El día que Ringo Bonavena fue a Venezuela solo a provocar a Muhammad Alí

Ringo Bonavena tuvo dos sueños obsesivos: ser un famoso adinerado y ser campeón mundial de boxeo. Uno, lo cumplió; el otro, no pudo. El enorme carisma que tenía y unas buenas dotes de boxeador, le alcanzaron para tener fama mundial. Pero ese muchacho pendenciero y simpático que nació en Parque de los Patricios hace 80 años, siempre supo que, si quería dar el paso definitivo al estrellato, debía ganarle a un boxeador, al mejor de todos, a Muhammad Ali.

Tuvo una chance, cuando Ali volvía al box después de haber estado suspendido por haberse negado a ir a Vietnam con el Ejército de los Estados Unidos. Fue el 7 de diciembre de 1970, en el Madison Square Garden, donde Ringo Bonavena mostró una guapeza que no le alcanzó para ganar.

Y quiso revancha. Y tres años y medio después viajó a Venezuela sólo para provocar a Muhammad Ali y plantar la semilla de una revancha que finalmente nunca germinó. Aunque logró parte de su objetivo: que su nombre, que estaba ya algo olvidado en el primer mundo del boxeo, resonara nuevamente por una discusión pública con Ali.

Había peleado en 1968 por el título de los pesados contra Frazier (Ali estaba suspendido) y perdió por puntos. Al cabo fue su única chance concreta de ser campeón mundial, aunque él soñaba con tener la oportunidad ante Muhammad Ali.

El 26 de marzo de 1974, en el estadio El Poliedro de Caracas, Venezuela, había una pelea que unificaba los títulos del CMB (Consejo Mundial de Boxeo) y la AMB (Asociación Mundial de Boxeo). George Foreman -quien finalmente ganó el combate- peleaba contra Ken Norton. Estadio lleno y una transmisión oficial de TV que tenía un comentarista especial: Muhammad Ali.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *