Abre el peque\u00f1o malet\u00edn met\u00e1lico rectangular y toma el cintur\u00f3n negro con ribetes rojos y detalles dorados. “\u00bfSer\u00e1 enchapado o tendr\u00e1 oro de verdad?”, lanza con tono de pregunta ret\u00f3rica. Lo mira. Lo examina como si nunca lo hubiese tenido en sus manos. Simula limpiarlo, aunque \u00e9l bien sabe que lo est\u00e1 acariciando. “Yo ac\u00e1 veo el esfuerzo de toda mi vida”, dice con la vista perdida como si verdaderamente estuviese mirando una serie sobre sus casi\u00a029 a\u00f1os<\/strong>\u00a0de esfuerzo. Esa escena dice mucho m\u00e1s sobre \u00e9l que lo mucho que dir\u00e1 a lo largo de la entrevista.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n Brian Casta\u00f1o<\/strong>\u00a0miente. Es un experto en el enga\u00f1o. Arriba del ring lo hace con un baile veloz para desconcentrar a sus rivales, cuando simula estar completamente l\u00facido tras recibir\u00a0un inesperado bombazo del rival o en el amague antes de sacar el poder de sus pu\u00f1os. Abajo del cuadril\u00e1tero estafa cuando mira el cintur\u00f3n de campe\u00f3n de la\u00a0Asociaci\u00f3n Mundial de Boxeo (AMB)<\/strong>\u00a0correspondiente a la categor\u00eda\u00a0superwelter<\/strong>\u00a0como si fuese la primera vez:\u00a0hace ya\u00a0dos a\u00f1os<\/strong>\u00a0que es el due\u00f1o y varias veces decidi\u00f3 sacarlo de su malet\u00edn para regocijarse con \u00e9l. Lo tiene justificado: esquiv\u00f3 tentaciones, malarias y carencias para ser el \u00fanico campe\u00f3n del mundo en boxeo que actualmente tiene Argentina. Un hecho casi in\u00e9dito en la historia de uno de los pa\u00edses con mayor tradici\u00f3n box\u00edstica.<\/p>\n R\u00ede, bromea y se mezcla como uno m\u00e1s. En la Sociedad de Fomento Villa Alida, ubicada en el coraz\u00f3n de San Justo \u2013la localidad de cabecerea del populoso partido de La Matanza en el oeste del Conurbano\u2013, decididamente es uno m\u00e1s. All\u00ed recibe a\u00a0Infobae<\/strong>\u00a0mientras la gente de su team termina de cocinar el combate m\u00e1s trascendente de su carrera: pelear\u00eda contra el cubano\u00a0Erislandy Lara<\/strong>\u00a0en Estados Unidos a fines de noviembre.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n “Lo fui a ver en vivo a la pelea que perdi\u00f3 con Jarrett Hurd (NdR: en abril cay\u00f3 por fallo dividido). Sinceramente,\u00a0personalmente son otra cosa<\/strong>. La\u00a0tele los agranda m\u00e1s:\u00a0los ves m\u00e1s fuertes, grandes, altos, potentes, r\u00e1pidos, pero personalmente te das cuenta que son iguales o inferiores a vos<\/strong>. Pelear con \u00e9l ser\u00eda un\u00a0gran salto para m\u00ed<\/strong>\u00a0y me permitir\u00eda seguir posicion\u00e1ndome entre los boxeadores de primera l\u00ednea. Hay varios campeones y queremos pelear con todos”, asegura sobre una categor\u00eda que aparece entre las m\u00e1s atractivas del pugilismo actual con referentes de la talla de Jermell Charlo, Jaime Munguia, Julian Williams o los mencionados Lara y Hurd. Casta\u00f1o tambi\u00e9n pertenece a ese selecto grupo.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n Casta\u00f1o parece hablar desde la dualidad: el pibe de barrio que tiene reminiscencias de la esquina y el imponente campe\u00f3n que rompi\u00f3 la cortina medi\u00e1tica en 2013 durante una presentaci\u00f3n con el selecci\u00f3n argentino amateur\u00a0gracias a la paliza que le propin\u00f3 al kazajo Sergiy Derevyanchenko, quien en octubre buscar\u00e1 el t\u00edtulo de los medianos de la FIB en el\u00a0Madison Square Garden<\/em>. “La gente a veces me dice\u00a0“loco, vos no caes”\u2026<\/strong>\u00a0\u00bfQu\u00e9 quer\u00e9s que haga?\u00a0\u00bfQue vaya con la cabeza en alto d\u00e1ndole bifes a todos, agrandado?<\/strong>\u00a0Yo soy as\u00ed, soy normal. Esto (toma el cintur\u00f3n bien fuerte) no me hace ni m\u00e1s ni menos. Deportivamente s\u00ed, pero esto va a llegar un d\u00eda que se va a ir y voy a seguir siendo una persona”, declara con una claridad que abruma.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n Casta\u00f1o naci\u00f3, creci\u00f3 y pasa sus horas en La Matanza.\u00a0Su padre\u00a0Carlos<\/strong>le inocul\u00f3 el pugilismo y se encarg\u00f3 personalmente de evitar que ese virus nunca abandone las fibras del “Boxi”. Se cri\u00f3 viendo c\u00f3mo desarrollaba una\u00a0escueta carrera como peleador profesional<\/strong>. Tambi\u00e9n soporta la\u00a0exigencia de Carlos como entrenador<\/strong>\u00a0y gu\u00eda, a punto tal que hace unos a\u00f1os atr\u00e1s\u00a0realizaba una especie de\u00a0patrullaje en bicicleta por las esquinas<\/strong>\u00a0en las que paraba Brian para evitar que se desv\u00ede del camino deportivo.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n “Yo me enojaba con \u00e9l porque\u00a0no me dejaba ir a los bailes, a las jodas del barrio<\/strong>. Capaz\u00a0me escapaba y me ven\u00eda a buscar<\/strong>. Sal\u00eda en la bicicleta y preguntaba: “\u00bfD\u00f3nde est\u00e1 Brian?”. Y arrancaba con\u00a0“vamos a casa”<\/strong>. Cuando me lo dec\u00eda tres veces, me iba porque sino me cagaba a trompadas. A m\u00ed en ese momento me daba verg\u00fcenza, pero los pibes ya sab\u00edan: “Te viene a buscar tu viejo, and\u00e1 tranquilo Boxi”. Me iba rezongando, pero despu\u00e9s me puse a pensar y\u00a0si \u00e9l no ven\u00eda a hacer eso, yo no hubiese llegado a donde estoy<\/strong>“, reconoce.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n Ese reflejo del camino a seguir le dej\u00f3 varias ense\u00f1anzas, pero una fundamental: el\u00a0respeto por el trabajo<\/strong>.\u00a0Boxeador profesional, barrendero, chapista y changar\u00edn<\/strong>. Su padre hizo de todo para sostener a la familia. “Yo era barrendero con mi viejo<\/strong>. \u00c9l aparte de laburar con el boxeo se dedic\u00f3 a barrer las calles. Se la rebuscaba. Yo\u00a0sal\u00ed a barrer con \u00e9l como tres o cuatro a\u00f1os<\/strong>\u00a0y despu\u00e9s se sumo mi hermano Alan (tambi\u00e9n boxeador y con un r\u00e9cord de 13-0). Con\u00a0eso changue\u00e1bamos<\/strong>. Ah\u00ed\u00a0aprend\u00ed a darle valor a la plata<\/strong>, a cuidar mis pesitos, comprar mis cositas. Despu\u00e9s entr\u00e9 a la Selecci\u00f3n y me fui a vivir al Cenard. Sal\u00eda de ah\u00ed solo los fines de semana”, rememora sobre el momento en el que su vida tom\u00f3 el sendero que lo deposit\u00f3 en este presente de \u00e9xito deportivo.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n Casta\u00f1o se subi\u00f3 a un ring por primera vez a los\u00a011 a\u00f1os<\/strong>\u00a0hecho un manojo de nervios. Tres a\u00f1os m\u00e1s tarde sac\u00f3 la licencia amateur y comenz\u00f3 una carrera que se termin\u00f3 en\u00a02012 tras 189 combates<\/strong>\u00a0en ese status. Esa estad\u00edstica es un tanto incorrecta. Hay varias peleas que no se le contaron en el comienzo de su adolescencia:\u00a0las de la esquina<\/strong>. Como todo barrio del Conurbano, ese fue el n\u00facleo de encuentro entre los j\u00f3venes de la misma edad y algunos quer\u00edan ver de qu\u00e9 estaba hecho ese pibito\u00a0“camorrerito”<\/strong>\u00a0que\u00a0apenas iniciaba su camino con los guantes puestos en exhibiciones.<\/p>\n “Siempre hubo peleas en las calles, m\u00e1s si parabas en una esquina, en el barrio.\u00a0Hay muchos que te quieren probar<\/strong>:\u00a0“\u00a1Qu\u00e9 va a ser boxeador este! \u00a1Lo cagamos a palos!”<\/strong>. Me vinieron a probar muchos en la calle\u2026 T\u00e9cnico al primer cruce\u2026 Son etapas que uno va quemando y aprendiendo de los errores porque es una boludez. Con la mayor\u00eda que me agarr\u00e9 en la calle hoy en d\u00eda comemos asado y nos cagamos de risa”,\u00a0reflexiona sobre\u00a0la sinuosa ruta rumbo a la madurez que debi\u00f3 afrontar.<\/p>\n Aunque los ojos esquivos porte\u00f1os muchas veces evaden esas realidades, las an\u00e9cdotas que relata Casta\u00f1o sobre su crianza en la calle se repiten en todos los puntos del Conurbano. La esquina, los desaf\u00edos, las tentaciones, los vicios y la moneda al aire para la suerte en el futuro. Algunos logran evadir\u00a0el poder magn\u00e9tico que tiene ese im\u00e1n representado en una esquina. Otros no: “Estuve cerca de mandarme cagadas, en la calle es normal. Todo el d\u00eda est\u00e1n las tentaciones de todo. Yo siempre fui bueno en ese sentido, nunca sal\u00ed a bardear. Siempre me aboqu\u00e9 al boxeo. Yo\u00a0ve\u00eda amigos o conocidos en las adicciones o ca\u00edan en cana y despu\u00e9s no est\u00e1 nadie<\/strong>“.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n “La calle y la noche te llevan a un mont\u00f3n de cosas<\/strong>. Si no fuese por mi pap\u00e1 yo no ser\u00eda lo que soy hoy en d\u00eda. Parar\u00eda en la esquina todo el tiempo, de ac\u00e1 para all\u00e1, baile, noches, saldr\u00eda de lunes a lunes.\u00a0Yo me cuido, me porto bien, entreno todos los d\u00edas<\/strong>. Pero tengo un mont\u00f3n de amigos que sufren\u00a0adicciones, que est\u00e1n en cana y un par de pibes que ya no est\u00e1n<\/strong>. Es jodido. Es dif\u00edcil. Si no ten\u00e9s una contensi\u00f3n o alguien que te gu\u00ede, uno se va descarrilando”. La radiograf\u00eda que hace Brian es precisa. No habla de su crianza solamente. Relata con precisi\u00f3n\u00a0la juventud de millones de pibes que viven en la\u00a0periferia de la Capital y que, por momentos, dependen de la suerte del destino\u00a0ante la ausencia de un lazarillo que los gu\u00ede por un camino alejado de los problemas.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n Quiz\u00e1s este aspecto de su vida fue el que lo convenci\u00f3\u00a0para comenzar a dar clases de boxeo en su barrio con la idea de ayudar a los chicos y darle una mano a un amigo. “Yo no cobro plata, la cobra mi amigo. Voy a ayudarlo a \u00e9l y aparte porque no hab\u00eda boxeo en el barrio.\u00a0Yo le hablo a los chicos, trato de sacarlos de las malas influencias<\/strong>. Tratamos de apoyarlos.\u00a0Ten\u00e9s que estar, es un d\u00eda a d\u00eda<\/strong>. Para muchos pibes es como su segunda casa. Ellos se incentivan”, explica.<\/p>\n<\/div>\n “Cuando ca\u00e9s en las adicciones o en cana despu\u00e9s no est\u00e1 nadie<\/strong>. Los \u00fanicos que est\u00e1n son los familiares. La primera semana te mandan un paquete de puchos y despu\u00e9s se olvidan. S\u00f3lo est\u00e1n tu mam\u00e1 y tu pap\u00e1. Yo ve\u00eda a un par de pibes enroscados y no llegaron a nada. Yo pensaba: ‘Tengo un futuro, un don, que es el boxeo. Tengo que aprovecharlo al m\u00e1ximo. \u00bfQu\u00e9 quiero? \u00bfIr a laburar?\u00a0Yo ya estaba cansado de ir a barrer, ir a changuear<\/strong>. Pensaba que si Dios quer\u00eda el d\u00eda de ma\u00f1ana me iba a poder arreglar mi ranchito, comprarme alguna casita. Poder tener algo'”, resume sobre todo el sacrificio que se\u00f1alaba minutos antes de comenzar la entrevista mientras observaba su cintur\u00f3n.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n \u00c9l sabe a la perfecci\u00f3n c\u00f3mo cambia la vida con esta disciplina deportiva. Hace poco m\u00e1s de una d\u00e9cada era barrendero y ahora hasta es amigo de las estrellas del espect\u00e1culo local. El v\u00ednculo que forj\u00f3 con el actor\u00a0Esteban Lamothe<\/strong>\u00a0lo demuestra: “Es un amante del boxeo<\/strong>\u00a0y yo lo segu\u00eda en las novelas. Me invit\u00f3 al estreno de una pel\u00edcula y de ah\u00ed empezamos a hablar. Siempre estamos en contacto. Ahora me invit\u00f3 a ver el cap\u00edtulo final de\u00a0El Marginal<\/em>.\u00a0Es algo que nunca pens\u00e9<\/strong>. La repercusi\u00f3n. Tambi\u00e9n me relaciono con\u00a0Luciano Castro<\/strong>, que le encanta el boxeo. Siempre la mejor”.<\/p>\n<\/div>\n Brian bromea con todos. Recibe a algunos de los pupilos que llegan para entrenarse junto con \u00e9l en el primer piso de esa t\u00edpica sociedad de fomento de barrio. Se presta a mostrar el poder de sus pu\u00f1os para la sesi\u00f3n de fotos. Se mueve\u00a0de\u00a0ac\u00e1 para all\u00e1 y lanza algunos golpes al aire. Jab, uppercut, una combinaci\u00f3n de remate. Su cuerpo comienza a calentarse y la velocidad de los movimientos crece. Una bolsa roja ser\u00e1 su retadora. Algunos golpes asustan. Parece que la bolsa\u00a0lanza\u00a0un quejido profundo cuando el pu\u00f1o izquierdo expone\u00a0la virulencia de su potencia. Los\u00a011 nocauts en sus 15 presentaciones<\/strong>\u00a0no son una casualidad. El franc\u00e9s Cedric Vitu o el puertorrique\u00f1o Emmanuel de Jes\u00fas\u2013a quien le arrebat\u00f3 el t\u00edtulo\u2013, por ejemplo, pueden dar fe.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n “No es un peso ser el \u00fanico campe\u00f3n argentino de la actualidad. Me hubiese gustado que est\u00e9 lleno de campeones argentinos.\u00a0Cada campe\u00f3n nuevo me pone contento porque nutre al boxeo argentino y nos posiciona mejor a nivel internacional<\/strong>. Para m\u00ed es un incentivo porque demostramos en cada pelea que con sacrificio se puede llegar.\u00a0Hay muchos pibes que vienen atr\u00e1s m\u00edo que son m\u00e1quinas<\/strong>. Dentro de poco vamos a ser muchos campeones mundiales”, expresa con una mezcla de tono de deseo y an\u00e1lisis.<\/p>\n<\/div>\n Casta\u00f1o est\u00e1 a punto de ingresar en la mejor parte de su carrera. Tendr\u00e1 que ratificar todas las buenas presunciones que hay sobre su espalda y confirmar las cualidades que ya expuso. La categor\u00eda se presta para dar varios combates estelares gracias a la presencia de Hurd, Munguia, Charlo, Williams, Lara\u00a0y Michel Soro, a quien Brian venci\u00f3 en fallo dividido hace un a\u00f1o.\u00a0“Nosotros aspiramos a seguir trabajando para pelear con ellos, los campeones de otros cinturones, de otros consejos”<\/strong>, reconoce. “Te da un poquito de presi\u00f3n la gente porque ellos se esperanzan mucho con un boxeador que hoy en d\u00eda es campe\u00f3n. Pero no te ten\u00e9s que dejar envolver por eso y deb\u00e9s sacar la positividad, ese empujoncito de “dale campe\u00f3n que le vas a ganar a este”.\u00a0Me dan ganas de seguir laburando para pelear con los mejores<\/strong>“, agrega.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n El grandote bonach\u00f3n Leandro Robutti fue una especie de anfitri\u00f3n del equipo period\u00edstico antes de iniciar la nota, mientras hac\u00eda tiempo para empezar el segundo turno de exigencias f\u00edsicas de cara a la pelea que tendr\u00e1 dentro de un mes en Tucum\u00e1n. Bromea, hace chistes y relata que sufri\u00f3 en un entrenamiento el primer nocaut de su vida: “Es como que todo se hace chiquito y vos ves por un tubo por unos segundos”. Brian, de mano pesada,\u00a0da detalles desde el otro lado del mostrador: el pico de \u00e9xtasis que se genera tras\u00a0propinar un\u00a0nocaut. “Es un momento que va de la adrenalina a la relajaci\u00f3n. Es un combo de emociones en el momento. Es alivio, felicidad, adrenalina.\u00a0Arriba de un ring no sent\u00eds miedo<\/strong>, sent\u00eds la adrenalina por pelear y el temor de que te no cace una mano, nada m\u00e1s. Arriba del cuadril\u00e1tero las peleas son peleas”, describe.<\/p>\n Antes de abandonar ese barrio de casas bajas, de fachadas corro\u00eddas por las inclemencias del tiempo, con un silencio que retumba en los o\u00eddos ante tanto predominio y s\u00f3lo es interrumpido por el chirrido de los colectivos,\u00a0la m\u00e1xima estrella del pugilismo local repasa una serie de\u00a0consejos que le confi\u00f3\u00a0“Maravilla” Mart\u00ednez<\/strong>\u00a0el d\u00eda que tuvo la oportunidad de almorzar con \u00e9l. Aquella jornada fue reveladora. El ex campe\u00f3n superwelter y mediano, que sorprendi\u00f3 a la escena nacional tanto por su belleza arriba del ring como su capacidad intelectual superior a la de la media de los pugilistas argentinos, le dio la clave del \u00e9xito: leer, estudiar, aprender a comunicar\u00a0y vestirse como la estrella que es. El boxeo, adem\u00e1s de una hermosa disciplina, es un show. “Maravilla” lo sabe.<\/p>\n Brian anda de ropa deportiva, gorra al tono y zapatillas blancas sin atar. Se moviliza en un veh\u00edculo blanco nacr\u00e9 impoluto, saluda con un abrazo afectuoso y se muestra cercano, confiable y accesible ante cada persona que lo interpela. Un peque\u00f1o arito en el lado derecho de su nariz completa el look que lleva ese muchacho de 1,71 metro, sonrisa amplia, anillos dorados y prolija afeitada al ras. “En dos a\u00f1os quiero estar\u00a0triunfando en Las Vegas<\/strong>. Ser fondista de las mejores carteleras\u00a0peleando contra los mejores de mi categor\u00eda<\/strong>\u00a0para unificar. Estar en el\u00a0Caesars Palace<\/em>, el\u00a0MGM<\/em>\u00a0o en Los \u00c1ngeles en el\u00a0Staples Center<\/em>.\u00a0Ser el mejor libra por libra<\/strong>“, sue\u00f1a despierto, nuevamente con la mirada perdida, como si esta vez ya no estuviese mirando al pasado de sacrificio y en sus ojos se refleje el futuro de \u00e9xito.<\/p>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n<\/div>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Por Rodrigo Tamagni | Infobae Abre el peque\u00f1o malet\u00edn met\u00e1lico rectangular y toma el cintur\u00f3n negro con ribetes rojos y<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":12996,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"jetpack_publicize_message":"El \"Boxi\" es campe\u00f3n superwelter de la AMB, el \u00fanico pugilista nacional con un cintur\u00f3n hoy en d\u00eda. 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