La división de Pesos Completo es un río revuelto con varios peces gordos

La máxima división del boxeo profesional es también la máxima división de la confusión. La única pelea de la división pesada, la única que aún justificaría un PPV y que arrojaría ganancias siderales, es la unificación entre Deontay Wilder (CMB) y Anthony Joshua (FIB-AMB-OMB). Pero del deseo al hecho, hay un trecho tan largo que hoy hace presumir que, quizás, esa batalla recién se pueda materializar en algún momento del 2019. Y de ese detalle nace la aludida confusión.

Las negociaciones han sido dificultosas, es verdad. Especialmente por la cantidad de dinero involucrada en el tire y afloje por las ganancias en el contrato. Pero a ese laberinto se han sumado episodios puntuales (como las malas actuaciones de los dos rivales en sus últimas peleas) y actores secundarios que tienen siempre influencia en la marcha de este negocio (como los organismos rectores del boxeo profesional). Tal es así que cuando deberíamos estar imaginando los detalles de la Wilder-Joshua, debemos asociarlos con Luis Ortiz, Alexander Povetkin, Dillian Whyte, Jarrel Miller y cuidado, si este sábado Tony Bellew vuelve a vencer a David Haye, no dudamos que Lou Di Bella reciclara aquel pedido del 2017 para enfrentarlo a Deontay Wilder.

Y de eso se trata el enredado momento de la división superior. El impase en definir la pelea que todos quieren, está empujando los rivales hacia peleas que ya fueron o que nadie quiere.

“A RIO REVUELTO, GANANCIA DE PESCADORES”

Tal como lo establece el popular refrán, algunos contendientes pesados tienen por estos días la posibilidad de pescar “a rio revuelto” y gastar sus últimas balas en alguna oportunidad impensada. Es el caso del cubano Luis Ortiz y el británico Dillian Whyte. El CMB ya decretó que ambos se enfrenten para definir el retador oficial de Wilder. Esa pelea sería a más tardar en junio y en el continente europeo. Por el otro lado, el Comité de Campeonatos de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) ordenó a comienzos de abril el inicio de las negociaciones entre el Súper Campeón AMB de los Pesos Pesados, Anthony Joshua, y el monarca AMB-Intercontinental, el ruso Alexander Povetkin, para que se enfrenten por el cinturón de Joshua en una pelea mandatoria.

Povetkin ganó ese derecho a ser retador oficial en diciembre cuando venció por decisión unánime al rumano Christian Hammer en una pelea eliminatoria. En la reciente batalla de unificación entre Anthony Joshua y Joseph Parker, Povetkin fue protagonista de la pelea semi estelar en la que noqueó al británico David Price.

La FIB no ha metido la cuchara aun con imposiciones sobre su cinturón en poder de Joshua. El británico ya defendió su accidentada mandatoria, cuando enfrentó a Carlos Takam, un retador alternativo debido a la lesión del oponente titular: Kubrat Pulev. Sin embargo, por el lado de este organismo no creo se mantengan por mucho tiempo tranquilos. El estadounidense Jarrell Miller, que figura tercero tanto en la FIB como en la AMB y cuarto en la OMB, este sábado en Brooklyn venció por decisión unánime a Johann Duhaupas y, al parecer, también sería otro retador de Joshua por la AMB o no nos asombremos si la FIB le ordena una eliminatoria contra Kubrat Pulev para los próximos meses.

Lo mismo ocurre con la OMB donde Povetkin figura en el primer lugar de la clasificación y parece ya demasiado difícil que Joshua se libre de enfrentarlo nuevamente. Máxime si tomamos en cuenta que en su clasificación el que le sigue al ruso es el estadounidense Dominic Breazeale, que suena como próximo oponente de Wilder.

Que el CMB haya ordenado una eliminatoria para Wilder, no le cayó nada bien a Eddie Hearn y acusó a Mauricio Sulaimán (presidente del organismo) de haber tomado una decisión equivocada. Hearn, que consideró absurda una posible defensa voluntaria de Wilder ante Breazeale, entendió que aun peor que eso fue el decreto de una eliminatoria de Ortiz-Whyte, cuando este último ya era el retador obligatorio del CMB.

No más allá de septiembre, mientras se sigue deshojando la margarita de esa posible unificación, es posible que todos los organismos tengan retadores mandatarios esperando enfrentar a Joshua o Wilder en sus próximas peleas. Si como se presume la unificación queda para el 2019, tendremos un lindo problema en puerta con esas peleas obligatorias impuestas por los organismos.

Ya hemos visto los dramas que ha enfrentado Gennady Golovkin para sostener su cinturón FIB eludiendo la mandatoria contra el ucraniano Sergiy Derevyanchenko. Da para imaginar entonces el enredo que le aguarda a Eddie Hearn (promotor de Joshua) para esquivar cualquier peligro que llegue por ese lado o por el lado de la AMB a su pupilo.

Las aguas revueltas de la división superior dejan varias conclusiones importantes. La primera nace de las malas actuaciones de los monarcas en sus últimas peleas. Tanto Wilder ante Ortiz, como Joshua frente a Parker, no mostraron ser campeones dominantes, por el contrario exhibieron todos sus defectos, limitaciones y vulnerabilidades, algo que necesariamente condiciona a sus manejadores para negociar peleas menos peligrosas mientras se prolonga la negociación de la lucrativa pelea entre ambos. Enfrentar a un rival peligroso y perder, sería una catástrofe desde lo económico.

Ese factor, queda demostrado que le dio mayor poder de influir en la negociación a los organismos y lo están aprovechando, imponiendo rivales a partir del manejo de sus peleas mandatorias y obligando a que los tengan en cuenta en cualquier negociación.

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La tercera conclusión, es la que le da título a esta columna: “el río revuelto” y la ganancia de los pescadores. En ese escenario caótico, no hay dudas en que el cubano Luis Ortiz será el principal beneficiado, ha ganado una nueva oportunidad en una eliminatoria de buena bolsa ante Dillian Whyte y de vencer esa pelear, estará en carrera hacia una merecida revancha contra Deontay Wilder. Luego de una actuación que superó las expectativas en la primera pelea, la posibilidad de una nueva batalla le daría un digno broche de oro a su carrera. ¡En ese caso, sea bienvenida la confusión de los pesos pesados!

Por Bernardo Pilatti | ESPN Digital