A 30 años de la pelea más convocante de la historia del boxeo: Julio César Chávez y Greg Haugen ante 132.247 personas en el Estadio Azteca
En 1993 la idea de Don King se vio materializada y Julio César Chávez, el boxeador más grande de la historia de México, peleó en el mítico Estadio Azteca de Ciudad de México. Al principio hubo reticencias de parte del púgil pero entre el promotor norteamericano y José Sulaimán, por entonces Presidente del Consejo Mundial de Boxeo, pudieron convencerlo de dejar su huella en el deporte de los puños.
La pelea con Récord Guinness de asistencia
El sábado 20 de febrero de 1993 se presentó Julio César Chávez en el Coloso de Santa Úrsula, el Estadio Azteca, para enfrentar al estadounidense Greg Haugen. “Cuando Don King me hace la propuesta de pelear en el Estadio Azteca, lógicamente, yo me negué rotundamente, pero a través de Don José Sulaiman me convencieron y afortunadamente la pelea se realizó y no se equivocaron porque ha sido el lleno más impresionante que me ha tocado ver”, contó El Gran Campeón Mexicano, como lo bautizó el icónico Jimmy Lennon Jr. en la soñada noche del Azteca.
El rival perfecto debería haber sido el puertorriqueño Héctor ´El Macho´ Camacho, a quién había vencido meses atrás. Pero Greg Haugen hizo a la perfección el papel de villano; calentó la previa, le faltó el respeto a Chávez, a su historia deportiva y a sus oponentes anteriores y despertó el odio de toda la afición mexicana. Las cifras oficiales de la pelea dieron cuenta de la vente de 132.247 tickets, con precios que iban desde los 5 hasta los 2750 pesos mexicano.
“Voy a ganar, he pensado tanto en ello, que me da miedo, porque tengo entendido que habrá 120 mil en el Estadio Azteca este sábado”, dijo Haugen en una rueda de prensa dos días antes del pleito. “Chávez está furioso porque no le tengo respeto, pero no estoy aquí para tenerle respeto. No tengo nada contra los mexicanos, yo mismo soy mitad indio, si alguien es racista es Don King. Pero estoy aquí para pelear. Realmente Julio no me cae bien y entre más lo veo más mal me cae. Él va a encontrarse con un lento hombre blanco que le dará una lección de boxeo que no olvidará”, agregó el retador; quién solía menospreciar el récord de 84-0 de Chávez porque decía que la mayoría de sus oponentes habían sido ´taxistas borrachos de México´.
Foto: Focus on Sport/Getty Images
Greg Haugen, de Auburn, Washington, no estuvo a la altura de la pelea en lo estrictamente deportivo. Llegó al combate con cuatro derrotas en 37 disputadas para pelear con uno de los mejores boxeadores en la historia del deporte. En el primer round ya fue al suelo, pero no era lo que quería Chávez: “En el round uno lo tumbé, pero era mucha gente y no quería decepcionarlos. Luego me estresó la altura, me cansé, se me complicó, hasta que ya en el quinto round lo tumbé y gané”.
La pelea no fue un gran espectáculo en si mismo, Chávez ganó con un contundente TKO5 y nadie esperaba otra cosa; cuando el referee Joe Cortez decretó el final faltando 53 segundos para el cierre de la quinta vuelta las tarjetas de los jueces Dae Eun Chung (33-40), Marty Denkin (35-40) y Gelasio Perez Huerta (35-40) ya marcaban una notoria superioridad del mexicano. La noche fue tal cuál la soñó Don King, el promotor de la velada, y tuvo un póker de peleas de campeonato: Chávez vs Haugen por el título Superligero CMB, Terry Norris vs Maurice Blocker por el título Superwelter CMB, Michael Nunn vs Danny Morgan por el título Supermediano AMB y Azumah Nelson vs Gabriel Ruelas por el título Superpluma.
“Significa mucho para mí, es una noche que queda, no solo para el recuerdo mío sino para todos mis seres queridos y sobre todo para México que siempre me dio su gran apoyo, estaba más nervioso porque fuera la gente que por la pelea, pero cuando llego al Estadio Azteca me quede totalmente impresionado, fue una sensación de motivación y de nervios”, dijo el ´César del Boxeo´, Julio César Chávez, cuando recuerda la noche mágica de 1993.