El boxeo avanza como puede y abre sus puertas

El boxeo atrapa un lugar ínfimo pero importante en torno a la reactivación de las competencias deportivas en tiempos pandémicos, en los que sólo el fútbol desarrollado y la contundencia de la Fórmula 1 lograron imponer sus principios y sus garantías para volver a escena sin testigos en las tribunas.

El pugilismo internacional produce noticias diarias y afirma, como puede, un calendario con televisación universal que al mejor estilo de los viejos cines de barrio ofrece funciones martes, jueves y sábados. Y ahora, mediante el relanzamiento de esta disciplina en Inglaterra, se incrementarán las carteleras de televisión en Argentina.

El consumo de tanto “combate importado” se convierte en una opción peligrosa para la actividad local, desatendida por completo por direcciones y secretarías oficiales, llenas de tapujos e irresoluciones en plena perlesía. Y ahí está el gran contratiempo.

La Asociación Mundial de Boxeo (AMB) concretó una experiencia novedosa al realizar su 99ª convención anual por medios digitales. Zoom, Skype y Blackboard fueron los grandes protagonistas y sus particulares ensayos, basados en prueba y error, arrojaron resultados disímiles. La AMB avanzó y retrocedió como el cangrejo, un paso hacia adelante y otro -horroroso- hacia atrás.

Aglutinó a todos los sectores del pugilismo para intercalar opiniones en plena crisis, tributar a Roberto Durán por su recuperación de la Covid-19 y profundizar sobre el estado -anímico y físico- de los boxeadores en modo positivo. Pero, además, decepcionó y alarmó con su objetivo de crear alianzas con AIBA, la Asociación Internacional de Box Amateur, excluida de la fiscalización de los Juegos Olímpicos por corrupción, para potenciar el boxeo aficionado y evaluar la creación de un sistema semiprofesional para jóvenes de hasta 22 años. También, se fortaleció la idea de elevar la duración de los rounds de boxeo femenino a tres minutos (por los dos habituales), priorizando una mejor paga sobre el riesgo físico que en ese lapso podrían tener las atletas, tal lo indicado por estudios médicos idóneos. ¡En fin!

El público volverá a los estadios alemanes la próxima semana. Fueron autorizados 1000 espectadores para presenciar una reunión, al aire libre, en el Stadium Elbauen Park, de Magdeburgo. Combatirán los pesados Agit Kayel y Peter Kadiru, con difusión de ESPN para el continente americano.

En tanto, con sus briosos 89 años, el promotor estadounidense Bob Arum, pilar de los festivales que se desarrollan en el Hotel MGM de Las Vegas, prevé inaugurar el imponente estadio de fútbol americano Las Vegas Raiders Allegiant, con capacidad para 65.000 personas. Arum intentará promover el tercer choque entre el campeón mundial pesado Tyson Fury y el retador Deontay Wilder, el próximo 19 de diciembre, con una estimación de 20.000 aficionados en su interior manteniendo la distancia social. Es decir, una butaca ocupada y dos liberadas. Está el interrogante sobre si logrará el permiso.

Además, Top Rank condicionó el desafío entre el ucraniano Vasyl Lomachenko y el estadounidense Teófimo López por la unificación del título mundial de los livianos para el 3 de octubre venidero. El gran escollo es el índice de contagios -mínimos pero crecientes- que se dieron desde que Las Vegas legisló los protocolos habilitantes para la industria de los casinos el 4 de junio. Y este tipo de cotejos necesita tickets vendidos y asistentes.

Por último, el quilmeño Sergio Martínez, ex bicampeón mundial, corroboró en su cuenta de Instagram que el gobierno de Cantabria autorizó la venta de 850 localidades para su match ante el campeón español José Fandiño, el próximo 21 de agosto en Torrelavega. La reaparición de Maravilla es el único acontecimiento válido que ocupa a un púgil argentino en estos momentos.

El boxeo avanza como puede con la alianza de sus telespectadores, que, de a poco, planean volver a los estadios. ¿Podrán hacerlo?

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