Christy Martin: La leyenda del boxeo que su esposo noqueaba en casa e intentó asesinarla

Cuando se habla de Christy Martin todos la reconocen como una leyenda del boxeo femenino. Como atleta fue la primera en lograr muchas cosas que ninguna otra mujer había pensado que se podrían alcanzar. Sin embargo, su vida fue por muchos años una pesadilla en la que hubo abuso sexual infantil, violencia doméstica, adicción a la cocaína y un intento de asesinato por parte de su esposo, que también era su mánager.

Christy fue elegida para el Salón de la Fama en 2019 por su historia y sus grandes éxitos como boxeadora: hija de un minero de carbón de Virginia Occidental, Estados Unidos, se fue de casa y empezó en el mundo del boxeo en 1989, el día de su debut profesional.

Fue la primera mujer en firmar un contrato con el icónico y también polémico promotor de boxeo Don King y es la única mujer hasta el día de hoy que ha aparecido en la portada de la prestigiosa revista de deportes Sports Illustrated.

“Todo comenzó siendo la primera mujer en firmar con Don King. Aparecí en la primera cartelera que se promocionó en el MGM Grand Hotel de Las Vegas. Luché en el Madison Square Garden, en la sala grande. Fui la Gran Mariscal de la inducción al Salón de la Fama del Boxeo en 1996 y fui incluida en el Salón de la Fama del Boxeo Internacional en 2022”, según dijo en un entrevista con el diario británico The Guardian.

En ese entonces era difícil que las mujeres pudieran conseguir peleas debido a que no había muchas dedicadas a ese deporte.

El 23 de noviembre de 2010, siendo la campeona de peso Welter a los 42 años su vida dio un giro aún más dramático: Su esposo la apuñaló tres veces y estando en el suelo le disparó en el pecho. Intentó cumplir con la sentencia que le había hecho: “Mi esposo me dijo durante 20 años que me mataría”.

Christy era gay y estaba atrapada en un matrimonio violento con su mánager, Jim Martin, 25 años mayor que ella, quien la introdujo al mundo de las drogas y luego era su proveedor de cocaína cuando se volvió adicta. Jim cumplía el rol de esposo, entrenador, abusador, confidente y abastecedor de drogas.

Christy Martin en una conferencia de prensa en 1996 en Las Vegas. (Foto: Nick Potts / Action Image)
Christy Martin en una conferencia de prensa en 1996 en Las Vegas. (Foto: Nick Potts / Action Image)

Para luchar con sus traumáticas experiencias escribió sus memorias “Luchando por la supervivencia: Mi viaje por la fama del boxeo, abuso, asesinato y resurrección” en el que se centra más en sus experiencias personales para confrontar tanto drama en lugar de su grandiosa carrera como boxeadora.

Es un relato sobre su vida a través del abuso sexual infantil, la violencia y el abuso doméstico. “nunca hablé de eso (abuso sexual). Ni siquiera se lo dije a mi mamá ni a mi papá hasta el juicio con Jim, cuando tenía 42 años”. Es la primera vez que decidió hablar sobre lo que le pasó cuando era una niña y lo que Jim le hacía durante el tiempo que estuvieron casados.

“Y la única persona que sabía sobre tu infancia y el abuso por el que pasaste, fue la misma persona que trató de quitarte la vida. Jim me dijo durante 20 años que me mataría si alguna vez lo dejaba”, algo que solo le causaba gracia en un principio, pero en un momento de su matrimonio se dio cuenta de que era algo que realmente sucediera.

“Desde el momento en que Jim comenzó a apuñalarme, todo duró una hora y dos minutos… Me perforó el pulmón. Cada vez que intentaba ponerme de pie, la sangre salía a chorros de los agujeros de las puñaladas. Y mi pierna, la pantorrilla se había desprendido del hueso y estaba colgando”, narró.

Estuvo un tiempo tendida en el suelo sin fuerzas para intentar levantarse para pedir ayuda. Tan solo miraba el aire acondicionado. De repente el agua del baño empezó a correr y esa fue su señal. Sin ser religiosa entendió que esa era la respuesta que buscaba: “Dios me levantó”. Agarró las llaves del automóvil y pensaba conducir hasta un hospital, pero se dio cuenta tarde que había tomado las llaves equivocadas.

“Así que salgo al medio de la carretera y el primer auto que veo pasa por mi lado sin detenerse. De ninguna manera voy a dejar que el próximo auto haga lo mismo. Y gracias a Dios, mi ángel, Rick Cole, me recogió”, aseguró.

Su condición de deportista le permitió recuperarse rápidamente y volver al gimnasio un par de semanas después del intento de asesinato. Sin embargo, su salud mental se resquebrajó completamente y es algo en lo que aún, 12 años después, sigue trabajando.

Lo que hago es hablar con grupos de personas. Voy a las prisiones, voy a las escuelas, voy a refugios de violencia doméstica, voy a galas. Cualquier lugar donde pueda ir y hablar sobre violencia doméstica, lo intento. No estoy completamente curada, pero si puedo ayudar a alguien más eso me ayuda a mí”, subrayó.

La pregunta que todos le hacen a ella y a muchas de las víctimas de violencia domestica es la misma: ¿Por qué alguien permanece en una relación así?

Christy Martin, de EE. UU., saca la lengua después del quinto asalto contra su compatriota Dakota Stone durante un combate de boxeo de peso welter en los Ángeles el 4 de junio de 2011. (Foto: REUTERS/Danny Moloshok).

“Obviamente, la situación de todos es diferente y en la mía, mi vida personal y profesional estaban muy entrelazadas. Jim era mi entrenador y me decía constantemente: ‘Si me dejas, ya sea por un hombre o una mujer, te voy a matar. Y le voy a decir al mundo que eres gay’. Así que básicamente me chantajearon para que me quedara”.

Ella era la que aportaba todo el dinero para la casa, pero estaba aislada de sus amigos y familiares, algo que ella dice es un patrón común en los abusadores. “Te hacen creer que te aman y que son la única persona que te ama, y ​​que es la única persona que estará ahí para ti, sea cual sea la circunstancia”.

Al principio no creía que fuera violencia física los altercados y nocauts que le propinaba él en el ring y en la casa, pero permaneció casada para hacerlo feliz a él y a sus familiares.

“Nunca se trató de hacerme feliz a mí misma hasta que me casé con Lisa (Holewyne)”, una exboxeadora y campeona mundial con la que se enfrentó en 2001. Comenzaron a entrenar juntas y durante el juicio por el intento de asesinato empezó a enviarle mensajes y a llamarla para saber cómo estaba. Desde entonces han estado juntas y ella sigue en su trabajo ayudando a víctimas de violencia domestica a encontrar un camino para escapar de sus abusadores.

Por Fernando Muñoz – Yahoo Deportes

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