El triunfazo del “Siru” Acosta en Canadá

El boxeador marplatense Rubén Eduardo “Siru” Acosta, tras varios intentos, alcanzó el sábado por la noche su primera victoria fuera de Argentina al derrotar en Canadá al local Yan Pellerin, luego de diez rounds y por puntos. Así, se quedó con el cinturón NABO de los cruceros de la Organización Norteamericana de Boxeo.

El oriundo de Florencio Varela, a sus 44 años, se presentó en el L-P Gaucher Arena,  de Saint Hyshacinte de Quebec, Canadá, y puso sobre el ring toda la experiencia acumulada ante un oponente de 42 años y que con este combate sufrió su segunda derrota (13 victorias).

Las tarjetas lo dieron vencedor por 98-92, 98-92 y 99-91. Y “Siru” ahora dejó su récord en 40 triunfos (14 por la vía del nocaut), 18 caídas y 5 empates. 

 

 

En diálogo con 0223 y antes de subirse al avión de regreso, el pugilista marplatense mostró su felicidad: “Fue una de de las experiencias más lindas que he tenido hasta ahora después de la pelea por el título del mundo. Este triunfo se me dio después de casi 20 años de buscar una victoria en el exterior. Fue el broche de oro de mi carrera y también creo que si hilamos fino, ningún boxeador radicado en Mar del Plata, donde llevo ya 35 años, pudo lograr una victoria así sacando a Uby Sacco. Es un placer a nivel familiar, laboral y profesional. Algo hermoso”, comentó.

Este fue el decimosexto combate de Acosta fuera del país. Su última presentación en el exterior había sido en julio del año pasado, al caer ante el germano de orígen turco Firat Arslan en la ciudad alemana de Goeppingen. Pero previamente acreditó combates en Dinamarca, Letonia, Brasil, Gran Bretaña, Australia, Colombia y México.

Respecto al combate, “Siru” contó: “Empecé a poner la experiencia, los 90 kilos no es mi categoría, me sentí un poco pesado pero puse la experiencia ante un muchacho que hizo lo que pudo para pegarme, seguirme”. Y se refirió a la planificación previa, clave para la victoria: “El trabajo que hicimos con mi entrenador Daniel Andino, mis sparrings Franco Demassi, Jony Antunes y ´Pipi´, mi hijo, salió a la perfección. Trabajé potencia, velocidad y movilidad. Y mi señora que estuvo a cargo de la dieta, donde tuve que bajar 6 kilos. La familia, siempre al pie del cañón cuando se me ocurren estas locuras. Esta vez salió redondo”, agradeció.

El marplatense exmonarca argentino de los medio pesados a nivel nacional, sudamericano y latino, le dedicó un párrafo aparte a su hijo Neil Acosta, de 12 años: “Fue el motor que tuve yo para ganar. Todos los días veía las peleas del rival, me decía hacé esto, lo otro, caminalo, fijate… lo quise compartir con mi hijo. Fue maravillos ver a mi hijo tan metido en esta pelea y faltando diez minutos para subir al ring me dijo ´papi, en esta te tengo fe, eh´”.

“Fue una experiencia y sensación única. No me di cuenta cuando dijo ´el new…´. Mi inglés es básico (risas). Estoy feliz. Ya me están ofertando peleas de todos lados”, cerró Rubén Acosta con una sonrisa en su rostro.

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