Juan Abraham Larena: “La tragedia de Ringo Bonavena podría haberse evitado”

Su voz es fácil de reconocer por cualquier amante del boxeo. Ese timbre que acompañó la imagen de innumerables cruces entre púgiles de primer nivel para toda Latinoamérica ha logrado convertirse en una leyenda del periodismo argentino y mundial, trascendiendo la barrera del deporte. Lejos de conformarse con sus múltiples hazañas, Juan Larena continúa transmitiendo su pasión por la comunicación, sin esquivar los gratos recuerdos que cosechó durante varias décadas de profesión.

Es imposible encasillarlo en una sola situación, pero su excepcional trabajo en los días posteriores al asesinato de Óscar Bonavena no pasó desapercibido, confesando todo lo que conversó con Joe y Sally Conforte, la pareja que marcó el comienzo del fin de “Ringo”. En este caso, el protagonista de la nueva entrega de “Charlas en Tuñin” ya se encuentra en la silla del bar ubicado en la esquina de la Federación Argentina de Boxeo (FAB), preparado para contar en profundidad, su historia sobre lo acontecido el 22 de mayo de 1976, en Reno, Nevada.

fueron las palabras de “Ringo” en el vestuario, minutos después de caer por nocaut técnico en el decimoquinto round, frente a Muhammad Ali, en un cruce que quedará en la historia por las agallas que mostró el argentino. Tal vez el recuerdo de aquella noche en el Madison Square Garden sea motivo para una historia aparte, lo cierto es que en esta oportunidad solo se limitará a un recuerdo fresco del protagonista, que acompaño al peso pesado más famoso de la Argentina, en varias de sus peleas más importantes.

 

Peleas emblemáticas en la carrera de Bonavena hay varias, pero en el plano nacional no se puede dejar pasar por alto el cruce que tuvo con Gregorio Peralta en el Luna Park, marcando un récord de asistencia en “El Palacio de los Deportes”. Aquella noche porteña también lo tuvo como espectador a Juan Abraham Larena, quien poco tiempo después emigraría a los Estados Unidos, en donde continuaría su relación con el púgil de Parque Patricios.

El destino del periodista fue Filadelfia, ciudad que coincidió con la sede de la revancha entre “Ringo” y el poderoso Joe Frazier. La primera fue victoria para el estadounidense, aunque con un desenlace muy parejo, la revancha tendría el mismo resultado final. El recuerdo de Larena en aquella semana nos remonta a las famosas escaleras que popularizó Sylvester Stallone en Rocky, las cuales utilizaba para entrenar, y que están ubicadas a pocos metros del hotel en donde se estableció el púgil argentino en la semana previa al duelo, aunque para aquel entonces, aquel sitio no contaba con la popularidad actual, ya que aquel compromiso fue previo al lanzamiento del film.

 

Lo cierto es que su relación y cercanía, continúa viviendo en los Estados Unidos, le permitió ser uno de los únicos dos periodistas argentinos en cubrir el asesinato de uno de los púgiles más recordados del país, conservando secretos de una historia que dispone de varias versiones: “La tragedia de Reno (pueblo en donde ocurrió la tragedia) se podría haber evitado. Bonavena se pasaba de la raya, pero acá estaba jugando mal y nadie le dijo nada”.

A las pocas horas, el disparo efectuado por Ross Brymer en el Mustang Ranch, motel de la propiedad del mafioso Joe Conforte, que finalizó con la vida de Bonavena, ya era noticia en todo el mundo. La llegada de Juan Larena al lugar de los hechos fue rápida y con un objetivo claro: conocer en profundidad la historia que culminó con la vida del púgil. Su trabajo sería plasmado en la revista “Siete Días”, y contaría con la compañía de otro argentino, Alberto Oliva, corresponsal de la editorial Atlántida.

 

¿Cómo llegó “Ringo” a tener relación con estos sujetos?, comienza a recrear el vínculo de Bonavena con una de las mafias de Nevada. Su más reciente inversión había recaído en el territorio llamado Mustang Ranch, un motel ubicado en Reno, y que buscaba continuar con lo hecho anteriormente por los Conforte con la prostitución, que era legal en algunos estados del país.

 

 

Juan Larena - Charlas en Tuñin - BDP

Uno de los grandes rumores indican el amorío que el argentino estableció con la mujer del mafioso: “El contrato que Joe tenía con “Ringo” se lo dio para que lo manejara su mujer. Conforte quería que Sally se entretuviera con alguien que la llevara a pasear”. Pese a que muchos atribuyen esto como motivo del asesinato, lo cierto es que fueron otras las actitudes que enojaron a Joe.

 

 

Óscar se fue encantando de la vida que tenía junto a Sally, en la cual dinero no le faltaba, y comenzó a creer que podría pasar por encima de todos. La voz de Larena deja claro el momento exacto del quiebre final: “La explosión sucede en la inauguración del prostíbulo, cuando Bonavena muy contento y de muy buena relación con la codueña del motel (Sally), empieza a decirle a la gente que todo eso iba a ser de él. Es lo peor que podría haber hecho con un tipo como Joe Conforte, que no le molestaba que lleve a pasear a su esposa, pero sí que a través de ella busque quedarse con el negocio. Eso fue realmente el determinante. El mismo Conforte me dio a entender que se tenía que ir de acá (Ringo) y no volver”.

A la noche siguiente del asesinato, pese a que su compañero, Alberto Oliva, no lo acompañó, el marplatense emprendió viaje hacia el Mustang Ranch, con el objetivo de dialogar con Joe Conforte, una misión sumamente complicada:

 

Sorpresivamente, esa tarjeta llegó a manos del dueño del Mustang Ranch, quien se comunicó a las 4 AM con Larena, invitándolo a conversar a las 7 AM. Hablaron alrededor de una hora, en la cual Joe logró expresar su versión de los hechos:

En aquella oportunidad, Juan logró ilustrar su trabajo con una icónica fotografía junto a Joe Conforte, realizando un trabajo que ninguno de los fotógrafos enviados pudo: captar una imagen de la mafia que asesinó a Ringo Bonavena. Además, fue tan solo la primera de las tres charlas que estableció con el jefe del motel.

 

Juan Larena – Joe Conforte – Charlas en Tuñin

Otro de los acontecimientos que muy bien recuerda Larena es la llegada de Vicente, hermano de Óscar. Al poco tiempo de establecerse en Nevada, fueron a ver el cuerpo de “Ringo”, en donde, al momento de acercarse al féretro, escuchó al familiar del púgil soltar una frase que quedó en su memoria:

 

Al poco tiempo de su llegada, un hombre corpulento tocó el timbre de la habitación de Vicente. Quien abrió la puerta fue el protagonista de la charla, recibiendo una invitación formal por parte de Sally Conforte, por medio de uno de sus guardaespaldas. Juan y Vicente subieron al auto de la esposa de Joe, quien los invitó a cenar a un restaurante a las afueras de la ciudad, en donde solía frecuentar junto a Ringo. Uno de los momentos más llamativos se dio en uno de los primeros intercambios, cuando Sally le afirmó a Vicente:

Lógicamente, el caso fue analizado por un juez, más precisamente por Stan Gregory, quien dictaminó una condena un tanto particular. El asesino de Óscar Bonavena, Ross Brymer, estuvo prisión por ser quien efectuó el disparo del fusil 30.06, aunque a los catorce meses, Joe Conforte pagó la fianza que le devolvió la libertad. Pese a no recibir ningún castigo de magnitud, en los años siguientes, Joe debió exiliar a Brasil por evasión impositiva, en donde falleció en el 2019, a los 94 años. Por su parte Sally, visitó la Argentina para despedir a “Ringo”. Falleció en 1992, a los 75 años.

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