Brian Castaño: El gran desafío

Por Carlos Irusta | ESPN

Brian Castaño es el único campeón mundial que posee el boxeo argentino: titular de la categoría super welter para la WBA, Asociación Mundial. Campeón regular. El súper campeón es Jarrett Hurd quien, precisamente, venció a Erislandy Lara el 7 de abril del año pasado.

El sábado 2 de marzo en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York, Castaño será junto a Lara fondista absoluto, defendiendo su corona, en una noche que será para él la gran posibilidad de meterse de lleno en el mercado norteamericano. Castaño, a los 29 años, es conducido por Sebastián Contursi, el mismo que supo llevar al estrellato a Marcos “Chino” Maidana, que ahora está planeando su regreso.

La última pelea y defensa de Castaño fue el 10 de marzo del año pasado, en París, cuando venció al local Cedric Vitu por fuera de combate en el último round, tras brindar un concierto de boxeo. De esta forma, totalizó una campaña invicta de 15 peleas, todas ganadas, con 11 por la vía categórica. Entrenado por su padre, Carlos, Castaño, a quien llaman “El Boxi” se mostró veloz, incisivo y con muy buenas combinaciones de golpes ante un rival que nunca cejó en el ataque.

Lara no es lo mismo: este cubano de 35 años que tiene 25 victorias, 3 derrotas y 2 empates y que ha ganado 14 antes del límite, es un boxeador elusivo, criticado por muchos por no ser, justamente, de un estilo agresivo. Por el contrario, es capaz de deslucir a cualquier con su gran trabajo defensivo. “Castaño no ha peleado todavía con nadie”, afirma. Y seguramente, saldrá a hacer su trabajo en el Barclays, no dejarse pegar y trabajar sobre los errores del argentino.

Preparado físicamente por Matías Erbin –el mismo que estuvo mucho tiempo junto a Lucas Matthysse en su mejor momento-, Castaño no solamente está en una condición física óptima, sino también con un gran estado anímico. Sus allegados dicen que a una semana de la pelea, lució como pocas veces de veloz y continuado en los golpes, en un guanteo que también fue una prueba a fondo de lo que pueda dar. “Lara puede decir lo que quiera. Yo estoy en un gran momento. Y lo mejor será demostrarlo en el ring”, afirmó Castaño. “De ninguna manera pienso en la posibilidad de una derrota, no se me pasa por la cabeza”.

Todo el equipo sabe que Lara es ganable y que no está atravesando el mejor momento de su carrera, pero nadie desconoce que es un rival complicado, de gran experiencia internacional como amateur y que, al igual que Castaño, no puede cometer errores en esta pelea. Afirmar que es “a todo o nada” tal vez sea demasiado extremo, pero sí se puede afirmar que una derrota para cualquiera sería un importante paso atrás.

Para el cubano, porque viene de ser derrotado por Hurd; para Castaño porque está viviendo la gran oportunidad de empezar a ganarse el importante mercado norteamericano.

Así las cosas, y frente al gran desafío de su carrera profesional –seguramente el primero de gran envergadura, teniendo en cuenta los antecedentes de su retador-, Castaño afrontará esta prueba con un gran entrenamiento y un excelente ánimo.

Necesitará de todo ello y también de su talento para superar lo que, en la teoría, es el gran desafío: ganar y gustar en Brooklyn…

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