La vuelta de Julito Chávez y la partida de Jean Claude Bouttier

Por Osvaldo Principi – La Nacion

El mexicano Julio César Chavez (h), conocido como “Julito” en el ambiente pugilístico continental y el quilmeño Sergio Gabriel Martínez o “Maravilla” para todo el mundo, conformaron una sociedad deportiva real, sentida, lucrativa y consumida por el público.

Desataron polémica, interés y entusiasmo; antes, durante y después de aquella inolvidable contienda del 15 de septiembre de 2012, cuando el argentino, en un verdadero concierto boxístico, doblegó por decisión al azteca, con un agregado decisivo: el drama vivido por “Maravilla” en el último round, visitando la lona y acopiando un pasaje dramático a un cotejo pasional, que lo convirtió en inolvidable.

A partir de ese momento se juraron -mutuamente- volver a verse las caras en un ring pero nunca se dio. La carrera de Martínez sumó dos combates más y la de Chavez continuó hasta que su compatriota Saúl “Canelo” Alvarez le salvó su imagen, peleando a media máquina, en 2017.

Hoy, Chavez vuelve al ring. Cumple con su palabra. A los 33 años, inmerso en una lucha personal contra las más fuertes adicciones o casi todas. Paradójico, se inmoló para salvaguardar de todos estos flagelos a su padre, el fenomenal campeón mexicano que lleva su mismo nombre, que casi lo destruyeron hace diez años y, una vez recuperado el gran Julio César, debió ocuparse de tratar a su hijo, sumergido en esta misma dependencia cuando nadie lo esperaba. Tan cruel como real.

Combatirá ante el colombiano Ever Bravo, un obrero del ring, conocido en la Argentina por sus derrotas por KO ante Roberto Bolonti y Walter Sequeira, que tendrá la misión de poner a Julito en marcha. El cotejo se llevará a cabo en San Juan de los Lagos, Jalisco, y será televisado por Space a partir de las 23.

Julito y “Maravilla” guionaron por TV, este año, el armado de una revancha virtual, asegurando que en algún momento se realizará. La gente les creyó y los medios lo difundieron. Algunos conmovidos y otros sonriendo. Chávez vuelve a tirar una carta sobre la mesa.

¡Adiós, Jean Claude Bouttier!

El sábado pasado murió el francés Jean Claude Bouttier, a los 74 años. Fue más que un doble retador de Carlos Monzón en 1972 y 1973, combates que perdió por KOT en 12 rounds y por puntos en 15 asaltos, en París, en peleas ardorosas que por momentos complicaron al santafesino. Fue el adversario más querido y respetado por Monzón y esa alianza amistosa, reforzada por la presencia de Alain Delon, se extendió hasta los últimos días de vida del notable campeón mundial de los medianos. En los momentos de euforia y en el ocaso. Ambos estuvieron ahí.

Bouttier representó un momento romántico y productivo del pugilismo europeo. Junto a Nino Benvenuti y Carlo Durán, de Italia, Tom Bogs, de Dinamarca, Gratien Tona, de Túnez, Max Cohen, de Argelia, y Vito Antuofermo, italo-americano.

Conmovió a toda Francia con su manera ofensiva de pelear. Tuvo a los actores Jean Paul Belmondo y el mísmisimo Delon, como sus principales consejeros, y hasta el prestigioso Claude Lelouch, uno de sus más reconocidos fans, se sintió honrado al hacerlo participar de su film “Los unos y los otros”, donde el argentino Jorge Donn bailó magistralmente El Bolero de Ravel.

Pasó gran parte de los últimos años de su vida como crítico de boxeo del Canal Plus de Francia. Sintió una gran relación afectiva por Argentina y el medio boxístico local jamás lo olvidará.

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