Es hora que Canelo y GGG devuelvan el premio al boxeo profesional
Cuando Canelo Alvarez se inscribió el mes pasado en un programa de pruebas de drogas al azar durante todo el año (24/7/365) con la Asociación Voluntaria Antidopaje, despejó un gran obstáculo para volver a preparar su revancha con el campeón mundial unificado de peso medio Gennady Golovkin.
Por supuesto, se programó para el 5 de mayo hasta que Alvarez no pasó dos pruebas de drogas para la sustancia prohibida clenbuterol en febrero. La pelea fue cancelada y Álvarez fue suspendido por seis meses por la Comisión Atlética del Estado de Nevada.
GGG se adelantó y noqueó al menospreciado oponente de reemplazo Vanes Martirosyan en el segundo asalto de una destrucción esperada y luego toda la atención se volvió hacia la revancha una vez más. La inscripción de Álvarez en un serio programa de pruebas antes de la revancha planeada para el 15 de septiembre fue un factor decisivo para Golovkin, por lo que cuando Alvarez hizo la movida parecía que podrían hacer el trato.
Pero también había otra pieza importante del rompecabezas que tenía que resolverse: Ya que GGG perdió un día de pago probablemente al menos $20 millones en mayo cuando la pelea fue cancelada (y en cambio recibió alrededor de $1 millón para aplastar a Martirosyan), y porque estaba tan enojado con Alvarez por las pruebas fallidas, quería un trozo más grande del pastel.
El trato que GGG había acordado originalmente para la revancha requería una división de ingresos de 65-35 a favor de Álvarez, pero con todos los problemas y agravaciones que Golovkin ha pasado, nada de eso su culpa, ahora quiere 50-50. Álvarez, que puede ganar muchísimo dinero sin Golovkin, pero no tanto como puede con él, no quiere darle paridad.
De la forma en que lo veo, Golovkin vive en un mundo imaginario si cree que puede obtener 50-50. No se lo merece porque Álvarez sigue siendo una atracción mucho más grande. Sin embargo, Golovkin definitivamente merece una porción más saludable del pastel por sus problema y porque, para bien o para mal, las pruebas de drogas fallidas de Álvarez y la subsiguiente mala sangre legítima entre los luchadores han hecho que la revancha sea una bonanza de PPV aún mayor de lo que habría sido si se hubieran enfrentado según lo planeado el 5 de mayo sin ese drama de pruebas de drogas.
Así que con las partes en un punto muerto en cuanto a cómo hacer esta revancha bajo un trato que ambos puedan vivir, tengo una propuesta, una que he defendido previamente cuando las cosas se complican para determinar la división para una mega pelea.
Hagamos que este sea un combate real de premio. Hagamos que peleen por lo que está en juego más allá de los cinturones, el legado y una porción garantizada de las nueve figuras que generará la pelea.
Propongo que Canelo reciba el 50 por ciento de los ingresos, el 40 por ciento irá a GGG y el ganador del combate obtendrá el 10 por ciento restante. Esa es la verdadera pelea de premio.
Hacer un trato bajo esa división también mostraría buena fe en ambos lados. Álvarez (49-1-2, 34 KOs) tendría un recorte en su garantía por dar positivo dos veces, pero todavía obtendría al menos la mitad del dinero sin importar qué y Golovkin (38-0-1, 34 KOs) obtendría el aumento que merece del 35 por ciento a causa de todos los problemas que causó Canelo al dar positivo en las pruebas y el hecho de que la pelea ciertamente vale más ahora de lo que valía antes de las fallidas pruebas.
Como ambos hombres están tan seguros de la victoria, que peleen por el otro 10 por ciento, además de los cinturones y la gloria. Y si la pelea es otro empate (POR FAVOR, NO !!!!) pueden dividirse el 10 por ciento.
La primera pelea vendió alrededor de 1.3 millones de unidades en HBO PPV y generó una entrada en vivo de $27,059,850, la tercera más grande en la historia. Debido a lo que ha sucedido en los últimos meses, la revancha en mi opinión ahora es más grande y la intriga de los luchadores por ganar una porción adicional del dinero solo se sumaría a la promoción y publicidad del evento.
Si los boxeadores realmente quieren la revancha, tendrán que comprometerse para llegar a un acuerdo y este plan es lo más justo posible.
Por Dan Rafael | Escritor Senior de ESPN.com