De lustrabotas y canillita, a paralizar el mundo: La historia de “Manos de Piedra”

Por mundod.lavoz.com.ar

Roberto “Manos de Piedra” Durán es considerado el mejor peso ligero de todas las épocas del boxeo a nivel mundial. Para muchos, es el más brillante peleador latinoamericano de todos los tiempos y, para otros, es de los más grandes boxeadores que ha dado el pugilismo en su historia. El panameño, que está promocionando el documental I am Durán, contó cómo fue su dura infancia, en la que fue abandonado por su papá y debió trabajar como lustrabotas y canillita.

Mi infancia ha sido muy dura, de pobre. Mi papá, cuando me tuvo a mí, se fue y no volvió nunca más. Entonces teníamos que ir a limpiar zapatos con mi hermano y mi hermana se quedaba con mi madre. Dormíamos en los puestos que vendían revistas, periódicos, y teníamos que ir a las 4 o 5 de la mañana. Cuando no vendíamos esos periódicos, íbamos al Mercado a lustrar zapatos para poder llevar la comida a casa”, narró “Manos de Piedra”, en diálogo con A la Vera del Ring, el nuevo programa radial de boxeo, que se emite los jueves a las 23 por Showsport La Red.

Además, Durán remarcó su buen vínculo con Córdoba y con Argentina. “Me acuerdo de (Santos) Laciar y de (Juan Domingo “Martillo”) Roldán. Cuando peleé con Hagler, Roldán me dice: ’Durán: voy a tener que pelear contigo y yo no quiero’. Cuando pasó la pelea, me dijo: ‘Tú ganaste, pero se la dieron a él’. Y después él peleó con Hagler. También me acuerdo del Dr. Paladino y de Carlos Monzón, a quien invité a mi pelea”, indicó, y agregó: “A (Diego) Maradona hace tiempo que no lo veo, pero es uno de mis ídolos. Me acuerdo de cuando peleé en Mar del Plata, que fue e ‘hicimos guantes’. Le mando un beso y un abrazo. Sé que anda por México y no pude comunicarme con él, pero es uno de mis grandes ídolos”.

Sobre el final, el campeón mundial en cuatro divisiones distintas dejó un mensaje de superación y de esperanza para los jóvenes, a quienes invitó a apostar por la educación.

“Cuando perdí con (“Sugar” Ray) Leonard, me sentía triste, pero después empecé a entrenar y conquiste tres títulos más, por la fuerza y voluntad que tuve. A los muchachos les quiero decir que, si se caen, intenten levantarse de nuevo. Y, si no pueden seguir, que sigan estudiando en la escuela. El estudio es lo único que les va a quedar para el futuro, porque el boxeo es pasajero y la escuela, no. Que sigan el estudio, que no lo dejen, que eso es lo principal que puede tener un ser humano o cualquier deportista. Te queda un diploma, te gradúas de médico, de abogado, de lo que sea. El boxeo sólo es un deporte”, cerró.

https://www.youtube.com/watch?v=lSHlCYw5L_4

 

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