Braian Suárez: de entrenarse con la Primera de Almagro a ser el mejor boxeador mediopesado del país
Lleva varios años como el mejor mediopesado del país, incluso desde antes de confirmarlo con la obtención del título argentino. Lo cierto es que, para sorpresa de muchos, estuvo muy lejos de ser su objetivo desde chico, ni se preparó desde su adolescencia para conseguirlo. A pocos días de la pelea más importante de su carrera, Boxeo de Primera conoció a fondo a Braian Suárez. Su deseo de ser jugador de fútbol, su primera experiencia en el boxeo, los entrenamientos con la Selección Argentina en su corta etapa amateur y la carrera que siempre tuvo que correr contra uno de sus máximos rivales: la edad.
Hurlingham lo vio dar sus primeros pasos, en una infancia tranquila y sedienta de un deseo común en los argentinos: ser jugador de fútbol.
Dentro de lo que Braian cataloga como una familia de clase media baja, liderada por sus padres Ramón y Liliana, fue aprendiendo de este deporte que despierta pasiones a lo largo y ancho del mundo. Su anhelo comenzó en distintos clubes de barrio, esperando que llegue la etapa de dar el gran salto.
El famoso momento en el que se termina el “baby futbol” y da paso a la cancha de 11 fue crucial para Suárez. Con un enorme esfuerzo, acompañado de condiciones, pudo realizar las divisiones infantiles en el Club Atlético Vélez Sarfield, institución que no sería su segunda casa en los años posteriores.
Lo que se conoce como “etapa de juveniles” (de novena a cuarta), la hizo en el Club Almagro, en donde sus sueños de ser jugador de fútbol iban creciendo a pasos agigantados, al igual que su porte físico, que poco a poco se fue asentando en 85 kg, sacando una gran ventaja sobre sus compañeros y rivales, quienes debían soportar a un potente volante por izquierda que llevaba su ambición hasta la línea de fondo.
El famoso embudo en el deporte de la redonda ha dejado a cientos de miles de adolescentes con sus ilusiones rotas. A medida que se va acercando el momento de firmar un contrato profesional, la mayoría de los jugadores que integraron las divisiones juveniles van quedando en el camino.
En simultáneo, el oriundo de William Morris, a sus 17 años, decidió realizar una actividad padre e hijo que le cambiaría la vida. Los dos asistieron a una clase de boxeo recreativo, aunque, pese al disfrute, muy lejos estaba la idea de llevar el entrenamiento a un nivel mayor ni, muchos menos, subirse a un ring.
El embudo nombrado anteriormente no parecía afectar a Braian, quien llegó a entrenar con el primer equipo, aunque eso solo hizo que el golpe sea más fuerte, quizá preparándolo para lo que su destino marcaba, vivir de los golpes.
Cuando jugaba para la quinta división del “Tricolor”, le llegó la noticia que ningún adolescente quiere escuchar. Desde el club decidieron no contar con él en el próximo año, por lo que el sueño de Braian se alejaba, aunque su destino se acercaba.
Las propuestas para seguir en otro club se hicieron presentes, pero a sus 20 años decidió decirle adiós a ese sueño que tenía desde chico, para darle una oportunidad al deporte que conoció a los 17. En esa decisión fue crucial Cristian Loyola, su primer y actual entrenador, quien lo animó a dar el siguiente paso: .
La transición del fútbol al deporte de los puños fue cuestión de meses. El primer gran momento lo vivió al poco tiempo de comenzar a entrenar. Tan grandes eran sus condiciones, que Loyola decidió llevarlo a realizar una exhibición en Morón, con un resultado que a esta altura puede sonar evidente: nocaut en el primer asalto.
El entusiasmo del exjugador de Almagro comenzó a incrementarse, y con ello empezaron a surgir sus primeros referentes. Hay que situarse en el 2012, época de esplendor de Sergio “Maravilla” Martínez y Marcos “El Chino” Maidana, dos púgiles a los que se dedicaba a observar horas y horas.
Pero no todo era color de rosas para Braian. Su nuevo sueño comenzaba a ilusionarlo, pero desde el primer día supo que debía convivir con un rival peligroso: la edad.
En los libros de historia se encuentran púgiles que con 20 años ganaron una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos o un campeonato mundial. El bonaerense debía cargar en su consciencia que a esa edad, él recién comenzaba a dar sus primeros pasos. Lejos de ser un impedimento, logró sentirlo como una única posibilidad, por lo que debía dar bien cada uno de sus pasos.
Antes de cumplir los 21 logró sacar la licencia amateur, y comenzó una etapa que lo tendría arriba de los cuadriláteros, tan solo, en 17 ocasiones. En ese lapso representó a la Selección Argentina, honor que utilizó para alcanzar su mejor versión: .
Para ser más preciso, su periodo con la albiceleste fue entre el 2013 y 2014. Allí, tuvo la oportunidad de viajar a Cuba para disputar el reconocido certamen “Cordova Cardin”, en el cual obtuvo la medalla de bronce, tras caer ante ecuatoriano el Carlos Gongora, verdugo del doble campeón olímpico Julio César de la Cruz.
Aun así, Braian menciona, entre risas, su primera gran prueba con el seleccionado, una muestra total de coraje:
Fueron pocas las peleas que realizó en el amateurismo, pero por una cuestión de edad, decidió pasar al profesionalismo al poco tiempo, cuando vivía sus 24 años.
Rápidamente, se convirtió en una de las apuestas de O.R Promotions, una de las promotoras más populares del país. Tan grande fue, y continúa siendo, el interés en él, que sus primeras dos apariciones fueron en veladas que tenían como protagonista a Marcela “La Tigresa” Acuña en pelas por título del mundo. Además, su 3er combate fue en un marco asombroso, en Obras Sanitarias, que tuvo a Omar Narváez ganarse una oportunidad por el cetro gallo de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). En todas las apariciones mencionadas recientemente obtuvo la victoria por la vía del nocaut.
Tal y como afirma la figura de William Morris, su edad siempre fue un factor que le aportó en la madurez. Desde un primer momento supo que su carrera era algo serio, por lo que la disciplina fue fundamental en cada una de sus preparaciones.
Su primera pelea por un título llegó en el 2019, a sus 27, con un récord de 9-0, 8 KOs. El combate fue antes Gerardo Mellado, a quien derrotó antes el límite, en el primer round, alzándose con el cinturón fedebol semipesado de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Sus últimos dos combates fueron soñados. Continuando con la confianza que O.R Promotions deposita en el campeón latino mediopesado OMB, fue partícipe de las dos veladas que se desarrollaron en el mítico Luna Park.
La más reciente fue frente a Durval Palacio, combate que lo tuvo como vencedor, antes del límite. Aquel duelo lo exigió al máximo, a tal punto de propinarle su primera caída en el boxeo rentado. Lejos de tomarlo como un retroceso en su carrera, Braian cree que la experiencia obtenida es de suma importancia para su próximo compromiso, ante Albert Ramírez: .
El duelo que le espera a Suárez (17-0, 16 KOs) es crucial en su camino al título del mundo. No la tendrá nada fácil, ya que chocará guantes con Albert Ramírez (13-0, 12 KOs), en el fondo del día 2 del evento más popular de Latinoamérica, Knock Out a las Drogas, el viernes 24 de junio, en el Casino de Buenos Aires, por TyC Sports y TyC Sports Play.
En juego estará el cinturón Continental de las Américas mediopesado AMB, aunque la pelea también está catalogada como una eliminatoria, lo que le permitiría ingresar al ranking de dicha entidad. , afirmó el argentino.
Su rival viene de deleitar al público argentino en la Fecha FAB 6, luego de derrotar en las tarjetas a Facundo Galovar, en el Casino Buenos Aires. El pasado 24 de abril fue verdugo de otro argentino, Victor Hugo Exner. Además, cuenta con un pasado amateur de suma experiencia, en el cual participó en la Serie Mundial de Boxeo, y representó a Venezuela en los Juegos Olímpicos Río 2016: .
Su presente no es el que anhelaba en su infancia, aunque su destino siempre fue claro. Ahora disfruta del fútbol con sus amigos, mientras deleita a los argentinos con su boxeo ¿Qué le tendrá preparado el futuro a Braian Suárez?
En sus siguientes peleas fue llenando su vitrina con títulos nacionales y continentales, aunque lo más importante fue su contundencia y disciplina, que siempre le permitió superar cómodamente a su rival. , sentencia con total humildad Suárez.