El boxeo argentino busca un rumbo

Por Carlos Irusta – ESPN

Primero falleció Luis Romio, a los 81, y luego su sucesor, Osvaldo Bisbal, a los 71.

 

Pero esos episodios ocurrieron, respectivamente, en agosto y noviembre de 2021. Y todavía no hay un sucesor oficial.

 

Es cierto: Jorge Molina, presidente de WBO Latino y hombre de la propia entraña de Bisbal y –además- histórico dirigente de la Federación, asumió como presidente. Pero Molina lo hizo dejando muy en claro que, ante todo, iba a buscar la mayor unidad posible y aceptando su condición de presidente de transición.

 

Molina, de hecho, fue hablando personalmente con la mayoría de los hombres afectados al poder, o cercano a él, tratando justamente de lograr la mayor cohesión posible.

 

No es el momento de dar nombres, de candidatos, puesto que es un tema interno, como también son internas algunas lógicas disputas por el poder.

 

Pero también es cierto que es un secreto a voces que el principal candidato a ocupar ese puesto es el doctor Luis Doffi, un abogado entrerriano que hace años que está en la Federación Argentina y que hoy es representando de la Federación Internacional de Boxeo (FIB o IBF, en sus siglas en ingles). De hecho, justamente nuestro único campeón mundial es Fernando “Puma” Martínez, reconocido por esa entidad. De la misma manera en que Jeremías Ponce se encuentra cerca de combatir con Subriel Matías de Puerto Rico, por la vacante dejada por Josh Taylor en welter junior, por la misma entidad.

 

Una serie de inconveniente administrativos difíciles de explicar, por otra parte, ha ido postergando o impidiendo que se produzcan las ansiadas elecciones presidenciales.

 

Tengamos en cuenta que esta situación ya lleva un año; Bisbal falleció el viernes 19 de noviembre de 2021. Y aunque hubo varios anuncios de que “ahora si va a haber elecciones”, estas nunca se produjeron.

 

No se sabe de alguien más además del doctor Doffi que se postule a ese cargo, pero sea como sea, quien asuma deberá pilotear un barco que no es de rumbo sencillo.

 

Por un lado, quizás el más importante, es que gran parte de la autonomía económica de la entidad depende de su relación con TyC, que a través del ciclo “Boxeo de Primera” es su principal recurso.

 

Osvaldo Rivero y Sampson Lewkowicz, junto a Carlos Tello y Mario Margossian, son los principales y casi únicos promotores que organizan espectáculos todos los fines de semana para ese ciclo. Sin embargo, la propia Federación es ahora también promotora de una serie de festivales declarados “Noche FAB”, que ha tomado como eje el Casino Buenos Aires y por donde pasan boxeadores de diferentes empresas.

 

Una manera de abrir el juego y de lograr, dentro de lo posible, algunos choques competitivos con boxeadores presentados por sus ya mencionados promotores.

 

Claro que el panorama contempla otras variantes. Mario Arano, histórico promotor de Lucas Matthysse, por dar solamente un nombre, posee su propio ciclo en DIRECTV.

 

Por el otro lado, Chino Maidana Promotions se apoya en ESPN KNOCK OUT, con una programación cada cuarenta días promedio y diferentes espectáculos en el interior del país que busca promocionar jóvenes talentos.

 

Recientemente apareció una nueva empresa, “Furia Boxing”, que realiza funciones en Canal 9, donde se reedita el ya histórico ciclo de “Knock Out 9”.

 

La Federación Argentina debe lidiar, le guste o no, con entidades paralelas.

 

Así están la WPC (World Pugilism Commission, escrito con doble S) o el Consejo Argentino de Boxeo Profesional (CABP) que muchas veces hasta autorizan a boxeadores a pelear afuera del país y que tiene muchos adherentes (algunos de los cuales, según las necesidades, también han pasado a pelear autorizados por la Federación Argentina).

 

WPC no solamente organiza festivales sino que hasta dicta cursos de árbitros y jurados por cuenta propia, o sea prescindiendo de la FAB.

 

También hay que anotar las Ligas Metropolitanas o del Oeste, que no cuentan siempre con el apoyo o la bendición oficial de la Federación Argentina.

 

En Mendoza comenzó a funcionar la Universal Boxing Association (UBA), que ha transmitido algunas peleas por streaming y que tampoco está alineada con la Federación.

 

Este es un tema no menor en el futuro de la Federación Argentina: demasiadas entidades independientes que, en muchos casos, permiten peleas con boxeadores con licencias vencidas o inexistentes.

 

No hay que olvidarlo, aunque parezca elemental: en boxeo no se juega, se pelea, y sin una debida contención reglamentaria, se convierte en una actividad mucho más peligrosa todavía.

Así las cosas, queda como promotor-manager-técnico independiente Alberto Zacarías. Junto con su hijo, Patricio, Alberto maneja la campaña de Jeremias Ponce, prescindiendo de los promotores ya mencionados. Hijo del gran Santos Zacarías –el formador desde el minuto cero de campeones como Juan Martín Coggi o Sergio Víctor Palma-, Alberto mantiene su independencia y la defiende a capa y espada.

Mientras tanto, en el campo del boxeo olímpico se siguen sumando medallas y obteniendo experiencia con técnicos que, como Omar Narváez, Fabricio Nieva, Pocho Arrieta, Daniel González, Mariano Carrera o Victor Hugo Castro poseen una gran experiencia.

Casi todos ellos fueron sumando conocimientos desde boxeadores de la mano de Sarbelio Fuentes, histórico técnico cubano que le dio nuevos aires al boxeo olímpico argentino.

Ahí, en ese trabajo amateur que no siempre se destaca lo necesario, hay una gran cantidad de nombres que, como también ocurre con A.M.B.A.P.A, Asociación de managers y boxeadores argentinos profesional y amateur-, o La Liga Metropolitana (una creación del Almagro Boxing Club que luego fue tomando energía propia) concentra festivales llenos de jóvenes boxeadores de ambos sexos, que son el futuro del pugilismo sin duda alguna.

Los grandes ejecutantes necesitan a veces, para poder lucirse, tener un gran director de orquesta. Puede ser alguien sin experiencia previa deslumbrante, como se dijo de Lionel Scaloni, pero que sepa amalgamar a todos en pro del bien común.

Tal vez eso le falte al boxeo de hoy desde un punto institucional. Dependerá del futuro presidente formar una gran orquesta en donde cada ejecutante –dirigentes, promotores, técnicos, boxeadores, oficiales de ring, periodistas- exprese su opinión, pero que se avenga también a renunciar a mezquinas vanidades.

Ese es el verdadero compromiso: el bien del boxeo argentino.

@ShowtimeBoxing

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