Cuánto dura el coronavirus en un boxeador y cómo es el desgaste mental

Las lesiones en el boxeo forman parte de un capítulo esencial en la instrucción de los críticos de ese deporte. Como si en una clase de una ciencia exacta, ilustran sobre la gravedad de los cortes alrededor de los ojos de los púgiles y las zonas de riesgo, que determinan la detención o la continuidad de una pelea. El derrame de líquido sinovial en las manos de los peleadores es otra materia preferencial, dado que, muchas veces, estos contratiempos acabaron con carreras fantásticas. Las heridas en el puente nasal del atleta, tan difíciles de cauterizar en pleno cotejo, son también gravitantes en este aprendizaje exigente.

Sin embargo, en épocas de pandemia como la que se atraviesa ahora con la Covid-19, estas adversidades se asemejan a apuntes infantiles. Los cronistas no tenemos respuestas ni vocabulario idóneo para opinar sobre portadores que presentan o no síntomas.

La primera información contradictoria involucró a la invicta estadounidense Mikaela Mayer, ganadora de sus 12 peleas, que dio resultado positiva en el test de coronavirus previo a su frustrado match con la holandesa Helen Joseph, del 9 de junio en Las Vegas, en la reunión de reaparición del boxeo en territorio estadounidense con televisación universal.

Su caso fue asintomático. Se la apartó de sus colegas y de todos los vinculados con ese festival. Volvió en un auto -acondicionado para esa circunstancia- hasta Chicago, donde reside. Su reprogramación quedó confirmada para el 14 de este mes en el mismo escenario. A 35 días de aquel doloroso episodio, si el resultado de sus próximos chequeos resultare favorable, Mayer se convertirá en la primera boxeadora habilitada para volver al cuadrilátero tras superar un caso positivo. ¡Y será una gran noticia!

¿Cuánto dura el efecto de la Covid-19 en el cuerpo de un boxeador? ¿Es correcto volver tan rápidamente al ring como lo hará Meyer? ¿Se debe examinar permanentemente a un deportista para saber su estado? Para esta columna de LA NACION fue consultado Damián Siano, especialista en traumatología y medicina del deporte a cargo del plantel de boxeadores de The Rodríguez Boxing (TRB). “Si Mayer es asintomática y no tuvo problemas de salud ni alteraciones en su reciente cuarentena, quizá pudo entrenarse y mantener su forma. Si estaba lista para pelear y respondiere bien en el nuevo test podrá boxear sin problemas. No paró mucho y no tendrá inconvenientes. Hay otros factores clave para los peleadores de alto rendimiento: cuando dejan de practicar abruptamente, como en el caso de esta pandemia, necesitan al menos un mes de una minitemporada de preparación física para recuperar calidad competitiva. En el nivel local lo del boxeo es complejo. Costará bastante ponerlo en marcha”, evaluó el médico.

En torno a su tarea con el porteño Fernando Martinez, 7º en el ranking de los supermoscas del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), anticipó: “Se entrena como puede en su casa y lo asisto a distancia. Hay que cuidar los sistemas sanitarios y sociales que lo rodean. No tiene sentido un testeo semanal. No arrojaría resultados definitivos y cada análisis PCR cuesta 4000 pesos. El mercado boxístico nacional no da como para ello. Es cuestión de controlarse por sí mismo y tomar las precauciones conocidas. El gran problema de los boxeadores será el sobrepeso. La Covid-19 se convirtió en el gran daño colateral del deporte”.

La Asociación Mundial de Boxeo (AMB) organizó en su 99ª convención un foro referido al coronavirus y la psicología del boxeador durante la cuarentena, al que se pudo asistir por Zoom. En él intervino el ex tricampeón mundial venezolano Jorge Linares, radicado en Tokio, Japón. “Tengo arreglada mi pelea por el título mundial liviano -diamante del CMB- para el 28 de agosto próximo con el dominicano Javier Fortuna, en California. El desgaste mental es tremendo. Uno se entrena con cinco compañeros, tratando de ver a qué distancia está, cómo respira y hacia dónde escupe. La cabeza está fuera del trabajo preciso. Además, uno piensa en cómo será pelear sin gente y que diferencia habrá entre ello y un guanteo de gimnasio. Todos los días leo los diarios para saber si suben o bajan los contagios en California. Debo ir a boxear y, realmente, no sé si se hará la pelea. Mi cansancio mental es muy grande”, contó Linares.

Todo queda muy condicionado en este período. Y desde la bancada del comentarista, sólo resta deducir qué porcentaje de su máximo potencial conservarán los campeones cuando suene la campana. No se puede avistar nada más.

Por: Osvaldo Principi – La Nación

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