Por Carlos Irusta – ESPN<\/p>\n

Viernes 7 de junio, 1996. Oscar De La Hoya le gana a Julio C\u00e9sar Ch\u00e1vez y se consagra campe\u00f3n. \u00bfQu\u00e9 hubo detr\u00e1s de aquella sangrante herida?<\/p>\n

Por entonces, Oscar De La Hoya segu\u00eda aprobando ex\u00e1menes, pero necesitaba graduarse ante un rival de verdadero fuste. \u00bfQu\u00e9 mejor negocio y qu\u00e9 mejor candidato que Julio C\u00e9sar Ch\u00e1vez? Bob Arum anunci\u00f3 la pelea con bombos y platillos. Ser\u00eda el combate n\u00famero 100 para J.C., que solamente ten\u00eda una derrota oficial, y la pelea n\u00famero 22 para el \u201cGolden Boy\u201d.<\/p>\n

Escenario: el estadio abierto del Caesars Palace. Oscar, a los 23 a\u00f1os, era el ligero favorito por su juventud. Pero era dif\u00edcil apostarle una moneda en contra al mexicano: a los 33, lleno de experiencia y fortaleza, era el campe\u00f3n mundial welter junior del WBC.<\/p>\n

Viajamos a Las Vegas y nos encontramos con el colega y amigo Juan De Biase, enviado por el diario\u00a0Clar\u00edn<\/em>. En esa \u00e9poca, el Caesars era representado en la Argentina y Sudam\u00e9rica por don Edmond Chacra, fan\u00e1tico del boxeo.<\/p>\n

Aunque Oscar ya ten\u00eda dos campeonatos mundiales \u2013liviano junior primero y luego ligero- y era toda una estrella, Ch\u00e1vez parec\u00eda estar en un buen momento. \u201cSobre todo, de ac\u00e1\u201d, hab\u00eda dicho toc\u00e1ndose la cabeza (en esa \u00e9poca se hab\u00eda vuelto a reunir con su esposa tras una separaci\u00f3n).<\/p>\n

Este periodista no se animaba a darlo a Oscar como seguro ganador, aunque representaba el futuro del negocio, con Bob Arum a la cabeza.<\/p>\n

Los mexicanos lo apoyaban masivamente, ya que Oscar es angelino y, pese a todo el marketing, no lograba ser asimilado completamente por los mexicanos puros.<\/p>\n

Bob Arum esperaba como m\u00ednimo una recaudaci\u00f3n de 70 millones de d\u00f3lares.<\/p>\n

Una circunstancia muy especial apareci\u00f3 el d\u00eda del pesaje, que se efectu\u00f3 en el ring donde iba a ser la pelea. Bajo un sol ardiente, ah\u00ed estuvieron Oscar y J.C. Y por una larga relaci\u00f3n que sosten\u00edamos con Eduardo Oreste Lamaz\u00f3n \u2013santafecino de nacimiento, hombre de gran influencia en el WBC- tanto De Biase como este periodista pudimos subir al ring gracias a su gesti\u00f3n.<\/p>\n

Y ah\u00ed estuvimos, saludando a ambos: fugazmente por cierto. Cuando nos bajamos del ring, con De Biase nos hicimos el mismo comentario: \u00bfPod\u00eda ser que Julio C\u00e9sar estuviera ligeramente maquillado?<\/p>\n

A los dos nos pareci\u00f3 lo mismo, como tambi\u00e9n nos pareci\u00f3 una idea descabellada, porque \u00bfpara qu\u00e9 se va a maquillar un boxeador en un pesaje?<\/p>\n

La noche de la pelea hubo una explicaci\u00f3n.<\/p>\n

De La Hoya conect\u00f3 su primera mano a fondo y, de pronto, el rostro de Ch\u00e1vez se llen\u00f3 de sangre. De su ceja izquierda manaba un torrente, ante la locura generalizada el p\u00fablico (asistieron 15.283 espectadores).<\/p>\n

El mexicano hizo lo que pudo, y aunque algo se resta\u00f1\u00f3 la sangre en los asaltos siguientes, especialmente el segundo, era notorio que ten\u00eda que luchar contra semejante hemorragia \u2013nunca antes hab\u00eda sufrido algo as\u00ed de fuerte- y contra la juventud de su rival, veloz y en\u00e9rgico.<\/p>\n

Sacudi\u00e9ndose el rostro, Ch\u00e1vez era la imagen de la impotencia. Solamente pudo armarse en el fat\u00eddico cuarto y sali\u00f3 a tirar golpes, buscando lo imposible. Finalmente, Joe Cortez detuvo la pelea en ese cuarto asalto a los 2 minutos 37 segundos.<\/p>\n

Corrimos al Pavillion, donde se montaba la sala de prensa. \u201cFue una herida fresca\u201d, nos dijo Norberto Longo, argentino radicado en Miami, periodista de\u00a0Telemundo<\/em>. \u201cEsta pelea no debi\u00f3 haberse hecho\u201d, coment\u00f3 Lewis \u201cLucho\u201d Buckley, especialista peruano tambi\u00e9n radicado en Miami.<\/p>\n

Y este periodista confiesa que al principio le cost\u00f3 creerlo, aunque era llamativa tanta sangre por un solo golpe. No hab\u00eda existido cabezazo, o al menos no hab\u00eda habido queja alguna de algo similar.<\/p>\n

Al d\u00eda siguiente Bob Arum hizo una charla informal con los periodistas y cuando le coment\u00e9 el hecho, se enoj\u00f3 mucho, tal vez demasiado: \u201c\u00bfA qui\u00e9n se le puede ocurrir semejante historia? Son cosas que pasan, esto es boxeo\u201d.<\/p>\n

Algunos dec\u00edan que hab\u00eda sido jugando con sus hijos. Otros \u2013y era la versi\u00f3n m\u00e1s aceptable- que hab\u00eda sido producto de una desafortunada sesi\u00f3n de sparrings. No se dijo nada en ese momento, al menos en forma oficial.<\/p>\n

En esos tiempos ya dirig\u00edamos una revista especializada (\u201cRing Side\u201d) y publicamos en tapa una foto de Ch\u00e1vez tom\u00e1ndose el rostro con el t\u00edtulo \u201cMentiras verdaderas\u201d.<\/p>\n

El tiempo pas\u00f3 y finalmente, el propio Ch\u00e1vez acept\u00f3 que hab\u00eda sido una muy mala decisi\u00f3n. Se lo confes\u00f3 en 2016 a Salvador Rodr\u00edguez en una nota para ESPN.<\/p>\n

“Faltando cinco d\u00edas para la pelea, era mi \u00faltimo d\u00eda de sparring, y ya era el \u00faltimo round de sparring y cuando menos pens\u00e9 me pegan un golpe y que me cortan. Le dije a mi doctor que c\u00f3mo \u00edbamos a hacer. Me dijo que la pelea se iba a suspender”, record\u00f3 Ch\u00e1vez en su charla con Rodr\u00edguez.<\/p>\n

“Me convencieron y ese mismo d\u00eda el doctor me oper\u00f3, me cosi\u00f3 y dije, as\u00ed me la voy a aventar ch… a su m.., el doctor me dijo que obviamente en la pelea se me iba a abrir, pero que iba a ir a Tijuana por un ung\u00fcento para cauterizar las heridas, para que la hemorragia no fuera tan profunda. No quise suspender la pelea, pero dije que si se van a dar cuenta en la Comisi\u00f3n, la pelea se va a suspender. Pero la verdad es que se hicieron pend… en la Comisi\u00f3n, y as\u00ed sub\u00ed cortado. Antes de la pelea me tuvieron que meter una aguja en la cortada para que no me doliera, porque yo estaba reci\u00e9n operado, me entiendes, la herida estaba abierta, y me mete la aguja el doctor para que no me doliera y se me viene la hemorragia otra vez. Una hora antes de la pelea, antes de subir al ring. Esperamos a que el comisionado se distrajera, me metieron la aguja, se me viene la hemorragia y ah\u00ed vamos corriendo para el ba\u00f1o para que el de la comisi\u00f3n no me viera”, revel\u00f3 Ch\u00e1vez.<\/p>\n

El misterio no fue tal, pero persisti\u00f3 con los a\u00f1os ya que nadie \u2013especialmente el propio interesado- aceptaron abiertamente lo que hab\u00eda ocurrido. La victoria para De La Hoya fue importante, pero no lo suficiente, porque sobre todo para los expertos, fue con una inesperada y enorme ventaja.<\/p>\n

Fue, eso s\u00ed, una catapulta importante para el Golden Boy, puesto que sum\u00f3 algo m\u00e1s que un nombre a su record: sum\u00f3 una leyenda. Hubo una segunda edici\u00f3n, dos a\u00f1os despu\u00e9s -18 de septiembre de 1998 en el Thomas & McCenter de Las Vegas- y nuevamente se impuso la velocidad y juventud de Oscar. Tambi\u00e9n lastimado, Ch\u00e1vez no sali\u00f3 a pelear al octavo asalto. Estuvo en juego la corona de los welters en poder de De La Hoya, quien hac\u00eda su quinta defensa.<\/p>\n

S\u00ed, fue un misterio, porque aunque muchos conoc\u00edan la explicaci\u00f3n, nadie habl\u00f3 en su momento.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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