A ‘Ringo’ Bonavena lo mató la mafia

Como contendiente de los pesos completos en los años 60, el argentino Oscar Bonavena se ganó un lugar en el gusto del público imponiéndose ante al peligroso George Chuvalo y sobreviviendo 15 rounds ante leyendas como Muhammad Ali y Joe Frazier; pero su historia terminaría mucho antes de lo esperado a manos de un gallitero afuera de un burdel en Nevada. Tenía 33 años.

Bonavena nació en 1942 en Buenos Aires, Argentina, y siempre se mostró listo para dar show teniendo como modelo el estilo engreído de Muhammad Ali. Al inicio de su carrera tuvo que emigrar a Estados Unidos, pues como amateur mordió a uno de sus rivales en Argentina y fue suspendido por mucho tiempo.

Cantante, modelo, showman, además de boxeador, a Óscar Bonavena le gustaba que le dijeran Ringo. Arriba del ring, sus recursos eran más bien pobres, sufría de pie plano, pero contaba con pegada en ambos puños –era un zurdo natural de guardia cambiada– pero siempre demostró que su mayor virtud era que sabía cómo vender rivalidades y así aterrizó contratos que difícilmente en ese momento se le pudieran haber otorgado a algún boxeador latino.

La pelea de campeonato –por más que lo intentó– nunca llegó. Lo más cerca que estuvo fue la eliminatoria en 1974, esa noche cayó ante el convicto Ron Lyle, quien estaba preso por homicidio y salía de la cárcel para sus combates.

Esa desesperación por convertirse en campeón mundial lo llevó a firmar contrato con Joe Conforte, jefe mafioso de Reno, quien eventualmente lo llevaría a la muerte, pues se rumora que se involucró con la mujer de Conforte, Sally.

Ringo Bonavena falleció el 22 de mayo de 1976 a la puerta del burdel de Conforte con una bala en el pecho. Su récord quedó en 58 victorias, 44 por nocaut, 9 derrotas y un empate, pero su velorio en el legendario Luna Park de Argentina será recordado por mucho tiempo, pues 120 mil asistentes a su funeral se negaban a creer que el mito argentino estuviera muerto.