeador que mueve millones cada vez que se sube al ring y ahora también promotor) ha dado lo que para él se necesita. “No es lo único, pero a este deporte le hace falta una publicidad diferente a través de las redes sociales”, asegura a AS.

La nueva y la antigua visión del negocio confluyen en este duelo. Hubo la opción de hacerlo a doce asaltos de tres minutos (la mujeres compiten a diez rounds de dos minutos), pero la irlandesa lo declinó. Hubiese sido ideal, pero la sensación es la misma: un pleito que parará el mundo y para el que ambas llegan al cien por cien. “No dejaré que los jueces tomen la palabra, acabaré antes”, avisa Serrano. “Tiene un gran récord y legado, por eso está aquí… pero no me preocupa”, le contesta Taylor. Respeto sí, pero mala sangre, también. En juego está algo más que cuatro títulos del peso ligero. En liza aparece la hegemonía de la categoría femenina, un hueco en la historia y liderar un nuevo paso a la igualdad. El combate del cambio inicia su cuenta atrás. Se viene una nueva era.

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