Sebastián Fundora, un apasionado del boxeo por herencia que no olvida y disfruta sus raíces hispanas: “Ser visto como otro gran peleador latino sería un sueño”

Para Sebastián Fundora, el boxeo es un asunto de familia. Su padre y entrenador, Freddy Sr., fue peleador e impulsó a él y a sus cinco hermanos incursionar en el deporte de los golpes.

“Él es quien me enseño este deporte. Siempre lo he admirado. Si no fuera por él, no creo que todavía estaría boxeando”, dijo Fundora a The Sporting News hablando de su padre.

Cuando Sebastián tenía nueve años, Freddy mudó a toda la familia de Florida a la ciudad desértica californiana de Coachella para que tuvieran una mejor oportunidad de desarrollarse en el pugilismo, pues había más gimnasios y competencia en esta área.

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Todos sus hermanos se pusieron los guantes, pero en este momento solo él y su hermana menor, Gabriela, de 20 años, son los únicos que compiten en el ámbito profesional. El hecho de poder crecer en un hogar en donde el boxeo es parte de la plática diaria le ha ayudado mucho a Sebastián en su trayecto.

“Es muy bueno. Ellos siempre me han apoyado dentro de lo que he hecho en el boxeo. Es bueno saber que ellos saben todo lo que he vivido”, habló. “Pero no solo se trata del apoyo que me dan, ellos también saben mucho de boxeo. Cuando estoy en el ring, ellos saben cuándo yo necesito tirar un jab, porque ellos también han estado en esa situación”.  

El sábado 8 de octubr,e en el Dignity Health Sports Park de Carson, California, la pasión por el pugilismo de los Fundora estará más fuerte que nunca. Sebastián, de 24 años, compartirá cartelera por primera vez en el boxeo de paga con Gabriela. Él protagonizará la velada ante el mexicano Carlos Ocampo (34-1-0, 22 KOs) en la primera defensa de su título interino de peso superwelter del CMB, y ella se medirá frente a Naomi Arellano Reyes (9-1-0, 5 Kos) en un choque en el peso mosca.

José Montañez/Team Fundora

Aunque como hermano mayor, la naturaleza lo hace querer ser el protector de Gabriela, sobre el cuadrilátero Sebastián tiene mucha confianza en sus habilidades y tenacidad. 

“Ella sabe lo que hace ahí adentro, también es una profesional como yo. Ya tiene una marca de 8-0-0, entonces si a estas alturas no sabe lo que está haciendo, debe hacer otra cosa”, explicó. “Lleva cuatro nocauts. Ha ganado un título, ya está lista”. 

Sebastián admitió que no todo es amor de familia con Gabriela, también existe una rivalidad. Pero en el buen sentido.  

“Claro que lo hay. Cuando me supera en algo, trato de superarla a ella. Y así van las cosas”, expresó. “Sin embargo, es una rivalidad sana entre hermana y hermano. Nos motiva para ser mejores”. 

Una torre poderosa

José Montañez/Team Fundora

No cabe duda de que Fundora es un púgil bastante talentoso. Cuenta con una foja de 19-0-0 con 13 nocauts. En este momento es considerado el segundo mejor peleador de la división superwelter. Está en la antesala de una pelea titular ante el campeón indiscutido de las 154 libras, Jermell Charlo, quien en mayo venció al argentino Brian Castaño.

Pero a primera vista, no es la habilidad de Fundora lo que llama mucho la atención. Es su impresionante altura. Literalmente rige sobre todos sus rivales al medir seis pies con cinco pulgadas (1.98 metros). No es una estatura habitual para su peso.

“Primero la gente me pregunta qué tan alto soy, y luego mi dicen, ‘debiste jugar basquetbol’”, contó. “Mi estatura probablemente atrae a los aficionados cuando me ven. Es lo que hace, pero fuera de eso, soy un boxeador como todos los demás. Solo me gusta entrar y repartir golpes. Creo que mi estilo agresivo atrae más a la gente que mi estatura”. 

Desde muy temprano en su carrera, Sebastián mostró que le gusta intercambiar fuego sobre el ring, por esta razón se ganó el apodo de The Towering Inferno (La Torre Infernal). Su estilo violento de pelear quedó plasmado en la mente de muchos tras su último combate.

En abril enfrentó al también contendiente Erickson Lubin en lo que fue una explosiva guerra de nueve rounds. Ambos visitaron la lona antes de que el referee detuviera las acciones debido al dominio total de Sebastián. El castigo que recibió Lubin fue brutal. Terminó con el rostro grotescamente hinchado, la nariz rota y un hombro dislocado. 

Mostrando la inmensa humildad que lo distingue fuera del ring, en vez de presumir su gran actuación, le dio mucho crédito a Lubin por la batalla que sostuvieron.

“Entrando sabíamos que iba a ser una gran pelea. Le dimos una pelea emocionante a los aficionados. Ojalá sea elegida la mejor del año”, indicó.

Fundora señaló que uno de sus ídolos de boxeo que han influenciado mucho su estilo es la leyenda mexicana Juan Manuel Márquez. Trata de exhibir el mismo poderío de puños que tenía Dinamita, especialmente el que detonó en su gran victoria ante Manny Pacquiao hace casi 10 años, en la cuarta y definitiva pelea de su épica rivalidad.

El mortífero nocaut de Márquez sobre el filipino dejó impactado a Sebastián y fue otro de los factores que lo motivaron a buscar una carrera en el pugilismo.

“Definitivamente. Vi ese poder y quedé impresionado. Quería ser tan fuerte como Márquez algún día”, exclamó. “Lo conocimos recientemente en la ceremonia del Salón de la Fama de Boxeo en Nueva York. Conocerlo en persona fue un sueño hecho realidad para mí. Sé que estoy haciendo algo bien si estoy conociendo a mis ídolos”. 

Busca ser otro grande del boxeo latino

Al haber nacido y criado en los Estadlos Unidos, la cultura americana es gran parte de la vida de Sebastián. Pero también tiene sus raíces hispanas presentesSu papá nació en Cuba y su mamá, en México. No obstante, el hecho de que ha vivido gran parte de su vida en California, un estado con mucha influencia mexicana, ha hecho que se incline más por su lado materno.

Él y su familia visitan a sus abuelos en Guerrero, México, y también le encanta la comida de este país, especialmente los tacos y las tortas.

“Los tacos por supuesto. Los de la Ciudad de México son los mejores”comentó. “Pero aquí en California, me gustan las tortas. No te puedes equivocar con una de carne asada. Sin embargo, no es algo que como con frecuencia, pues no es muy saludable”. 

En cuanto a su carrera, a Fundora le enorgullece mucho ser un boxeador latino. Admira la pasión que muestra la afición con sus peladores y el linaje de grandes campeones de sangre latina que ha tenido este deporte a lo largo de la historia, como el propio Márquez. Su máximo anhelo es ser campeón y terminar entre los grandes.

“Los boxeadores latinos controlan el boxeo. Siempre tenemos campeones, especialmente de México”, dijo. “El boxeo es nuestro. El poder ser visto como otro gran peleador latino sería otro sueño hecho realidad”.    

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