Efemérides: la noche que Tyson le arrancó un pedazo de oreja a Holyfield

Durante el final del Siglo XX el boxeo mundial tuvo a una de sus mayores estrellas que a la vez de ser un poderoso noqueador que ostentó el título de campeón mundial de los pesos pesados de todas las asociaciones también se hizo famoso por ciertas actitudes personales tanto en su carrera como pugilista, durante la cual ganó enormes cifras de dinero, como en la vida extra deportiva al punto de terminar en una grave crisis económica.

Ya era muy famoso por sus éxitos deportivos pero si algo lo terminó convirtiendo en un personaje conocido aun para millones que no se interesaban por el boxeo fue cuando el 28 de junio de 1997, veintitrés años atrás, en medio de una dura lucha Michael Gerard Tyson, popularizado como “Mike” Tyson, mordió ferozmente una oreja de su rival, Evander Holyfield, de la que arrancó un pedazo que escupiera sobre el cuadrilátero.

Hasta ese momento había sido el combate más caro de la historia del deporte de los puños. La bolsa de Tyson fue de 30 millones de dólares estadounidenses y la de Holyfield de 35. Se trataba de la revancha de la pelea celebrada unos meses antes en la que Holyfield, por entonces campeón mundial de los cruceros, había noqueado a Tyson despojándolo del título de los pesados.

Como se esperaba todo comenzó muy duramente. Durante el primer asalto el árbitro reprendió a Holyfield por haber dado cabezazos y en el tercero fue cuando durante un intercambio de golpes se juntaron las cabezas y Tyson mordió la oreja de su rival quién lanzó un grito y comenzó a saltar mientras le corría sangre por el costado de su cara. El pedazo de oreja escupido fue recogido del ring y la pelea fue detenida otorgándosele la victoria a Holyfield por descalificación. Además a Tyson se le retiró la licencia de pugilista por un año y recibió una sanción de u$s 3 millones. La pelea tuvo lugar en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas y tuvo 1,99 millones de personas que pagaron para verla por televisión, algo también record hasta entonces.

Después de esa suspensión, Tyson que fue el más joven de los campeones mundiales pesados ya que obtuvo el título cuando sólo tenía veinte años, retornó a los cuadriláteros y completó una campaña de peleas de las que ganó 50, 44 de ellas por nocaut, y perdió seis, cinco por nocaut. Claro que nadie como él entre los famosos de la historia de ese deporte estuvo tan ligado a hechos delictivos en su vida cotidiana. Una historia que comenzó cuando el 26 de marzo de 1992 fue sentenciado a diez años de prisión por la violación de Desiree Washington lo que le hizo perder su corona mundial.

Calificado como “el hombre más malo del planeta”, fue liberado tres años después por buena conducta volvió a los cuadriláteros y recuperó el título en 1996 para luego perderlo ante Holyfield. Tras los doce meses de suspensión volvió a combatir hasta su retiro cuando ya tenía 38 años pero no pudo volver a coronarse campeón. Habían pasado unos pocos años cuando en 2003 se declaró en bancarrota a pesar de que a lo largo de su carrera había embolsado unos u$s 300 millones.

Elevado al Salón de la Fama del Boxeo Mundial en 2010 y al Salón Internacional de la Fama del Boxeo en 2011, desde niño fue un ser muy problemático. Hijo de una familia muy pobre, a los siete años abandonó la escuela y a los diez fue detenido por vez primera por sus actividades delictivas. Ya a los trece había acumulado 38 arrestos, durante uno de los cuales golpeó a otro preso lo que le valió una sanción mayor.

En la cárcel se relacionó con el boxeo ya que allí escuchó una charla de Muhammad Alí y fue adiestrado por el ex pugilista Bobby Stewart hasta que en 1980 pasó a manos del célebre entrenador Cus D’Amato quién, junto con su ayudante Teddy Atlas, cumplía esa tarea visitándolo los fines de semana. Luego D’Amato asumió su tutela cuando Tyson lograse la libertad condicional y así éste comenzó su carrera pugilística pero un par de años después volvió a delinquir y hasta fue acusado por una niña de once años de abusos sexuales.

Con el tiempo se casó y se separó tres veces, y también tuvo más denuncias de abusos. Se convirtió al Islam mientras seguía una vida deportiva siempre alterada por su vida social en la que también se le habían sumado problemas fiscales ya que llegó a deber u$s 17 millones en impuestos que sumados a otros 20 millones por otros conceptos, hicieron que en 2003 presentase la referida bancarrota por un total de 37 millones. Previamente a ello, en junio de ese mismo año, había sido acusado de nuevos delitos violentos y posteriormente fue manifiesta su adicción a las drogas y hasta fue detenido por conducir bajo sus efectos. Desde 2016, a raíz de la despenalización de la droga en California se dedica a cultivar marihuana en una chacra de dieciséis hectáreas.

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