Maravilla Martínez venció a un rival veinte años menor con un nocaut inapelable y se ilusiona con una pelea mundialista

Sergio Maravilla Martínez tiene 47 años, nació en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, y alterna su vida entre la capital argentina y Madrid, España. Noah Kidd tiene, en cambio, 27 años. Nació en Kansas City y reside en Jefferson City, estado de Missouri, Estados Unidos. Ambos son boxeadores y pelearon la noche del domingo 11 de diciembre en el Caribe Royale Hotel de Orlando. Ganó el argentino por un nocaut en el segundo round, en su regreso al combate en los Estados Unidos, ocho años después de perder -el 7 de junio de 2014- el título mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante el puertorriqueño Miguel Ángel Cotto, en el Madison Square Garden de Nueva York.

Un zurdazo inapelable al cuerpo de su oponente le dio el triunfo al ex campeón mundial superwelter y mediano. Así hilvanó su quinto triunfo al hilo desde su regreso al cuadrilátero en agosto de 2020, tras haberse alejado del boxeo profesional durante seis años. Desde su reaparición superó en siete asaltos al español José Miguel Fandiño de 36 años, en Torrelavega, al finlandés de 38 años Jussi Koivula por nocaut técnico en nueve vueltas, al británico Brian Rose de 36 años por decisión unánime, en una dura y pareja pelea realizada en la Plaza de Toros de Valdemoro, municipio al norte de Madrid, y a otro británico, Macauley McGowan de 27 años por puntos en un combate a diez rounds, también en la capital española.

Tras su primera pelea después de su regreso al pugilismo, Martínez anunció: “Hasta el título mundial no paro, esto es el comienzo de algo muy bonito. Aprendí a disfrutar del camino, que es maravilloso, le doy las gracias a mi equipo. Ya volví al ring, ahora necesito consolidarme para sentirme seguro y estar a tres o cuatro combates de ir por el título mundial”. En su puesta a punto para acercarse a su deseo mundialista de pelear por una corona, se enfrentó ante oponentes cuyos antecedentes no eran sobresalientes.

"Hace un año que no peleo, y mi manager me dijo que buscáramos un oponente más modesto, pero que sea muy decente. En dos meses voy a cumplir 48 años" (@maravillabox)“Hace un año que no peleo, y mi manager me dijo que buscáramos un oponente más modesto, pero que sea muy decente. En dos meses voy a cumplir 48 años” (@maravillabox)

Maravilla Martínez venció a un discreto pugilista local, veinte años menor, en una pelea a ocho rounds que se realizó en el marco del festival “Ko a las Drogas”, que a su vez integra la Convención Anual de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Kidd, que debutó como profesional en 2016, venía de perder sus últimos tres combates. Su marca ostenta un registro de seis triunfos -cinco por nocaut-, seis derrotas y dos empates.

“Tenía posibilidades de enfrentar a rivales de mayor envergadura, pero ahora no me conviene. Hace un año que no peleo, y mi manager me dijo que buscáramos un oponente más modesto, pero que sea muy decente. En dos meses voy a cumplir 48 años. Necesito contacto con el ring, así que este oponente está bien elegido. No me voy a arriesgar ahora, que estoy número tres en el mundo”, expresó.

El objetivo de Martínez es volver a pelear por un título mundial, que logró conseguir en tres ocasiones como campeón de los pesos superwelter del CMB y mediano del Consejo y la OMB. Profesional desde diciembre de 1997, tiene un palmarés de 57 victorias (31 antes del límite), tres derrotas y dos empates. En diálogo con Infobae, antes de su pelea con Brian Rose, dijo que su sueño es disputar un mundial y ganarlo: “Sé que era difícil con 39 años, con 30, imaginate con 46 ¡Madre de Dios! Pero sea cual sea el rival a enfrentar, en su momento fue Fandino (José Miguel), que después de seis años afuera del boxeo para mí era difícil, luego fue Koivula (Jussi) y también fue difícil, y ahora viene Rose, que también es difícil. Imaginate los campeones, que se pueden dar, en la AMB, Murata (Ryōta), Golovkin (Gennady) o Chris Eubank, cualquiera de los tres están capacitados para liquidarme muy rápido y yo también liquidarlos a ellos”.

En la misma entrevista, había respondido por qué había dejado de pelear profesionalmente: “Durante mucho tiempo estuve fuera del boxeo, tanto en lo físico como en lo mental, espiritualmente no quería saber nada con el boxeo. El boxeo no tuvo la culpa, pero comprendí que lo que pasaba eran otras circunstancias. Estaba enojado con ciertas personas que tenía alrededor mío. Una vez que hice esa limpieza y que mi pierna volvió a funcionar en 2018, y trabajé para mejorarla bastante y tal como está hoy, comprendí que las ganas y el fuego sagrado estaban ahí. Como aventura primero fue un solo combate, pero eso de hacer uno solo quedó atrás. Al principio quise pelear con Chávez Junior, que al final no se presentó o no quiso combatir conmigo en 2018. Tendrá que ser otra cosa y entonces surgió la posibilidad de disputar otro título mundial y, como aventura, como desafío, me parece fantástico”.

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